Nos empeñamos en plantarle cara al destino,
ignorando que otros con mejores cartas que nosotros también lo hicieron y
sucumbieron a su poder.
Imagen tomada ayer martes, en
el interior de una casa abandonada y actualmente en su fase final, ya que la
están desmontando a mano, para recuperar sus valiosas vigas de roble, pino Oregón
y otras maderas nativas.
La pared de una habitación,
estaba decorada con un papel pintado muy especial. Tentando y quizás recordando
que la suerte es tan relativa como nuestra propia existencia.
Cuando quiera, donde quiera y
sin motivos aparentes, nos da el tiro de gracia y la vida sigue como si nada.
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completa:
Copyright © By Jan Puerta 2013.
Texto y fotografías con
copyride del autor.
Una paret empaperada que dona molt joc.
ResponderEliminarEl forat et desperta de cop.
Una abraçada
El forat... ¡ens desperta! Si senyor.
EliminarSense ell,la imatge no la hauria publicat mai. Es la metàfora que amaga la sensació de engabiament que es podria tenir al fer vida en una habitació com aquesta.
Una abraçada
Este papel no lo pondria nunca en mi casa,es muy agobiante...
ResponderEliminarBuena foto y Buena reflexion.
Un abrazo.
Yo tampoco, no obstante, no descarto imprimir esta serie y colgarla en la pared de casa. (Al menos por un tiempo)
EliminarUn abrazo
Interesante Jan. Desde luego el papel se las trae eh? Un abrazo :)
ResponderEliminarSe las trae. Lee la respuesta que le doy a Luis. El vierne... más.
EliminarUn abrazo
Por lo menos no se tira a la escombrera si no que se recoge todo lo que puede ser reutilizado. Curioso papel pintado, si era de una habitación los sueños debieron ser interesantes. Me gusta la foto
ResponderEliminarSalu2
Las viejas estructuras de las casas de hace un mínimo de 70 años, están realizadas con madera buena. Hay todo un negocio alrededor de su recuperación.
EliminarUn abrazo
Que increíble modo de empapelar la habitación. No quiero ni pensar como terminarían sus dueños de los nervios.
ResponderEliminarUn abrazo
Luis, el viernes, tengo pensado subir una fotografía de otra de las habitaciones. Había cuatro tipos de papel pintado. Uno de ellos, podríamos decirle... normal. Léase juegos geométricos florales. Pero las otras tres (incluida esta) son de museo ¡sin duda!
EliminarOtra cosa que apuntas, es lo primero que pensé cuando vi los papeles pintados… ¿Cómo se puede vivir por horas, días, semanas y años, bajo la influencia directa de “algo” tan subliminal como es una imagen o un juego visual.
Un abrazo
Yo no pondria una pared así en mi casa ni harta de cocacola,menuda rayada mental.. Ahora lo de suerte es relativo,como todo en esta vida... El domingo publiqúe precisamente sobre la suerte,ye dejo el enlace por si te apetece dar un vistazo.un saludo.Helen.
ResponderEliminarhttp://lafragu.blogspot.com/2013/08/suerte.html
Yo, tampoco lo haría. De hacerlo, alguna neurona se habría rebelado contra la cordura.
EliminarHe visto tu imagen del domingo.
Un abrazo
Hola Jan. El destí no el sabem, el que pasa que hi ha que anar lluitan el dí a día i no dormir en els llaurés.
ResponderEliminarEs curiós els detalls que troves per fotografiar en les coses més sencilles, que per molts passaríen desaperçabudes.
Una abraçada, Montserrat
Montserrat, si haguessis entrat a la mateixa casa, de ben segur haurias quedat parada al veure aquesta habitació.
EliminarUna abraçada
Ese papel en una habitación debe ser algo delirante que impide, no ya dormir, si no tan solo relajarse. Un paso más y la locura; pero hay gustos para todo. Un abrazo,
ResponderEliminarEsos gustos a veces... matan. Espero que no haya sido el caso.
EliminarNo creo que pegase ojo yo.
Un abrazo Miquel.