Que maldición deben de
tener los antiguos cines para que sean devorados por la modernidad, terminado
sus instalaciones en remodelados negocios tan dispares como puede ser la venta
de pollos asados, la de viviendas de lujo o de tiendas de moda.
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Copyright © By Jan
Puerta 2013.
Texto y
fotografías con copyride del autor.
En nom de la modernitat s'ho carreguen absolutament tot (sempre i quan hi hagi negoci pel mig).
ResponderEliminarUna abraçada
Cert. Tot acaba sent un negoci, desgraciadament. En aquest cas... immobiliari. La nova doctrina del país. No entenc per que no s’aprèn dels errors de altres països, com el nostre.
EliminarUna abraçada
Hay demasiados elementos que me despistan en esta composición. Me gusta como contrapones el arbol a la sombra lateral derecha
ResponderEliminarEstuve detenido delante del edificio durante diez minutos. El tiempo que estuvo el señor de la maleta esperando su transporte. Hice tres fotografías. Me quede con esta, por la singularidad de los dos personajes que a pesar de andar en sentido contrario el uno del otro, miran hacia el interior. Quizás por curiosidad (no lo dudo) o tal vez por añoranza de esos momentos vividos en el cine. Pero el eje de la imagen, es la maleta, su personaje y ese farol mudo que ampara la escena en si. Al menos para mi José Ramón.
EliminarUn abrazo
Esta fotografía no sería lo mismo si faltase en ella ese viajero situado junto a la farola con su maleta. En cuanto a los viejos cines te diré que mientras los reconviertan... Lo peor es cuando meten piqueta directamente y al suelo. Un abrazo,
ResponderEliminarEn este, la estructura exterior se mantiene. Pero el interior, donde había una escalera al anfiteatro, con unas piezas de cerámica en el suelo donde se podía leer Cine París, fue demolido por unos operarios que seguramente nunca lo pisaron. Fríos golpes de cincel terminaban con la historia.
EliminarSolo hay recuerdos... Dispersos.
Sin ese personaje, no hubiese hecho está foto.
Un abrazo Miguel
El cine, uno de los grandes inventos del siglo XX y que tantas emociones nos ha hecho sentir... A día de hoy tiene un precio tan elevado que se está convirtindo en espectáculo de lujo para bolsillos desahogados.. Por mucho internet y descargas que te puedas hacer,el cine siempre será el cine y su pantalla grande una puerta a soñar.. Al paso que vamos y con la especualción que existe en este mundo,muchos niños de hoy dificilemnte llegaran a conocer locales dedicados a la exibición de películas... El viajero de la fot,se lleva en su maleta,la ilusión del local... Un saludo Jan ;-)
ResponderEliminarBuen comentario. Parece que en esa maleta haya rescatado los últimos recuerdos del cine y quiera alejarlos de tanto cambio sin sentido.
EliminarUn abrazo
Me gusta la foto con ese viajero esperando su destino.
ResponderEliminarun abrazo
fus
Gracias Fus.
EliminarUn abrazo
Se ve que el último actor espera el autobús que lo conducirá a otros lugares más provechosos. Una imagen que contiene cierta crudeza. Un abrazo, Jan.
ResponderEliminarLa realidad, es cruda. Aunque no siempre la queremos ver.
EliminarUn abrazo
La crudeza de lo olvidado, de lo desechado y ya poco habitual. Esa es la grandeza de estos lugares en los que los sueños han sido protagonistas durante años y años y que sin embargo ahora descansan y gozan del merecido descanso
ResponderEliminarUn abrazo
El descanso a veces va asociado a un olvido no merecido.
EliminarQue lastima.
Un abrazo Luis.
No queda ninguno de los cines de barrio que frecuenté siendo joven. Sesiones continuas y ojos abiertos.
ResponderEliminarDe mi pueblo, no quedan ninguno de los tres cines que había. Ahí disfrute la magia del cine. Primero de la mano de mis Padres, y después como decía sabina, en la fila de los mancos.
EliminarIncluso, un fin de año, lo pase en uno de ellos.
Un abrazo
Jo t'entenc i ho comparteixc...però si ho pense en gelat: al cine no es pot anar ara, almenys ací: ara ja és un luxe...malauradament...
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