Ecos del 21 de mayo en Valparaíso. II parte
Siempre he defendido los derechos humanos. Por
circunstancias profesionales, los he visto vulnerar en reiteradas (y
demasiadas) ocasiones.
Corríjanme si estoy equivocado…
En la mayoría de conflictos bélicos y situaciones
serias, las organizaciones de derechos humanos, están avaladas por la ONU. Su
actuar (nos guste o no) obedece a un protocolo establecido por la misma
Organización de Naciones Unidas y avalado por los países firmantes. Este, se
basa en 30 artículos.
Todos tenemos derechos, pero también obligaciones.
Y cuando la información es sesgada, vulneramos la verdad. Y esto no debería de
ser así.
Digo esto, porque no entiendo muy bien qué papel
juegan "algunas personas" que llevan el distintivo de DDHH en ciertas
manifestaciones o protestas a las cuales asisto como fotógrafo y periodista acreditado
por un medio de comunicación.
A veces, tengo la sensación que para muchas
personas, asistir a una jornada de protesta es como un simple juego. Una salida
entre amigos como quien va a tomarse una cerveza o disfrutar de un día de
playa. Y cuando hay tanto en juego, ciertas actitudes… no se corresponden.
El trabajo de un fotógrafo de prensa, es captar la
realidad de lo sucedido y mostrarlo. Para lo que está bien y lo que está mal,
por mucha simpatía personal que pueda tener hacia una causa, ya está la
justicia. Yo, simplemente fotografío lo que veo.
Ya sabemos que la verdad siempre es subjetiva. Pero
por algo dicen que una imagen vale más que mil palabras. Por eso, aunque a veces
no esté de acuerdo con las resoluciones de la justicia y teniendo en cuenta que
me toca jugar en el sistema, por estar dentro del mismo, solo me queda la
esperanza que esta justicia tan ciega a veces, vea un resquicio que ecuanimidad
en sus veredictos.
Mañana, seguiré con los ecos del 21 de mayo en
Valparaíso.
De la serie: Anécdotas
Copyright © By Jan Puerta 2014.
Texto y fotografías con
copyride del autor.
El problema es que molts dels que diuen defensar els DDHH no tenen clar quan se'ls posa en evidència!
ResponderEliminarUna abraçada Jan i sempre endavant
Totalmente de acuerdo. A veces el tema de los derechos humanos se bastardea al punto de dañar miserablemente lo que debería ser tomado como una causa noble y legítima. Muy oportuna tu intervención como fotógrafo.
ResponderEliminarUn abrazo
El caso es que nada es como era: la inmensa mayoria siente un hartazgo infinito, un desánimo o una incredulidad que le llevan a no moverse del sillon. Otra parte, la que tu describes, lo hace en plan festivo, como si fuese una romería.... y otra parte aprovecha para descargar la ira acumulada...
ResponderEliminarPobre Humanidad, hemos caido en la trampa y ahora no hay forma de salir.
Tens raó Jan.
ResponderEliminarDe vegades que hi ha gent que protestan i ben bé no saben el perque, d´altres van alborotar.
Una abraçada, Montserrat
El compromiso del artista es reflejar la realidad no edulcorarla a gusto del consumidor, debe ser crítico y nunca asentar su pensamiento pues corre peligro de ser deseado como vocero del poder.. sigue así, reflejas perfectamente la banalidad de nuestra cultura, el daño del exceso de imágenes nos ha vuelto insensibles ...buena denuncia..un abrazo.
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