El malecón improvisado permite un placentero paseo
urbano a la orilla de un mar de adoquines.
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Pensamientos con imagen
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Qué tendrá el mar que lo vemos por todas partes...
ResponderEliminarPreciosa!
Un abrazo.
Preciosa foto. Y la has anclado en el mar y ahora no puedo dejar de verlo.
ResponderEliminarUn placer.
Un abrazo,
¿Seguirá la arena debajo?
ResponderEliminarComo dice Remei, que tendra el mar. Me gusta el procesado de la foto, le da un tono inquietante a la foto.
ResponderEliminarSaludos
Un mar de adoquines con su playa de arena dina en la que un bañísta parece probar la temperatura del agua. Genial, sencillamente genial.
ResponderEliminarUn abrazo
Fabulosa imágen, con su profundidad, su "sol y sombra", su contrapunto ...
ResponderEliminarCordiales saludos.
A ver quien es el primero en tirarse de cabeza en este mar de “adoquines”, preciosa toma Jan, un abrazo
ResponderEliminar¡Hola! He entrado a tu blog, parece que tiene muy interés y con llenos de la ilusión, me lo quedo. Grácias por compartir.
ResponderEliminarMi corazón, Noemí.
Hola Jan, ademas lo has retratado de forma que realmente parece el efecto del mar.
ResponderEliminarUn abrazo
Me encanta el impacto visual de ese mar de adoquines. Saludos.
ResponderEliminarBuenas noches, Jan Puerta:
ResponderEliminarTu fotografía parece sacada de un sueño; es la imagen de un mar repleto de peces.
Un abrazo.