Paranoia 107…
Siempre me he sentido observado. En algunas ocasiones, le planto cara al temor y me acerco hasta que la distancia es mínima con quien me observa. Sé que mi valentía carece de fundamento. Pero en ese lapsus de tiempo, uno de los dos se da la vuelta, disimulando, silbando la canción del despiste y alejándose no sin antes, esconder el rabo entre las piernas.
Pie de foto:
En Isla Negra, la casa donde Pablo Neruda era según mi opinión, más genuino, tiene innumerables detalles que hacen de su entorno algo tan fascinante como un museo, sin dejar de ser la estancia personal de un poeta. Entre ellos, hay un pez de hierro de considerable tamaño. Mi relación con el siempre ha sido de contemplación y respeto. Lo contemplo porque me parece fascinante y podría asegurar, (a pesar de caer por ello en el descrédito de los que siempre sueñan) que por las noches, el pez vuelve a su querido Océano Pacifico y navega es esas aguas negras que decía Neruda hasta que las primeras gotas de luz transforman en una turquesa sin horizonte, obligándolo a volver a su pedestal donde esperara la confusión de las sombras para repetir a diario su proeza. Lo respeto porque aquello que atesora un poeta, suele ser mágico por excelencia.
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Copyright © By Jan Puerta 2010
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janpuerta@gmail.com
Cada vez que visito tu blog me transporto por el mundo que muestras en imagenes, me fascinas con tu estilo y aproximacion a la vida.
ResponderEliminarTambien soy chilena, vivo en el extranjero y me acerco a mi tierra con tus fotografias
Un ojo cristalino y bello, como todas las entradas de tu blog, es un placer el visitarte e ir aprendiendo y conociendo bellos rincones que nos acercas con tus fotografías y palabras, un fuerte abrazo Jan
ResponderEliminarAlgún día soñé hacer mi casa así.
ResponderEliminarQue buenas las texturas del oxido. Saludos.
ResponderEliminarHay fotografías que se te meten en la cabeza y nunca las olvidas, ésta es una de ellas.
ResponderEliminarQue suerte haber visto dónde vivía Pablo...Me gusta hasta su nombre.
Solamente faltaba tu fotografía para terminar de enloquecer. Bendita locura.
Un abrazo.
Y más mágico si cabe, viniendo de Neruda.
ResponderEliminarA mi, este detalle, me recuerda las novelas de Julio Verne. otro gran soñador.
Un abrazo
Viaje al fondo del mar.
ResponderEliminarUna serie mítica de mi infancia.
Hola Jan, nunca hubiera imaginado que es el ojo de un pez de hierro que está en al casa de Neruda, pero si estaba claro que era algo distinto viendo esas burbujas dentro con los reflejos. En cualquier caso impactante.
ResponderEliminarUn abrazo
La verdad que me intimida un poco ese ojo tan grande, me siento observado.
ResponderEliminarSaludos.
¿Podrá ese ojo vernos a nosotros?
ResponderEliminarInteresante toma.
Saludos
el ojo del pez de hierro guarda memorias del mar...
ResponderEliminarme pregunto cuantas historias miró ese pez...
ResponderEliminarabrazos
La foto curiosísima y lo que es y donde está, aún más curioso :)
ResponderEliminarabrazos y buen finde
Un pez magico. Seguro que Neruda se inspiraba de su magia. Puede que tambien funcionase al contrario. Bueno, no se, lo que si es seguro es que esto ojos cristalino lo abarca todo.
ResponderEliminarUna foto preciosa.
Buenas noches, Jan Puerta:
ResponderEliminarTu fotografía del ojo, está llena de magia, imaginación, fantasía,...
Así me lo ha parecido y su visión y lectura de tu texto, me ha hecho trabajar -después de pasarme por tu blog- en esta tarde noche del 1º de Abril.
Con un clic en mi nombre podrás comprobarlo.
Un abrazo.
Feliz el pez que puede volver, quizá, todas las noches a nadar sus aguas.
ResponderEliminarBesos
Podríamos decir que estás en el ojo del caldillo de congrio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Va con la entrada de Pedro OJeda "Gran Hermano nos observa". Impresionante, asusta.
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