Salgo de casa y camino unos
ocho minutos. El magnífico atardecer invernal me deja una escena imposible de
obviar bajo el instinto fotográfico que me precede. Por unos instantes, observo
la escena en sí y miro a través del visor posibles encuadres, al tiempo que veo
acercarse una bicicleta, pero no reparo en el coche que viene en dirección
contraria hasta que su incorporación me hace dudar de apretar el disparador. No
suelo hacer fotografías donde los coches adoptan un papel predominante o
ejercen ese extraño don de querer acaparar el rol de protagonista en el
encuadre. No obstante, hago una toma de la escena. La bicicleta sigue dominado
la acción a pesar de esa mirada directa del ciclista sobre mi cámara
Al llegar a casa no pierdo el
tiempo y decido centrarme en la imagen realizada. Observo la composición con
ojos críticos y la guardo para una segunda lectura. Acción esta, que repito en
varias ocasiones desde el día que realicé la fotografía hasta la fecha de hoy,
en que decido publicarla.
La escena en si no tiene nada
fuera de lo normal. Pero tiene algún que otro elemento interesante como es el
cielo amenazador de tormenta (que la hubo) y esa profundidad que tiene la
composición gracias a ese largo camino del sector denominado Los Laureles y que
además me sirve para dar nombre a la imagen.
AL igual que la imagen de
ayer, (clic aquí) una escena cotidiana sin más.
Clic aquí para ver la serie completa:
Copyright © By Jan Puerta 2013.
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com
Pues creo que has hecho bien en decidirte a publicarla porque la fotografía se lo merece. Hay dos líneas que, desde la derecha, una, y desde la izquierda, otra, confluyen trazando unas suaves curvas y luego se prolongan, ya juntas, hasta perderse en la lejanía. El triángulo que forman es equilibrado y da marco al ciclista convirtiéndolo en protagonista, pero a la vez, de algún modo, hacen que la mirada siga una ruta a través de la fotografía para volver al ciclista. Personalmente es un trabajo que me gusta. Un abrazo,
ResponderEliminarUn gran análisis de la imagen. Muy bien Miguel.
EliminarUn abrazo
Si, me gusta y el cielo le da personalidad.
ResponderEliminarEl cielo, amenazante y lleno de personalidad.
EliminarUn abrazo
Pues tu dirás lo que quieras Jan pero me parece una toma redonda por las cuatro esquinas empezando por el coche y el ciclista que podríamos calificarlo como dos medios de transporte distintos, ese frondoso árbol que arropa a los dos elementos y el amenazante cielo que engrandece la imagen, en definitiva; que has echo bien en disparar tu cámara, un abrazo compi.
ResponderEliminarEs una lectura también acertada amigo.
EliminarGracias por el análisis.
Un abrazo
Genial la composición y un gran trabajo en la edición. Saludos.
ResponderEliminarGracias Rubens.
EliminarUn abrazo
Molt bonica, el processat es molt bo I la composiciò tambè esta molt bè.
ResponderEliminarUna abraçada
Gracies Xavi.
EliminarUna abraçada
La fondària de la carretera, el cel amenaçador i el vent que mou els arbres li donen un atractiu enorme a l'escena.
ResponderEliminarUna abraçada
Gracies Josep...
EliminarUna abraçada
Parece sacada de una película de cine negro.
ResponderEliminarun abrazo
fus
Podría ser la portada, pero hay que escribir el resto de la historia.
EliminarUn abrazo amigo
me gusta el contraste entre el ciclista y el coche. la vida lenta contra la rapida.
ResponderEliminarun abrazo
Gracias Hilde.
EliminarUn abrazo