Amasijo de cables al atardecer…
Cuando tenía poco más de ocho años, con un amigo del colegio de nombre Josep, fabricamos con una cuerda y dos tarros de yogurt un teléfono desde el cual teníamos largas conversaciones separados por la puerta que había en casa para acceder a la galería, del cuarto piso sonde vivía.
Paradojas de una inocencia perdida.
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Excel·lent imatge Jan, força allunyada de la galeria d'interessants personatges que ens ofereixes diàriament. Tot i no ser el Josep del que parles, jo també, de petit, jugava amb aquest "walkie-talkie" casolans.
ResponderEliminarUna abraçada
Un joc innocent com aquest marca una època daurada on la imaginació era el suport de la nostra il•lusió.
EliminarUna abraçada
Son mejores los tarros metálicos de conservas, y recuerda que la cuerda debe estar bien tensada.
ResponderEliminarUn abrazo, Jan.
El tarro fue la evolución del primer modelo amigo. Y cierto, con la cuerda tensada no había tantas interferencias.
EliminarUn abrazo amigo
Me encanta la foto. Un abrazo.
ResponderEliminarMe alegra. Un abrazo amigo
EliminarTodo un cúmulo de palabras, todo un río de frases, toda una inmensidad de ideas se agolpan en ese brevísimos cables que apenas prestan sombra pero, que logran ponernos en contacto a los unos con los otros sin preguntar jamas nada sobre lugares, colores, guerras. diferencias.
ResponderEliminarUn éxito del hombre grande, del hombre con mayúsculas.
Un abrazo
Sin ellos, hoy en día, poco somos ya.
EliminarUn abrazo Luis.
...gratos recuerdos de infancia, pues yo también me comunicaba con los amigos a través de esta "alta tecnología" (cuerda-vaso). Estupenda fotografía Jan.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ramón
Alta tecnología de entonces. Hoy parece ciencia ficción de la barata. Pero... que bien nos lo pasamos entonces.
EliminarUn abrazo
Ostras Jan, ¿tu también hacías telefonos, con los basitos del yogur? que tiempos y no había tanto cable, jajaja.
ResponderEliminarUn abrazo
Solo había ilusión amigo. Y eso junto con la imaginación no tenia ni tiene precio.
EliminarUn abrazo
es lo que echo de menos , comunicación
ResponderEliminara pesar de tanto aparato,
las personas siguen aislándose en su propio eco
buena jornada
En esos tiempos hasta hablar era más fácil.
EliminarUn abrazo
La palabra cableada viaja de aquí para allí... la imagen es magnífica... aunque el tiempo, como en la vida, amenaza nubarrones...
ResponderEliminarUn abrazo.
El presente es complejo. Pero hay que seguir. No crees.
EliminarUn abrazo
Quizás esa era tu vocación, ingeniero en telecomunicaciones, ¿no?, vueltas que da la vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Solo me faltaría eso. AUnque si el hambre apremia más...
EliminarUn abrazo
Menudo lio de de cables y menudo cielo. !!!
ResponderEliminarOye con los telefonos aquellos de la infancia, ¿tenías tarifa plana, no? ;-)
Que buenos tiempos, amigo.
Un abrazo.
Demasiado revoltijo de cables. Espero que algún día empiecen a soterrarlos. La estética de muchas ciudades ganarían muchísimo.
EliminarUn abrazo