En medio de la ciudad, su
mirada penetrante, me pidió una moneda para seguir “tomando” mientras el mundo,
seguía girando a nuestro alrededor. Nadie se percató del momento. Solo nosotros
dos frente a una civilización que sigue absorta en la indiferencia, la
incomprensión, el silencio y el desafuero social de todo lo "ilógico" que se
mueve a su alrededor.
El mundo de los marginados es
real. Existe. Esta ahí fuera y nos acompaña a cada paso que damos a pesar de
que no los queramos ver. Quizás, no estemos tan lejos de caer en el.
La imagen pertenece a una
serie de personajes que por sus características he denominado… “la ciudad de
los invisibles”
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completa:
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Texto y fotografías con
copyride del autor.
No son invisibles, mas bien hacemos grandes esfuerzos por no verlos, yo diría "la ciudad de los ciegos". Buena la toma que ayuda a comprender la denuncia social. Saludos.
ResponderEliminarPor desgracia cada día son más visibles y más abundantes...Ojalá dejen de serlo.Un saludo amigo.-
ResponderEliminarhttp://visual-anjespinosa.blogspot.com.es/
Qué gran reflexión. Saludos.
ResponderEliminarBuenos dias Jan, no hay peor ciego que el que no quiere ver, pero tienes más razón que un santo , cada dia somos más los que estamos en la linea de lo imposible.
ResponderEliminarBesotes
Si Jan, cada vez hay más, y vamos por mal camino, la pobreza se palpa en todos los hogares de gente humilde cada día con más fuerza. Da pavor ver llegar así lo que antes no era ni de imaginar. que pases un buen fin de semana.
ResponderEliminarTan grande es la foto como tu reflexiòn. Enhorabuena
ResponderEliminarun abrazo
fus
El nom d'aquesta sèrie "la ciutat dels invisibles" em sembla encertadíssim i el personatge d'avui hi es de ple dret. M'agrada i comparteixo plenament el teu pensament sobre els marginats que trobem a diari pel carrer.
ResponderEliminarUna abraçada
buena foto y reflexión interesante!
ResponderEliminarun abrazo
Hay que saber renunciar a los propios puntos de vista cuando es para bien de los demas. Hacer feliz al projimo esla mejor mision' que hemos recibido.
ResponderEliminarHay que saber renunciar a los propios puntos de vista cuando es para bien de los demas. Hacer feliz al projimo esla mejor mision' que hemos recibido.
ResponderEliminarHola Jan hi tant que ni han.
ResponderEliminarSaps de vegades tmbé encesiten ser escoltats.
Una abraçada, Monbtserrat
Una cosa es que no queramos aceptar que existen,pero estar, estan.
ResponderEliminarMuy buena definición. La ciudad de los invisibles, es realmente cierto.
ResponderEliminarNo. Lo vemos de lejos pero, al menos aquí en esta España nuestra que cantaba, creo que Cecilia, la exclusión era una realidad y cada vez lo será más. No son seres extraños, ajenos. Yo, tú, él, en las circunstancias actuales, cualquiera está/estamos al borde del abismo.
ResponderEliminarHas triat una bona foto per a aquesta reflexió, Jan. Ell, de cara a tu, amb la mirada interrogant, directe. La resta, d'esquena o, a tot estirar, de perfil. Cadascú amb les seves ocupacions, entre les quals hi ha ignorar allà on tots podem anar a parar, cada vegada amb més facilitat.
ResponderEliminarEn fi, bon cap de setmana, i una abraçada.
Grande Jan !!!
ResponderEliminarUna bona imatge que complementa la teva reflexió, desgraciadament massa freqüent a les nostres ciutats "civilitzades".
ResponderEliminarSalut.