La última vez que caminé por Figueres, me detuve
por un rato en un mercado donde la fruta y la verdura eran los protagonistas inmóviles
del momento. En esto, se acercó un hombre sonriente con un gran bigote y me
dijo: “fes-me una foto al costat del rei de les cebes” y así posaron los dos.
Anoté en una libreta -que extravié- la dirección
postal del hombre.
Hoy repasando mis primeras carpetas de imágenes digitales,
la encontré. La vida está llena de causalidades y en ocasiones, uno se lleva
una sorpresa al recibir un correo de alguien que conoce a la persona
fotografiada. Esperemos que en esta ocasión, también sea así.
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completa: Anécdotas
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Eso de conocer a alguien visto en una foto por azar sí que es semejante a hallar una aguja en un pajar!
ResponderEliminar=)
Ojalá se de en este caso!
me gustan sus gestos y sus cras.. Un saludo :)
ResponderEliminarQuin gran retrat!
ResponderEliminarM'encanta especialment l'expressió dels dos personatges.
Una abraçada