Cualquier fotografía que realizamos, obedece a un planteamiento del momento y al instante que decidimos como decisivo para apretar el disparador de nuestra cámara. La imagen de hoy me sirve para explicar el porqué de la misma…
Me encontraba paseando por el borde costero porteño. Y desde hacía unos minutos me había llamado la atención la evolución de cuatro practicantes de piragüismo quienes a bordo de sus kayaks hacían un recorrido parecido al mío pero con un enfoque visual completamente diferente. Mucho más sugerente se me antoja.
Miré dos veces por el visor de la cámara y a pesar de que me gustaba el colorido de sus trajes resaltando sobre el azul del mar, no me terminaba de agradar visualmente lo que veía.
Espere un par de minutos más antes de tomar una decisión de cambio de objetivo a fotografiar cuando descubrí en la parte baja de la costa a un fotógrafo agazapado, con un teleobjetivo montado en su cámara, intentando fotografiar unos pájaros sobre una roca frente a él. La llegada de los cuatro le dio a su composición un fondo con cierto valor añadido a su propia escena, ya sea juagando con la profundidad de campo para desenfocar las embarcaciones o haciéndolas reales con los pájaros en un primerísimo plano.
Si yo hubiera esperado unos segundos más, los piragüistas se hubieran colocado en el vértice superior derecho y hubiera conseguido una composición más acertada desde el punto de vista de la regla de los tres tercios y su triangulación den una escena. Pero esa ola blanca que se forma prácticamente en el centro de la imagen, espantó a los pájaros y estos volaron, además, la visual del fotógrafo y de los cuatro sujetos no hubiera guardado ninguna relación posible desde mi ubicación.
Hice la foto cuando creí que debía hacerla y haber esperado, en este caso hubiera sido un error.
Por mi ubicación podría asegurar que detrás de mí nadie me fotografiaba también a mí, pero hoy en día, uno ya no puede estar seguro de nada. Lo cierto es que vuestros comentarios le darán un valor añadido a lo que expongo.
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Copyright © By Jan Puerta 2012.
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com
Muchas veces, sobre todo con objetos en movimiento, las reglas son más un corsé que nos aprieta y que no sabe de nuestra situación en ese momento.
ResponderEliminarSi llegas a esperar el fotógrafo, ya sin pájaros, se habría movido, quizá los piragüistas no hubiera salido todos a la vez,... los pájaros habían volado.
Me gusta la foto y creo que la composición es muy correcta.
Un abrazo.
por experiencia sé que los piraguistas aparecen y desaparecen en cuestion de segundos, tienen la irritante costumbre de salirse del objetivo, de haber esperado la foto sería completamente diferente y apareceria vacia en la parte alta.
ResponderEliminarde todas formas, el fotografo es para mi el gran protagonista por encima incluso de la ola y las rocas.
abrazos
Només puc dir que m'agrada la fotografia, jo mai pense les fotos...és massa feina per mi i a més a més no entenc...només utilitze el mode automàtic de la compacta.
ResponderEliminarSent no poder participar en la converça...se m'escapa al meu enteniment...
Era el moment just i punt...i tu ho saps fer...
Gràcies per compartir-lo.
Una abraçada amic.
Captar el instante es una manera de preservarlo para seguir meditando sobre él. No estarán los piragüistas justo en el extremo superior izquierdo para equilibrar la figura del fotógrafo, pero igual nos hacen pensar que en una fracción más de segundo lo habrán estado...Es clara la noción de movimiento.
ResponderEliminarUn abrazo
Creo que la composición es perfecta. Y seguro que también la hicistes con los piragüistas más a la derecha y tu mismo comprobastes que no funciona tan bien.
ResponderEliminarUn abrazo
...sin tecnicismo alguno, te ha quedado estupenda!. Me gusta el momento que has captado.
ResponderEliminarSaludos Jan y buena semana.
Ramón
Cada entrada de este blog es una lección de fotografía.
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