Según decían hace algo más de medio siglo,
cualquier sombrero dotaba al hombre de una inesperada elegancia. Pasados estos fatídicos
años para la galanura, ciertos atisbos de la misma, florecen entre ambientes
hostiles a la mirada.
Y eso es de agradecer.
Paradojas de uno que visito en su día el Musée de
la Chepaellerie cerca de Narbona
Clic aquí para ver la serie
completa:
Copyright © By Jan Puerta 2013.
Texto y fotografías con
copyride del autor.
janpuerta@gmail.com
mmm...no creo que vuelvan a imponerse por "galanura"...sólo se los usa si el clima lo justifica...me parece.
ResponderEliminarUn abrazo
Aixi era Jan, i el senyors es treien el sombrero per saludar a les senyores.
ResponderEliminarCostums d´una época que ja no tornará.
No se fins a quin punt hi havia certa hipocresía.
Una abraçada, Montserrat
me gustan los sombreros y la gente que los lleva,por eso me gusto yo... Un saludo ;-)
ResponderEliminarImagino que la climatologia es el que avui en dia fa que es portin barrets o no, tot i que sempre hi ha romàntics que el duen per altres motius.
ResponderEliminarUna gran imatge, si senyor!
Una abraçada