La verdad es que no se bien por dónde empezar...
La
destrucción del fuego incontrolado y la extenuante labor de las diferentes
compañías de Bomberos, debería de ser un buen preámbulo para iniciar esta
crónica personal sobre este voraz incendio que ha consumido el sueño de muchos
porteños que lo han perdido todo, exceptuando la voluntad férrea de seguir
saliendo del hoyo en el que están metidos en este momento.
Los bomberos han llegado a tener turnos de más de
30 horas sin descanso. Son voluntarios y en muchas ocasiones, malmirados. Yo
los respeto. Tengo buenos amigos bomberos y siempre son capaces de dar su vida
por defender lo de los demás. Una frase que suena a tópico pero que esconde la
verdad en su simplicidad.
Sus rostros reflejan el cansancio acumulado y en
algún caso, la impotencia de no haber podido hacer más.
Pero no fue su culpa.
Lo dieron todo. Cientos de imágenes son testigos mudos de su actuar.
En segundo lugar debería de hablar de los
voluntarios, de la masa estudiantil y algunos que ya dejaron las aulas hace
años, para enfundarse unos guantes de cualquier tipo, una pala y subir a los
cerros a remover las cenizas o… lo que haga falta.
Qué gran frase escuche hoy
delante de personas que solo tenían escombros por remover y no sabían por dónde
empezar… ¿le puedo ayudar? Y sin más se ponían a remover las huellas del
desastre para intentar paliar en lo posible la desgracia ajena. Los
estudiantes, tienen el futuro de este país en sus manos. Lejos de las siglas
políticas. Simplemente con su actuar, pueden lograr lo que las oposiciones de
cualquier gobierno son incapaces de conseguir. Deberían mirarse más en el
espejo y pensar en armar algo grande para las próximas elecciones.
Otros voluntarios, subían a los cerros cargados de
agua, ropa, sonrisas y buenos gestos y nada de hipocresía que tienen otros que
se aprovechan de lo sucedido para sacer partido.
Tampoco puedo olvidar a los carabineros. Los
odiados en las marchas estudiantiles, hoy estuvieron al lado de los propios
estudiantes colaborando en todo, mientras la buena armonía se dejaba sentir
entre todos.
Mencionar también los voluntarios veterinarios que
se dedican a recorrer los cerros buscando animales de compañía para prestarles
su ayuda, con vacunas, remedios, comida y agua.
También existen los listos que con una
despreciable acción, parece que quieran echar por tierra la labor de los
voluntarios y aprovechan la ausencia de los propietarios al ser evacuados por
el incendio, para entrar a robar sus
pertenencias. Estos actos así, deberían de tener algún tipo de castigo ejemplar
para que se evitase su ejecución. Afortunadamente, el ejército, al caer la
noche, tomó posesión de vigilancia y evito males mayores.
Por último no puedo olvidarme de los políticos.
Esos especímenes que aprendieron a sonreír y poner cara de jugadores de póker
con un suave rictus estúpido que se repite siempre ante cualquier tragedia. Que
pocos (se podrían contar con los dedos de una mano y sobrarían dedos) los que
se arremangan las mangas y se ponen al lado del pueblo a remover el suelo
olvidándose por un instante e su condición de semidioses griegos. Bien por el
diputado de Aysén, Don Iván Fuentes. Un político que supo estar en su sitio.
·
Los próximos
días os iré contando algunas anónimas historias de esta desgracia.
·
Las
últimas noticias hablan de dos mil quinientas casas calcinadas. Quince
fallecidos y más de quince mil damnificados. Fuentes oficiales del gobierno.
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serie completa: Pensamientosapáticos
Copyright © By Jan
Puerta 2014.
Texto y fotografías
con copyride del autor.
Excelente reportaje
ResponderEliminarMagnífico reportaje.
ResponderEliminarLa sociedad siempre reacciona mejor ante los desastres que los políticos de turno. Ha sido terrible ese incendio, espero que pronto los afectados salgan adelante.
ResponderEliminarUn saludo
Jan, en primer lugar deseo que no estés afectado en primera persona por este descomunal incendio, aunque cunado toca de cerca... siempre queda el rescoldo.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho como lo has enfocado y eso que no sabías por donde empezar.
Un fuerte abrazo
Una crònica impecable que parla de moltes coses que evidentment no reflecteixen els mitjans.
ResponderEliminarEspero noves notícies i alguna d'aquestes històries anònimes que ens anuncies.
Una forta abraçada Jan
Oportuno reportaje el tuyo, querido amigo. Tanto en imagen como en palabra. Esfuerzo y dolor juntos.
ResponderEliminarUna auténtica calamidad. En estos momentos es cuando la verdadera solidaridad se hace aparente entre las personas.
ResponderEliminarIncreíble.
podi-.
Gracias, por todo esto, Jan. Yo, simplemente, no tengo palabras. Solo esa, gracias.
ResponderEliminarHola Jan:
ResponderEliminarHas hecho un reportaje perfecto destacando la soliraridad de estas personas.
Es muy triste.
Ahora habrá que trabajar mucho parq que como el Ave Fenix, todo vuelva a surgir entre cenizas.
Una abraçada, Montserrat
Excelente croníca,dee aquí todo mi apoyo
ResponderEliminarImpresionante reportaje, Jan. Seguro que fue tremendo hacer las fotos allí.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Menuda putada Jan, un desastre que siempre afecta a los más desfavorecidos.
ResponderEliminarBuen trabajo de reportaje gráfico. Ánimo
Un abarzo
Terrible. Pero como siempre en estos casos, surge lo mejor, la mayoría, y lo peor de los seres humanos. Gran reportaje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ojalà tots els periodistes fossin com tu, cada vegada pense més en un periòdic com el teu bloc.
ResponderEliminarTu saps donar noticies.
Quan pugues i tingues temps recomana'm un periòdic digital d'ahí.
Abraçades.