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jueves, 3 de junio de 2010

Lanza, escudo y arnés tranzado

“Buscar al rustico”
Si no quieres quedar atrapado por Don Quijote no hagas clic en este enlace:
Los jueves leemos el Quijote con Pedro Ojeda
Cap. 2.52


Se abre el capítulo de hoy con la buena nueva -y esperada- partida de Don Quijote hacia tierras de Zaragoza. Pero al menos por seis días deberá de esperar su partida por un nuevo compromiso que acoge como suyo al escuchar entre sollozos la suplica de la Dueña Dolorida que no era otra que doña Rodríguez, quien emplaza el noble gesto caballeresco de Don Quijote para que haga recapacitar al rustico indómito quien prometió en su día casarse con su hija.

La dueña se lo pide a Don Quijote, al dudar sobre la capacidad de su señor duque en aplicar justicia… “Por qué pensar que el Duque mi señor me ha de hacer justicia, es pedir peras al olmo” en clara alusión a los propios intereses del Duque con el padre de muchacho, de quien recibe sus buenas cantidades de dinero.

Curiosa reacción la de los Duques con la dueña y su hija, quienes pierden sus privilegios por solicitar la ayuda a Don Quijote.

La segunda parte del capítulo, nos muestra a la duquesa deseosa de leer las dos cartas traídas por el paje.La carta de Teresa, dirigida a la duquesa, gira alrededor de la incredulidad que causó su misiva tanto en el cura, maese Pedro y el Bachiller Carrasco, argumentando que menos mal que llegó el paje con las perlas y el vestido, sino, tampoco ella lo hubiera creído. También los deseos de ella por formar parte de esa corte que representa ser la esposa de un gobernador.
Se escusa de no haber podido enviarle u celemín de bellotas, pero si le envía medio. Recogidas por ella minuciosamente para la duquesa.
La segunda carta que porta el paje, va destinada a Sancho, pero la duquesa se muere de ganas por leerla. Le pregunta a Don Quijote y este asiente para no descontentar al duque. Sin duda por su pronta marcha.
En esta carta, más personal hacia Sancho, le pone al día de lo acontecido en el pueblo desde su partida así como los deseos propios de llegar a la corte. También le hace mención al trabajo que realiza su hija, -quien al saber de su nombramiento se le fueron las aguas de puro contento- cobrando ocho maravedíes por ello que guarda para el ajuar. Pero ahora al ser hija de gobernador, dejara el trabajo, ya que la dote del ajuar le corresponde dársela a él.
A continuación fue leída públicamente también la carta que le enviaba Sancho don Quijote.
El capitulo finaliza avisándonos de algo que ya se venía venir en los capítulos predecesores. El fin del mandato del gobernador. Veremos que sucede el próximo capítulo que será el 53.


Fotos quijotescas…
Hace unos meses encontré a este desvalido Don Quijote quien parecía estar a la espera de una nueva partida. Quizás a tierras de Zaragoza me dije a mi “mesmo”. Como en el capítulo de hoy me fijé que le faltaba la lanza y el escudo como mínimo.
Vivir entre tanto cachivache fútil es como ser parte de los propios encantamientos que persiguen a nuestro Don Quijote.


Grabados quijotescos…
En la edición de 1901 en Londres se nos presentaba a un Don Quijote con un parche en el ojo. Una excentricidad más a la que ha sido sometido nuestro personaje. Pero curiosamente, en una edición parisina de 1951, a Sancho se le sometía a una caricatura muy cercana a un pirata de los malos o bien a un zíngaro agitanado.
Es que estos ingleses y estos gabachos a veces hay que darles de comer a parte.

Clic en las imágenes para verlas mejor
“Quijote”

Copyright© By Jan Puerta 2009
Texto y fotografías con copyright del autor
janpuerta@gmail.com

8 comentarios:

  1. Excelentes las fotos. Y, sí, los ingleses y franceses (sobre todo éstos últimos) tienen unos grabados de nuestros héroes muy sui-generis e irónicos.
    Gracias a PANCHO ya sabemos que es un "elemín" (4 kgs.). Besotes quijotescos, M.

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  2. No comento. solo una saludo para el finde, i un recuerdo: Te han aprobado los deberes? DEsde Barcelona un saludo muy cordial

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  3. Siete días más de aguantar las burlas y reírle las gracias a los duques.

    No se puede decir que este Quijote desarmado no tenga bien a mano la herramienta para armarse.

    El S del autor francés es un compendio de la visión que muchos de ellos tienen de los vecinos del Sur.

    Un abrazo.

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  4. La verdad es que una cosa es decir que te quieres ir y otra que te vayas...ya veremos lo que tarda ....aunque el final es la crónica de una marcha forzada y anunciada...salud

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  5. El comentario nos lleva al grano de las dos partes del capítulo. El Quiojte de mercadillo es excelente en tu visión: parece haber sobrevivido a un combate de objetos cotidianos para seguir soñando. Y la edición de Londres no la conocía y resulta bien interesante para saber cómo nos veían.

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  6. Realmente hay que darles de comer aparte... ¿Sancho visto como pirata?
    Ushhhhh

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  7. Tal vez con el fin del mandato llegue el principio de sus venturas.

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