A veces unos pies descalzos esconden una triste realidad a pesar del divertimiento que puede aparentar el correr descalza por la acera de una gran ciudad.
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Hola Jan, que razón tienes. Siempre encuentras las palabras justas y adecuadas para invitar a la reflexión.
ResponderEliminarUn abrazo
También es una manera de tomar contacto con la auténtica verdad.
ResponderEliminarCompleto este post
Saludos, Sr. Puerta
uffff...cómo me duelen esos pies!...será que como madre siempre ha sido bastante insistente con mis hijas para que no anduvieran descalzas...mucho menos en las calles!
ResponderEliminarUn abrazo.
la libertad camina sin zapatos sobre la selva del asfalto.
ResponderEliminarBesos y amor
je
Me han entrado unas ganas de abrazarla...
ResponderEliminarLa realidad es demasiado dura, ojalá solamente tuviera calor y se quitó los zapatos para jugar descalza...
Besos Jan.
Cuando se es niño andar descalzo solo es eso, caminar sintiendo el suelo bajo tu peso. Luego de mayores uno se hace consciente de que a veces esa es la triste realidad de muchas personas.
ResponderEliminarUn abrazo
A pesar de, se la ve feliz, contenta...la pureza de la inocencia.
ResponderEliminarTere.