Los vendedores ambulantes siempre esconden algún detalle que bien merece una fotografía. Hace unos días descubrí uno que a pesar de ser ambulante, llevaba a cuestas su propia tienda… de campaña claro.
Paradojas del ver después de mirar.
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Me parece una estupenda y completa imagen ya que la vista primeramente se te va hacia la tienda de campaña del vendedor siguiendo hacia los chicos que le miran con cara de circunstancia, en definitivas; una buena toma en BN, un abrazo Jan.
ResponderEliminarUna imatge realment curiosa. El que no entenc es, si la tenda li serveix per a guardar material, com si fos una rebotiga, o es que l'home no té on dormir i la tenda es casa seva.
ResponderEliminarEn qualsevol cas, una nova i gran imatge per a la teva estupenda col·lecció.
Una abraçada
Esa es la gran virtud de los buenos. Que logran ver después de haber mirado. Algo no al alcance de todos.
ResponderEliminarUn abrazo, Jan.
no lo entiendo. yo no se como consigues sacar siempre gente perjudicada y a nadie de aspecto normal, saludable y sonriente.
ResponderEliminarentre pobres y perros abandonados la ciudad que nos muestras da pánico.
un abrazo
Tu modo de ver después de mirar es realmente curiosa y definitoria de una manera de retratar la realidad.
ResponderEliminarUn b&n genial.
Un abrazo
Penso que tens una colecció de fotografíes ben curioses. On les trobes? Son com retalls de la vida dels desheretats.
ResponderEliminarPerò m'agraden. Si, molt.
Salut i castanyes.
Hola Jan, al final es práctico montar la tienda en la puerta de casa.
ResponderEliminarUn abrazo
Bonita fotografía,aunque desearía no ver más gente así.Un saludo desde Almería .-
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