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miércoles, 10 de febrero de 2010

"Falleciendo es gerundio"

La naturaleza que nos rodea y nuestra propia existencia, tienen un denominador en común en ese factor del cual nos da miedo hablar siendo no obstante el único suceso al cual no podremos eludir, ni escapar ni siquiera obviar.
La muerte es nuestro destino final. Nuestra única verdad imperecedera que nos acompaña como esa famosa espada de Damocles desde el mismo momento en que nacemos.
Nuestro entorno más animal, y vegetal no le teme a la muerte. Simplemente sucede y su única preocupación es la de sobrevivir en un entorno hostil. Nosotros por el contrario, tenemos todo lo necesario –incluida la formación cultural- para comprender más de cerca el transito al vacio que supone el morir.
Las religiones se encargan de calmar los agónicos ánimos y en algunos casos, uno termina por expirar su vida, con las bendiciones necesarias para el largo viaje al lugar, de donde uno no regresa jamás. Al menos, hasta la fecha poca constancia fehaciente hay sobre el tema.
Sabéis de mi afición a pasear cámara y libreta en mano, dentro de cualquier cementerio. Los considero rincones idóneos para comprender nuestra frágil y efímera existencia. En un campo santo las esperanzas de un mundo mejor, se desvanecen con el polvo en que terminamos convertidos después de un tiempo fallecidos. Sentarme al lado de cientos, miles, millones –en algunos cementerios- de sueños truncados por los azares insospechados de nuestra vida es un acto simbólico de comprensión sobre lo absurdo. Me siento, leo, medito, observo y dejo que los minutos transcurran sin más. Tal como le dije a un viejo amigo mío… “que mejor lugar para morir que en un cementerio”.


La imagen de hoy, es una alegoría simple pero concreta a la muerte. Por un lado tenemos una hoja que no hace mucho estaba completamente viva y hoy en día, carente de savia, ha perdido la batalla por ser perenne. Reposa sobre una vieja plancha ondulada de chapa. Oxidada por el paso del tiempo. Herida de muerte que agoniza, al tiempo que todo sucede a su alrededor. Oxido de hierro. Fortaleza que se convierte también en polvo.
Así somos de volubles y circunstanciales en nuestra existencia. Así terminaremos nuestra vida. Convertidos en polvo o tal vez en cenizas si nos queman. La ventaja de la muerte radica en tener más fragilidad si cabe en nuestro cuerpo. Una vez transformado o transmutado solo hace falta un poco mas de paciencia para que el círculo mágico se cierre.
Esperemos que con un poco de suerte, un golpe de brisa otoñal nos permita volar. Qué por cierto, debe de ser lo más hermoso que le puede pasar a cualquiera. Que magnifico colofón a la existencia de uno, el poder volar. Bonito debe ser ese instante por muy efímero que nos resulte.
Por mi parte, sigo esperando. Sin prisas, claro.


Las imágenes de este blog están subidas a una resolución de 1024.
Con un clic sobre la imagen las veréis a pantalla completa.

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“Pensamientos con imagen”
Copyright © By Jan Puerta 2009
Texto y fotografías con copyride del autor
janpuerta@gmail.com

31 comentarios:

  1. Bon día Jan:

    Ahora viene el Miércoles de Ceniza
    e iré a la Iglesia a que me impongan la Ceniza. Es un ritual Cristiano, que nos recuerda esta hora.
    Pero yo, pienso lo que escribió Juan Maragall "Que Sigui la Mort una millor Naixença".

    Saludos cordiales desde Valencia. Montserrat

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  2. Simple pero excelente imagen. Reflexión certera.

    Un abrazo.

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  3. Vaya escrito apoyado por una imagen doblemente expresiva, Jan, y que nos debería hacer bajar los humos porque, al final, todos acabamos de la misma manera.

    Excelente, una vez más.

    Un fuerte abrazo.

    A Salto De Mata

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  4. Ningún proceso en la vida es perpetuo, y nosotros, los seres humanos, no somos más que otro proceso, uno minúsculo, casi insignificante, pero que al completarse, da lugar a otro y luego a otro y así hasta completar círculos vitales, que a su vez desencadenan otros procesos necesarios ...
    Bien por tu reflexión y por tan bella fotografía.
    Yo tampoco tengo ninguna prisa, prefiero saborear los instantes.
    Un abrazo

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  5. Magnífica entrada y muy oportuna para leer en el día de mi cumpleaños, que me recuerda que me voy acercando cada año hacia mi fin, por suerte.

    A mi no me gustan particularmente los cemenerios y a ellos voy unica y exclusivamente por obligación y cuando noblesse oblige, porque contrario a lo que tú crees, he experimentado cosas extrañas particularmente en horas tardías.

    Por ejemplo, he sentido como almas atrapadas que no se han podido elevar, me han jalado de las pieeeeeerrrrrrnas...

    Un abrazo y, ya que estamos en fecha, brindemos con las copas en alto....¡ por la muerte! y ¡por la vida!

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  6. Ay Jan! que te tengo abandonadito últimamente, si es que la tarea me come.

    em encantan los tonos y la textura de fondo ¿óxido?

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  7. Has tocat una tema prou delicat i tabù. Ningú en vols saber rès, ningù vol parlar-ne, i ningú s'atreveix a nombrar-la. I sabem desde la creació del món que allò és el més segur que ens espera. Salud amic Jan.

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  8. Magnifica publicación, tanto la fotofgrafía como el texto que lo acompaña, el día que aceptemos la muerte como un hecho más en nuestra vida, la forma de pensar y actuar nos va a beneficiar...un saludo

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  9. Lo mejor es vivir un día a la vez y estar agradecido, porque hasta de esta hoja caída hemos aprendido !
    Un fuerte abrazo

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  10. Bueno, yo no tengo prisa: tengo un contrato firmado hasta los 104 años... y con derecho a prórroga!

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  11. Jan, te felicito sinceramente por el hermoso escrito de hoy.
    Mi padre siempre ha dicho que debemos mirar a la muerte como una gran aventura a lo desconocido, como un viaje único en el que nos puede aguardar algo increible.
    En teoría todo parece sencillo, luego en la práctica, los momentos de duda y aversión nos inundan.

    Yo también considero que meditar en un cementerio (eso sí, al calorcito del sol) no tiene parangón. Paz infinita.

    Un abrazo

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  12. miedo o curiosidad...da igual no nos vamos a enterar..aunque da que pensar y mucho...comamos el de 5 "j" bañado en tintorro... un abrazo

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  13. Hola Jan, me gusto tu escrito y la fotografía habla por si sola de tu entrada de hoy un placer entrar a tu blog y leerte .
    Un abrazo de amistad de MA

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  14. Aplauso efusiva y sinceramente esta entrada tuya, amigo.

    La comparto íntegramente.

    Todos capitulamos al nacer. Quizas por ello algunos viejos decian que, en ocasiones, esta vida era una especie de "estafa". Me gustaria comentartelo en privado y contarte el por qué.

    Un abrazo enorme, querido Jan.

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  15. Yo pienso que la muerte va ha ser un alivio y un deseo, una necesidad más. Como cuando tienes ganas de dormir y te ves vencido. Creo que la religión nos ha metido el miedo y la inseguridad. Lo mejor que nos queda es el recuerdo. Un saludo.

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  16. Cuidadas fotos y certeros comentarios. Blog, mas que excelente. Saludos

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  17. Debe ser bonito, pero me dio escalofríos.

    Un placer leerte.
    Saludos.

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  18. Excelente acompañamiento de imagen con texto, o viceversa… como es habitual en ti, maestro. Sobre la muerte, es algo a lo que le perdí el respeto, será la costumbre.

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  19. Un gusto descubrir tu blog y leer tan magnífica entrada.
    Coincido con todo lo que has escrito.
    Un saludo

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  20. Por muy inteligentes que nos consideremos, nuestro miedo y respecto a la muerte supera a cualquier otro sentimiento humano.

    No es que se piense constantemente en ella, a veces al contrario, nos creemos inmortales, pero si la notamos cerca nos agarramos con todas nuestras fuerzas a la vida (excepto los talibanes...).

    La foto me sugiere dulzura y delicadeza.

    Un besito!

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  21. Muy interesante, tus palabras me han llegado y tus fotografías tambien.
    Un saludo.

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  22. Buenas noches, Jan Puerta:

    ¡Qué bien has resuelto el tema de esta entrada!.
    Y la fotografía en colores cobre, preciosa.

    Saludos. Gelu

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  23. Gracias por tu visita, me gusta lo que veo aquí.
    Un besazo

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  24. Una reflexión acertada que nos coloca en un posición humilde, la que nos corresponde.
    Jan, la fotografía es bellísima.

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  25. Sólo la muerte nos da dimensión, querido Jan.

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  26. la muerte diaria ni la siento jajaja
    la que espero es la final y en ella desdoblar cada pulso energético en todo el océano sideral...

    me gustó la imagen y tu texto
    hondo , reflexivo
    un besito de luz

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  27. Te comentaré que hubo un momento luego de jubilarme a los 60, que me daba miedo morir.
    Que barbaridad no???

    Así que deje que mis sentires lo fueran madurando y depurando.

    Hasta que una noche surgio la pregunta?? porque miedo a morir??

    Ya habia cumplido con mi parte en este mundo,de ahora en más serán momentos de paz.

    Miedo a dejar de ver a los hijos y nietos, que sonsera, mis creencias me dicen que siempre los sentire....donde vaya.

    Asi que desde ese dia gozo la vida en cada instante, son suave y delicioso placer de la serenidad, sembrando y dando.


    Cariños

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  28. Muy profundo...

    Por eso uno no debería afanar tanto por las cosas de complacer tanto nuestra materia ,sino más bien crecer en lo que es el espíritu , que es lo único que no fenece jamás...ya lo otro bien dices nos convertimos en otra cosa ...pero aún así es de verse que no dejamos de ser...

    mis saludos cordiales!

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  29. Eres un artista, amigo Jan.
    Como en el minimalismo Zen eres capaz de expresar con una imagen la impermanencia.
    Un fuerte abrazo.

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  30. O quizá todo sea cuestion a acercarse al vacio donde el tiempo no tiene dirección y todo existe.
    Saludos!

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  31. Es -con toda seguridad- la única verdad de nuestras vidas y la analogía del vuelo la convierte hasta en hermosa. Pero, como tú bien dices, la esperaremos sin prisas o como yo digo "a su casa llegará cuando llegue".

    Si esa hoja pudiera, te agradecería haberla hecho inmortal antes de reciclarse.

    abrazos ¡artista! :)

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Apreciados amigos…
La gestión del tiempo es uno de mis problemas. En la medida de lo posible, contestaré vuestros comentarios.
Un abrazo