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jueves, 30 de septiembre de 2010

El hombre tranquilo

Los últimos jueves parece que los haya convertido en el colmo de los despropósitos. Por más que lo intento, no puedo terminar de concretar el tiempo necesario para aislarme de todo y de todos y encerrarme dentro del propio Quijote.
Sin que sirva de precedente ni de costumbre lastimera, el domingo publicaré la entrada correspondiente al capítulo 69. A ver si definitivamente encuentro la fórmula para cumplir en tiempo y en forma con la lectura colectiva de Pedro Ojeda.
Corría el año 1952 y John Ford terminaba de filmar una película con John Wayne y Maureen O’hara de protagonistas. The quiet man fue su título original. En España se llamó “el hombre tranquilo”.
La imagen de hoy simplemente es una alegoría más. Un pensamiento donde la propia fotografía me llevó por unos instantes a mis dieciséis años, cuando en un cine de barrio pude ver por primera vez la película en cuestión. He de reconocer que no la entendí. Me aburrí como una ostra. Quizás había mitificado demasiado al mismo John Wayne y tenía la convicción que todas sus películas debía de encarnar al ficticio héroe del oeste americano.


En el caso de la fotografía en sí, vi de lejos un hombre corpulento acercarse a lomos de su vieja bicicleta. Su cadencia de pedaleo parecía el colmo de la calma. La lentitud personificada. Quizás yo no hubiera sido capaz de mantener el equilibrio al mismo tiempo que pedaleaba lentamente. Parecía una escena real pero a cámara ultra lenta.
No sé porque razón pero me vino a la memoria la película de Ford.
Cuando vi acercarse la bicicleta con un hombre corpulento como lo era el propio Wayne, pensé en seguida con la película de Ford.

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miércoles, 29 de septiembre de 2010

Hotel Reina Victoria - Valparaíso

Algunas fotografías sirven para ilustrar algún comentario derivado de ellas mismas. En otras ocasiones simplemente son imágenes que suscitan el despertar de los recuerdos…

Las ciudades acostumbran a ser víctimas de su propia historia. Un siglo, a veces pasa en un suspiro y los edificios, la mayoría de ellos en manos privadas, terminan devorados por el desgaste propio del devenir de los años. Todo sigue el trazado lógico de aquello que tiene una etapa floreciente, una de estabilidad y una tercera donde se empieza a caer con la esperanza de que se pueda tocar pronto fondo para intentar de nuevo levantarse.


El hotel Reina Victoria es un edificio muy peculiar en su construcción debido a la estrechez del terreno que ocupa. Sus dos plantas, mas la buhardilla y la planta baja están conectadas por un pasillo posterior. La construcción preside la cabeza de la manzana. Es una de las fachadas clásicas de la plaza Sotomayor de Valparaíso. El edificio fue reconstruido a principios de 1902 después de haber sido literalmente devorado por un incendio en 1897. Su primer nombre fue Hotel Inglés. El arquitecto, nacido en Valparaíso en 1873, respondía al nombre de Esteban Orlando Harrington. Siendo el autor de diferentes edificios que aun están en pie en el Valparaíso del siglo XXI. Harrington murió en la misma ciudad que amaba atropellado por un tranvía en 1936 igual que le sucediera a Gaudí en Barcelona.
El hotel, actualmente está en periodo de reconstrucción. Manteniendo la fachada exterior y remodelando el interior sin perder en demasía la esencia de su historia.

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martes, 28 de septiembre de 2010

En décimas de segundo


A veces salimos con el propósito de conseguir alguna fotografía diferente y nada de lo que acontece alrededor de uno, merece nuestro interés. En otras ocasiones, uno esta paseando tranquilamente con la mente absorta en el paisaje y de pronto aparece una bicicleta entre los grandes bloques de piedra que suelen conformar un rompeolas e instintivamente levantas la cámara, enfocas y ajustas los parámetros que consideras más adecuados y disparas. No tienes más oportunidades por que el sujeto y la bicicleta, desaparecen tan rápido como aparecieron.
Paradojas de la vida de un fotógrafo.

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lunes, 27 de septiembre de 2010

Cristóbal Colón estuvo aquí

No suelo ser muy prodigo que digamos en eternizar puestas de sol. Levantarme temprano y ver como la luz va envolviendo el reino de la oscuridad hasta hacerlo desaparecer me sigue pareciendo un encantamiento difícil de igualar en cualquier otra hora del día. La puesta del sol suele ser muy efímera. A veces demasiado. En cambio el amanecer nos depara sorpresas durante un periodo de tiempo mucho más largo. Solo hemos de observar y dejarnos provocar para que nuestra reacción instintiva nos dé el resultado apetecido.
Después de la imagen que publiqué el pasado 22 de septiembre titulada “Crepúsculo onírico”, hoy os dejo esta imagen un tanto alegórica al descubrimiento del nuevo mundo por parte de Colón. Al menos eso es lo que aun prevalece en los libros de historia a pesar de que cada vez hay más detractores, algunos de ellos, con muy buenos argumentos.


La fotografía está tomada en la isla que hoy en día comparte la República Dominicana y Haití. Según cuentan por aquí debió desembarcar el ilustre marinero. Yo, como no estaba presente y últimamente soy un poco como Santo Tomas, ni lo creo ni lo dejo de creer. Pero por si acaso, fotografíes parte de la ensenada que en esa época cuentan que había un pequeño puerto del cual aún quedan algunos restos.
Lo que sí puedo dar fe es sobre el amanecer que fue un espectáculo único.

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domingo, 26 de septiembre de 2010

"Don Quijote embelesado"

¡Oh alma endurecida!

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Los jueves leemos el Quijote con Pedro Ojeda

Cap. 2.68

Del capítulo en sí, me detengo donde Don Quijote reconoce la buena platica de Sancho, eso sí, atribuyéndose sin duda tal mejora a su compañía. Para ello, utiliza uno de los refranes repetidos por Sancho… “No con quién naces, sino con quién paces”.

El resto del capítulo, tenemos la falta de reacción de Don Quijote como elemente central del mismo. Por un lado, en el momento de advertir los ruidos extraños que terminaron con la poca moral que aun mantenía, por los suelos debido a la piara de cerdos que los arrollaron y en segundo lugar en no poder hacer frente a quien lo capturan al ser honesto con su promesa de no tocar las armas después de su derrota.

Por un lado el abatimiento provoca desidia y por otro la impotencia de quien por encima de todo es y se considera un verdadero caballero.

El lector queda a la espera de lo que pueda acontecer de nuevo en los dominios de los duques. Quienes tanto se burlaron, perecen tener algún que otro as escondido, aunque en estos momentos, difícil es predecir lo que va a suceder. Pera ello, no nos queda otro remedio que esperar los acontecimientos que vienen en el próximo capítulo. El 69.


Foto quijotesca:

Últimamente, Don Quijote pierde hasta la cubierta de su propia historia.


La ilustración pertenece al maestro grabador y pintor de género e historia, Tony Johannot. En otro capítulo ya os presenté un grabado de él. Nació en Offenbach, en Alemania en 1803 y falleció en Paris en 1852. Sus primeros trabajos los realizó con buril pero a partir de 1831 se especializó en pintura. A parte de la edición de 1836 de Don Quijote tiene en su haber grabados para la opera Manon Lescaut y obras de Balzac, Moliere y Nodier entre otros.


Pertenece al ilustrador John Vanderbank de quien se decía era un excelente ilustrador de libros. La edición de 1749 londinense, así lo demuestra. Pero el trabajo de grabado lo realizó Gerard van der Gucht, maestro grabador y marchante de arte de la época. Aparte de sus grandes trabajos, tenía la friolera cifra de treinta hijos.

Este grabado pertenece a Diego de Obregón. Maestro grabador español, nacido en 1658 y falleció tempranamente en 1699. Tiene el honor de haber sido el primer ilustrador de la obra de Cervantes en español en 1674. Lo fue tanto de la primera como la segunda parte. Aunque curiosamente se le recuerda más por sus grabados alegóricos a la fauna.

Su fecha de nacimiento es un poco incógnita, puesto que si nació en 1658, y en 1674 se publico la primera edición ilustrada en español, Diego, tendría solo 14 años cuando realizó los grabados. Todas las consultas que he realizado me dan esa temprana edad.

Aquí tenemos a tres ediciones bastante diferentes la una de las demás, del siglo pasado.

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“Quijote”

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sábado, 25 de septiembre de 2010

Hospital clínico Viña del Mar

Evolución hospitalaria...

El pasado 19 de Julio publiqué en este espacio una entrada titulada “Urgencias”. En ella reflexionaba visualmente sobre el servicio de emergencias de una clínica situada en Viña del Mar. El caso es que para dejar un paciente en el servicio de urgencias, las ambulancias debían de entrar marcha atrás. Una situación ilógica, absurda y cómica si la hubiéramos situado en una escena de los hermanos Marx. Pero lejos de ser el colmo del surrealismo cinematográfico, era cierto. El caso es que hice una copia de la entrada en PDF y la envié a la dirección de la clínica junto con el enlace de la entrada del blog.


Hace dos semanas pasé por delante de la clínica y noté que habían cambiado el acceso a urgencias. Para algo sirven estos espacios donde uno muestra lo que ve y quizás lo enseña a quienes no lo ven a pesar de pasar cada día por delante. Tanto si fue producto de este espacio como si el tema ya lo tenían programado para mejorar sustancialmente el servicio, me alegro enormemente por los pacientes. Tal como decía en mi anterior entrada, la vida, demasiadas veces depende de un segundo.
De todas maneras, puestos a mejorar, un servicio de urgencias debería de estar regulado con una entrada de vehículos y una salida del mismo vehículo por otra dirección. No quiero ni imaginarme si después de haber dejado a un paciente, llega una segunda ambulancia y la primera aun no salió del atolladero en la que se encuentra.
Quizás, sea hilar demasiado fino. Pero en casa me enseñaron que con las cosas de comer, uno no debe de jugar. Mucho menos con la vida de un paciente.
Una copia de esta entrada acabo de enviarla a la dirección de la clínica.

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viernes, 24 de septiembre de 2010

Perros abandonados "Antevorta"

No siempre las buenas intenciones son comprendidas por algunos animales. Además, todos tenemos un mal día o un mal momento que lo pagamos con la persona menos indicada para ello. Otra persona, hubiera cogido una de las numerosas piedras del suelo y se la hubiera tirado sin contemplación o quizás el propio perro, sin avisar hubiera mordido directamente. Esto es lo que podía haber sucedido. Pero opté por la paciencia, y la observación que terminó siendo mutua. Esto nos permitió seguir nuestro camino sin pasar la cosa a mayores.
Me encontré con esta perra abandonada, a quien no le gusto nada que me plantara delante de ella, con la intención de seguir aumentando la serie de los viernes, de la cual hoy ella es la protagonista. La cosa no paso a mayores. Me ladró, refunfuñó pero al final me dejo hacer no sin mostrar su cara menos amable.
Todo obedecía a un factor que a veces no tenemos en cuenta a pesar de los buenos propósitos que uno pueda albergar en sus acciones. Muy cerca de donde nos encontrábamos estaban sus pequeñas crías.


Entonces me vino a la cabeza una de las muchas diosas que poblaban la antigüedad llamada Antevorta. Quien según dicen, era la diosa de los nacimientos. Aunque después pasó a formar parte de las Camenas, diosas en la mitología romana.
También es parte del nombre científico -Hypolimnas antevorta- que se le da a una bella mariposa que parece ser solo la podemos encontrar prácticamente en todo el continente africano. Aunque últimamente solo se las encuentra entre Uganda, Tanzania y la república popular del Congo. Si os gusta el mundo de la filatelia, aquí os dejo un interesante enlace que os llevara a un documento en PDF. Dentro tiene cabida un sello de correos de esta mariposa.
Volviendo a nuestra Antevorta, la imagen está tomada en un descampado que iba para urbanización de lujo, pero que la crisis mundial especulativa dejó en proyecto de suelo urbanizado, a medio asfaltar donde el día a día va desgranando la masa compacta de ripio.
Una vez terminada la sesión mutua a la que nos sometimos los dos por defender nuestros principios, me alejé por donde había venido. Ella, continuó con su labor de vigilancia sin olvidar que debía buscar la comida diaria para seguir alimentando a su prole. Yo, buscando nuevos encuadres. Antevorta, simplemente defendía lo que consideraba más sagrado para ella.

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jueves, 23 de septiembre de 2010

Destino...

Bueno amigos, esta semana espero que sea la última vez que falto a mi cita de los jueves donde la lectura del Quijote debería de ocupar este espacio, posponiéndola como último recurso al domingo. Así que nos veremos el domingo leyendo y comentando el capítulo 68 de la segunda parte.


Destino…
¿Dónde iremos? ¿De dónde venimos?
Menudas preguntas sin respuesta cuando aun no sabemos ni dónde estamos.
Triste paradoja la nuestra.

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miércoles, 22 de septiembre de 2010

Crepúsculo onírico

Las apariencias, simplemente engañan.
Observamos, vemos y nos dejamos llevar por nuestras emociones.
La imagen puede sugestionar nuestra mente ávida de ver maravillosas puestas de sol o enigmáticas salidas de la luna.


La imagen corresponde a un incendio que calcinó unas mil hectáreas de bosque nativo en poco más de doce horas. Más de la mitad de los arboles reducidos a cenizas eran centenarios. Si tuviera que definir con palabras la imagen obtenida, la consideraría maravillosamente sobrecogedora.

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martes, 21 de septiembre de 2010

Conceptos visuales

"Englobar en un mismo encuadre números, líneas verticales y horizontales, símbolos y volúmenes suele ser complejo".

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lunes, 20 de septiembre de 2010

Rafael, un tipo genial

Viajando, uno suele encontrar a ciertos personajes que nos pueden parecer tan irreales como puede serlo un sueño o parte de la propia imaginación que nos mantiene despiertos.
Rafael es uno de esos ejemplos, que con solo observar el gesto imperturbable de su rostro, uno sabe que está delante de un buen tipo.
Dejó un trabajo estable de traje y corbata. Se perdió en la costa del Pacifico central buscando un rincón donde nadie le hablase del tiempo, los compromisos y los bancos. Vive feliz con lo poco que tiene, que para sus necesidades… es mucho más de lo que pueda llegar a gastar en lo que le queda de vida. Se levanta cuando quiere y se acuesta cuando le parece. Simplemente deja que la vida transcurra.


Su vida parece una utopía difícil de realizar. Como si fuese parte de un guion cinematográfico donde no existe la improvisación, y todo está bajo el riguroso control que pone todos los elementos en escena para que nada rompa lo establecido.
Cuando lo conocí, no sé porque razón me vino a la memoria una película donde Burt Lancaster, era un tipo genial.

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domingo, 19 de septiembre de 2010

Como mosca a la miel

Quijotiz and Pacino

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Los jueves leemos el Quijote con Pedro Ojeda

Cap. 2.67

Algunos capítulo de la obra, terminan siendo diálogos reposados entre los dos protagonistas. Como si dos viejos amigos de condición social diferente se encontrasen ante una mesa y hablaran de sus cosas. Por un lado aparece la constante locura de Don Quijote quien en medio de pinceladas lucidas introduce todos los elementos con los cuales fue dotado por Cervantes y que enaltecía al propio caballero. Sus continuas alusiones sobre los encantadores que le persiguen terminan por romper la credibilidad que esconden sus otras aseveraciones en bien del pobre Sancho.

Sancho, mantiene una línea quizás más equilibrada en su personaje. Y más, a estas alturas de la obra. Su personalidad ya no se la puede cambiar nadie. Lo que no entiende, tiende darle su peculiar visión adaptándola a su propia necesidad de hacer creer que sabe de todo sin saber apenas de nada.

El dialogo, no parece propio de una obra que toca a su fin. Incluso el juego pastoral que supone la poesía en sí parece ser la escusa perfecta para renacer en el viejo caballero los ademanes prosísticos que pudiera tener.

Me resulta chocante, casi inaudito que Don Quijote hable con Sancho sobre los sentimientos de Altisidora. A pesar que atenúa aquello que siente ella por el caballero justificando que todo aquello que provoca en enamoramiento…

-¿Qué ha hecho Dios de Altisidora, si ha llorado mi ausencia o si ha dejado ya en las manos del olvido los enamorados pensamientos que en mi presencia la fatigaban?

Don Quijote quiere saber si el “encantado Tosilos” le ha explicado algo más de lo sucedido a Altisidora desde su ausencia.

Por otro lado, dentro del capítulo, Cervantes vuelve a insistir sutilmente sobre el tema de los moriscos, esta vez usando el legado lingüístico a modo de clase magistral si cabe, sobre el origen de ciertas palabras. Buen maestro hubiera sido "Don Quijote" si hubiese dirigido sus pasos a la enseñanza.

No puedo terminar este pequeño resumen sin comentar el pasaje donde todos terminan con el nombre cambiado a instancias del propio Quijote. Parece algo fuera de lugar, pero es necesario releer en más de una ocasión los parajes donde se habla de ello.

Sancho sigue insistiendo en encadenar un refrán detrás del otro. Su personaje, escuda sus falencias gracias a hablar mucho y cada vez mejor. Pero Don Quijote, cuando se trata de hacer rectificar a quien se equivoque, o haga algo mal, no tiene ninguna piedad en utilizar palabras duras que a otros, les afectarían mucha más de la mella que hacen en Sancho.

No obstante, como lector, a veces duele ese aire de soberbio que aparenta tener Don Quijote ante la peculiar personalidad de Sancho. Pero si seguimos la tesis que defiende el hidalgo caballero sobre la aplicación de los refrenes, hemos de sacarnos el sombrero otra vez ante una lección que nos da Cervantes mezclándonosla con un relato de ficción y encantamientos.

Veremos que nos depara ese capítulo 68.

Fotografías quijotescas…

Bueno, un simple autorretrato quijotesco, onírico si cabe, donde me encuentro a punto de ejercer el noble arte de la siesta que no suelo practicar.

No suelo hacerme autorretratos, pero ya llevo tres. Uno que ya visteis hace unos cuantos meses (clic aquí). El de hoy. Y uno que tengo pensado enviarle a Pedro para ilustrar si lo cree conveniente el análisis de los lunes.

Para los vallisoletanos, un rincón tan peculiar como este llega un momento que pasa casi completamente desapercibido. Para uno que viene de fuera, suele ser un motivo a fotografiar. Uno no siempre tiene la oportunidad de estar delante de un lugar tan emblemático como la casa donde vivió durante un tiempo Cervantes.

Aprovecho la ocasión para comentar que “por cuestiones de agenda” –siempre había querido decir esto- no me será posible asistir a la ingesta de buenas viandas y caldos tintos que van a degustar todos los que cada jueves siguen a Pedro Ojeda con esa locura casi única que supone la lectura del Quijote. En mi caso, si pudiera asistir, me encantaría poder haceros una fotografía a todos juntos delante de esta emblemática casa. Pero…

La imagen es un montaje que hice con el descubrimiento virtual de esta edición que data de 1905 firmada por Fidel Pérez Mínguez. En la misma podemos observar el plano interior de la vivienda en sí. Todo un lujo que hoy en día, tengo colgado a modo de cuadro casi delante de donde me pongo a escribir normalmente.

Grabados quijotescos…

Seguimos con la edición de 1880 de Espasa donde cada capítulo empieza con una letra capital. Hoy, la S adopta una forma de serpiente casi gigante a punto de engullirse a un parajito. El motivo no es alegórico a nada de lo que sucede en el capítulo en sí. Supongo.

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“Quijote”

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sábado, 18 de septiembre de 2010

Juego de cama

Una sabana, dos conceptos...
Hoy, tenía previsto publicar esta imagen con otro texto. Pero resulta que entré en la página de Paco Elvira y me encontré con una serie de imágenes realizadas desde su ventana. Al ver la “materia prima” coincidente opté por aprovechar la coincidencia (esa que dicen que no existe) y recomendar su espacio, que si que existe.
En su espacio se respira fotografía por los cuatro costados. Pero lejos de encerrarse en tecnicismos, amplia su horizonte mostrándonos su manera de pensar. La vena periodística aflora en sus entradas y los debates se suscitan en los comentarios.
La serie "fotos desde mi ventana” puede parecer una frivolidad de quien no sabe que publicar en un momento dado. Pero os recomiendo que la veáis con atención y saquéis vuestras propias conclusiones. A veces soñamos con viajes al infinito buscando el gran tema de nuestra vida. No nos confundamos y aprendamos a valorar nuestro entorno, que no por ser cotidiano es carente de valor grafico. Una serie que día a día va engrosando con imágenes que pueden pasar desapercibidas para todos pero su capacidad de observación y su privilegiada atalaya le permiten ser un testigo de todo lo que acontece.
De vez en cuando, Paco Elvira nos abre su cuaderno de recuerdos vividos y nos hace participar de emociones históricas de cuando este país recién empezaba a vislumbrar la sociedad del bienestar o sus viajes alrededor del mundo mostrando su peculiar visión para revistas que requerían y aun requieren sus servicios.


Para los que no lo conozcáis, os recomiendo una visita con calma a su espacio.
Paco Elvira, enseña lo que sabe con un lenguaje diáfano. Sin tecnicismos difíciles de comprender y con el bagaje histórico de haber vivido una época donde la fotografía era la verdadera protagonista de la historia del momento.
En fin, tal como inicio la entrada, termino… Una sabana, dos conceptos.

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viernes, 17 de septiembre de 2010

Perros abandonados "Avizor"

Los perros abandonados terminan por cruzarse entre ellos. Los cruces genéticos están a la orden del día. Es fácil identificar los rasgos característicos de dos o tres razas observando con detenimiento alguno de los ejemplares con uno se cruza a diario.
Una de las razas o sub razas con una fuerte carga genética en su cuerpo, son los perros cruzados donde el macho, tenía una gran mescolanza con un Husky siberiano. Sus códigos de conducta y su parentela cercana al lobo hacen que sus rasgos sean predominantes en los cachorros, producto de esos cruces. Su manera de hacer, a pesar de su apariencia física no deja mucho lugar a duda.


El perro que veis, -en estado de alerta- es un cruce de siberiano y algún otro perro con un gen especifico para climas fríos y lluviosos. Su pelo así lo indica. Pero el ojo, azul, y esa mirada tan peculiar nos indican su cercanía con el mundo de los lobos.
Opté por llamarlo “Avizor”.

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jueves, 16 de septiembre de 2010

1122

Hoy, vuelvo a posponer la entrada correspondiente a la lectura del Quijote que hacemos todos los jueves de la mano de Pedro Ojeda. El domingo, publicaré la entrada correspondiente al capítulo 67.

Nuestro entorno más cercano se mueve entre simetrías, de difícil definición y detalles, donde el carácter de una impronta personal rompe cualquier equilibrio visual que se proponga.


Las paredes, ventanas, fachadas y demás juegos geométricos que nos rodean en cualquier ciudad en la cual osemos adentrarnos, están llenas, llenos, de detalles para ser observados con cautela por un lado y con admiración por el otro.
La cautela, es necesaria. Imprescindible por aquello de observar algo, que para sus vecinos es cotidiano y para el foráneo, extraordinario. Y admiración, para dar el justo reconocimiento a quien haya levantado tal obra, alejado de los cánones establecidos por la estética, el renombre y un talonario de cheques donde los ceros, si que cuentan.
La simetría suele terminar siendo una enfermedad de difícil solución.

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miércoles, 15 de septiembre de 2010

Palmera y odalisca de ciudad


Las ciudades tienen el don de convertir cualquier viejo y decrepito rincón en un oasis donde las palmeras y las odaliscas oníricas terminan por envolvernos, al tiempo que nos protegen y nos convierten en creyentes paganos de las mil y una noches.

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martes, 14 de septiembre de 2010

Delincuentes de peluche


"A veces nos sentimos como un mono de peluche presos de nuestros propios instintos"

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lunes, 13 de septiembre de 2010

Zapatilla verde

Hace unos días, alguien me preguntó si había algún método para aprender a fijarnos en aquellos detalles que después se transforman en imágenes poco corrientes. Después de contestarle que es algo que forma parte del instinto de cada uno, empecé a filosofar para mis adentros…
¿Por qué vemos detalles que los demás no ven?
¿Sirve de algo nuestra perspicacia visual?
¿Acaso el fabricante de las zapatillas o el de los adoquines, me llamará para ofrecerme alguna remuneración por haber visto aquello que los demás parece ser que no ven?
¿Tal vez solo a mi me parezca bueno mi trabajo?
Después de esta última pregunta… abrí una botella de vino tinto y me deje seducir por las sombras que generaban mis dudas.


Mientras me bebía sorbo a sorbo la tarde, recordé una entrada de este blog donde teorizaba sobre lo mismo mas o menos. Menos mal que la entrada era del 07 de octubre de 2008.
Dudar cada dos años… no está nada mal. Creo.

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domingo, 12 de septiembre de 2010

"Tosilos"

Lamieron el pliego de las cartas,

solo… porqué olía a queso.

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Los jueves leemos el Quijote con Pedro Ojeda

Cap. 2.66

En algunos capítulos, Sancho Panza, cobra una importancia muy especial por algunas de sus frases. La dice en un momento en todo parece ser negativo para su interlocutor. En este caso, un abatido don Quijote parece recobrar aliento gracias uno de sus ocurrentes refranes y su capacidad por hacer creíble aquello que dice a pesar que en ocasiones no entiende muy bien sus propias palabras. Don Quijote descorazonado afirma que: ¡aquí se escurecieron mis hazañas; aquí, finalmente, cayó mi ventura para jamás levantarse!

Sancho, quizás preocupado por qué nunca vio tal desmoralizado a su señor, le increpa con la sutilidad que nos tiene acostumbrados cuando se encuentra en un momento dulce y le responde…

“Tan de valientes corazones es, señor mío, tener sufrimiento en las desgracias como alegría en las prosperidades”.

Don Quijote se sorprende de su capacidad de filosofar. No obstante lo corrige en cuanto se habla de la diosa fortuna.

A partir de aquí, el capitulo en sí parece adquirir una velocidad de narración impropia de una obra que se acerca al final. Sucede de todo y parece no suceder nada por lo hilvanados que están los diálogos entre los dos protagonistas. Hay momentos del capítulo que parecen dos espadachines que se miden con sus palabras.

Sancho a la que puede ponerse a prueba, no duda en recordar a los presentes quien fue y como ex gobernador, dicta una resolución con su consabido acierto, aunque en esta ocasión sus palabras no terminan por llevarse a cabo. Don Quijote, se desdice y simplemente deja que Sancho sea quien hable.

Más adelante, se encuentran con Tosilos. Don Quijote aboga de nuevo por el encantamiento, dejando a Sancho y Tosilos que hablen y coman hasta hartarse. El, se irá alejando despacio para que Sancho recupere el tiempo perdido.

Después de esa comilona, Sancho se despidió y alcanzo a Don Quijote quien lo esperaba debajo de un árbol.

El final del capítulo me parece de una sutilidad imperecedera.

Don Quijote aun apesadumbrado por la derrota, deja que Sancho sea el protagonista de todo, menos de los enfrentamientos dialectos que mantienen ambos. En el capitulo, se aleja en dos ocasiones, dejando a Sancho solo. Parece un preámbulo del final del libro.

Veremos que sucede en el próximo capítulo. El 67.

Foto quijotesca…

Hace unos días, mis dedos abrieron otro Quijote más. En un puesto de libros usados, un librero con dotes de anticuario me habló de esta edición de 1964 de ediciones Comar de Barcelona. En un excelente estado de conservación. Decía él, que se trataba de una edición muy buscada.

-Muy rara- No sé si por afán de vendérmelo al notar mi acento foráneo o quizás porque realmente valía la que me pedía.

El caso es que me pedía 50.000 pesos que podían quedarse en 35.000 regateando. Creo. Al cambio menos de 50 euros. Mi presupuesto actual no me permite tales licencias. Así que aprovechando que me lo miraba y buscaba los datos de la edición, le hice la fotografía.


Siguiendo con el libro Titulado: Amas de Don Quijote, aquí tenemos quizás, parte de una de las definiciones más conocidas. Adarga


Letra capital

El grabado pertenece a D. Rodríguez, maestro grabador que trabajó en Barcelona en 1858. La letra capital de hoy, está llena de motivos medievales, manteniendo una estructura gótica. Tampoco tiene ninguna alusión al capítulo en sí. Pero tal como se puede leer en la descripción de la misma, se transforma en un bello objeto decorativo.

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“Quijote”

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sábado, 11 de septiembre de 2010

Fe

La entrada del pasado día 30 de agosto que titulé “La iglesia de Cristo” motivó una disparidad de opiniones y recibí algunos correos al respecto.
En uno de ellos se me preguntaba por mi condición de creyente. Yo, ni creo ni dejo de creer. Aunque poco importa al respecto. Como periodista, o fotógrafo, me limito a plasmar aquello que me parece interesante. Algunas cosas las comparto, a través de este espacio. Otras, engrosan los cajones que atesoran todo lo que voy viviendo. Por mi parte, simplemente respeto todo aquello que una persona pueda pensar o defender como valor absoluto de una verdad. Respetar, no quiere decir comprender ni apoyar.
Entraríamos en un debate muy complejo por aquello de las verdades subjuntivas que se sustentan solo por actos de fe. O lo que es lo mismo, la confianza ciega sobre algo. Creer o no creer, no es la cuestión. No hay nada en este mundo que nos permita defender con acierto que tenemos la razón de nuestras propuestas religiosas en lugar de las que defiende nuestro amigo, nuestro vecino o los que adoran a un tótem de madera perdidos en una isla del Pacifico. Mientras una persona defienda sus principios con el debido respeto adecuado, hacia los que no piensan como él, vamos bien. Lo malo es cuando te quieren ofrecer la salvación divina imponiendo su verdad a la que uno pueda tener.


La señora que ilustra la imagen entregaba unos pequeños cuadernillos sobre su religión. Simplemente decía… “Léalo y saque sus propias conclusiones”.

En mi otro espacio público, donde recojo unas cuantas fotografías de los muchos cementerios que voy visitando desde hace más de dos décadas, la fe, termina siendo un mero entierro donde día a día se convierten en polvo las creencias de muchas personas.

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viernes, 10 de septiembre de 2010

Perros abandonados "Tormentoso"

En Chile, los perros abandonados suelen llamarlo oficialmente “vagos”. La televisión cuando habla de ellos en las noticias, los periodistas se refieren a ellos como vagos. Abro el RAE y busco algún pequeño resquicio lingüístico que pueda sustentar tal etimología pero un "vago" sigue siendo mayoritariamente una persona sin oficio, un holgazán, un perezoso y un mal trabajador. Pero nada relacionado con los perros abandonados.
En cambio, en Chile, también se le denomina “quiltro” cuando la definición correcta del vocablo sería la de un perro sin una raza definida.
Sea como sea, para empezar a solucionar tanto abandono indiscriminado, bueno sería empezar a llamarlos por lo que son: Perros abandonados”.


En la municipalidad de Quilpué en la V Región de Chile, llevan a cabo una excelente iniciativa con todos los perros abandonados que recogen. La idea inicial es esterilizarlos para evitar que en la calle sigan procreando. La idea es clara y concreta ante el gran problema que supone tanto perro abandonado por la calle. Además a cada uno de los perros intervenidos se le pone una tarjetita en el cuello, plastificada y una especie de collar de color verde. Entre otras cosas, en la tarjeta uno puede ver su sexo. Que esta operado y que necesita un hogar.
Nunca podré entender cómo es posible que una comunidad pueda hacer cosas buenas para los perros abandonados y otras simplemente los terminan exterminando.
Querer es poder. Así de simple. Así de sencillo.
El perro abandonado de la fotografía decidí llamarlo tormento por su expresión. Me gustaría que alguien me llamase escribiese o simplemente hiciera un mejor gesto del que yo he podido hacer para cambiarle su nombre. Seguro que en la casa de alguien de buen corazón su gesto a pesar de su pasado tormentoso, termina por ser alegre. La alegría de la casa.
Mientras pensaba en la inmensa alegría que supondría para él, ser acogido enseguida me vino a la memoria esta canción que cada vez que la oigo me sigue emocionando.



Suele moverse por las cercanías de unos grandes almacenes de Quilpué. Por si alguien está interesado.

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jueves, 9 de septiembre de 2010

Ajedrez en el bicentenario chileno

Hoy, vuelvo a posponer la entrada correspondiente a la lectura del Quijote que hacemos todos los jueves de la mano de Pedro Ojeda. El domingo, publicaré la entrada correspondiente al capítulo 66.

Cinco minutos de ajedrez
El pasado 18 de agosto publiqué en este espacio una entrada sobre Bobby Fischer. El genial ajedrecista norteamericano que le plantó cara al potencial soviético de la época conquistando el titulo mundial de ajedrez en una final que la historia ya la tiene reservada como algo memorable.


Ayer miércoles, me encontré con la sorpresa que en la plaza O’Higgins de Valparaíso, con motivo del bicentenario de Chile, habían colocado unas nuevas mesas para jugar al ajedrez. Hoy en día todo lo moderno tiene una tremenda influencia del cemento. Y claro, esta vez no podía faltar el típico cemento de toda la vida. El caso es que han realizado un diseño, curioso si cabe, pero con la particularidad que quien los diseño, poco pensó en los jugadores que son los que tienen previsto pasar buenas horas pensando ante el tablero.
No quiero ni pensar en pleno verano, las consecuencias de una transpiración acentuada en las posaderas de uno mientras la mente hierve y urde jugadas emulando a los maestros soviéticos de antaño.
Espero, que las cuatro mesas, viejas y deslucidas, testigos mudos de cientos de batalles mentales, no terminen devoradas por la desidia que supone el olvido y el desprecio que se tiene a las cosas que según algunos, piensan que han dejado de tener una vida útil.
Tiempos modernos que decía Chaplin hace ya un montón de años, cuando todo parecía una utopía y hoy en día, hasta los sueños terminamos por hacer realidad.
Por cierto, la imagen corresponde dos jugadores quienes me deleitaron con unas partidas a cinco minutos. Quizás el excelente día con atisbos primaverales ya empezaba a hacer estragos con el cemento y decidieron no prolongar en exceso las partidas.
A la izquierda, la juventud de don Guillermo Espinosa. A la derecha la veteranía de don Félix Altermans. Excelente simbiosis ajedrecística.

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miércoles, 8 de septiembre de 2010

Rafael Álvarez "El Brujo"

Gustos o debilidades personales…
He de reconocer que uno de los personajes de la escena española que más admiración me produce es Rafael Álvarez, más conocido por el sobrenombre de “El brujo”.
Desde su aparición en la serie Juncal, donde un esplendido “Búfalo” le daba al noble arte de los limpiabotas una merecida e increíble dimensión, he seguido siempre que me ha sido posible, sus magistrales interpretaciones. La distancia me impide poder seguir viendo sus montajes. Los encuentro a faltar al igual que compartir con él, un café después de una de sus representaciones.


La imagen, producto una vez más de esas casualidades que no existen, no deja de ser una referencia, directa y alusiva al sobrenombre que utiliza mi buen amigo “Rafaé”.


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martes, 7 de septiembre de 2010

Combi del 82

Los fotógrafos a veces, vemos aquellos detalles que para los demás puedan pasar desapercibidos. El observar es una necesidad sin la cual nos sentimos desprovistos de algo. Desnudos ante las circunstancias.


La imagen de hoy a primera vista la podríamos fechar treinta o cuarenta años atrás y podría parecer real. No obstante tiene menos de tres meses. La historia de la misma es producto de la casualidad. Pero cuando vi los edificios azules, decidí aparcar la vieja combi del 82 y esperar a que el tráfico me fuese favorable sin la aparición de ningún vehículo nuevo. El día lucia con unos tonos azules que llenaban de armonía todo el encuadre. Y si esto no era suficiente, la aparición de un vecino del lugar que llegó minutos después aparcando su viejo escarabajo, termino por completar la escena en sí.
Cuando mire a través del visor, lo primero que pensé es en un catalogo de la casa Volkswagen de los años ochenta. Quizás había sido abducido por la intemporalidad del instante.


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lunes, 6 de septiembre de 2010

El perro del 806

Algunos perros, parecen estar predestinados a tener una puerta como recurso de su desamparo. Este en concreto, lo he visto en diferentes ocasiones en el mismo portal. Frente a una “ciber”. Entre las palabras juegos e Internet. Quizás su vida no sea más que un juego. Tal vez Internet le sirva para un mejor mañana. Al fin y al cabo su vida no deja de ser un juego con la supervivencia.


Su estampa y su mirada calmada son la mejor tarjeta de presentación que pudiera tener.
El caso es que cuando lo vi esta última vez, no pude resistir la tentación de hacerle una fotografía y que esta pasar a engrosar la nueva serie que os presenté la semana pasada. Perros, gatos y números.

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