Atento
Salí de casa temprano. Como siempre las calles solitarias solo albergaban al servicio de limpieza de las calles, algún que otro madrugador o trasnochador según se mire y cuatro perros abandonados que estaban en la plaza. Los había visto y fotografiado ayer. Pero cerca de la parada del bus, un nuevo inquilino. Era joven y se le notaba inexperto. Parecía su primera noche en la plaza. Quizás los demás no dejaron que se acercara a los mejores rincones. Tal vez.
El caso es que dormía profundamente. Enroscado en sus propios pensamientos, ajeno al día que despertaba. Acaso pensando en las dificultades que se le aproximaban. Me acerque todo lo sigilosamente que pude y al agacharme para enfocar abrió sus curiosos ojos…
Los perros abandonados terminan por formar parte del entorno que rodea al humano. Como un viejo tapón de plástico, un envoltorio de un caramelo o simplemente una mala hierba que lucha por sobrevivir en cualquier pequeña obertura que tiene el cemento. La autentica alma del ser humano.
A este incomprendido, decidí llamarle “Atento”. Así se mostró conmigo.
“Dogs of the world”
Salí de casa temprano. Como siempre las calles solitarias solo albergaban al servicio de limpieza de las calles, algún que otro madrugador o trasnochador según se mire y cuatro perros abandonados que estaban en la plaza. Los había visto y fotografiado ayer. Pero cerca de la parada del bus, un nuevo inquilino. Era joven y se le notaba inexperto. Parecía su primera noche en la plaza. Quizás los demás no dejaron que se acercara a los mejores rincones. Tal vez.
El caso es que dormía profundamente. Enroscado en sus propios pensamientos, ajeno al día que despertaba. Acaso pensando en las dificultades que se le aproximaban. Me acerque todo lo sigilosamente que pude y al agacharme para enfocar abrió sus curiosos ojos…
Los perros abandonados terminan por formar parte del entorno que rodea al humano. Como un viejo tapón de plástico, un envoltorio de un caramelo o simplemente una mala hierba que lucha por sobrevivir en cualquier pequeña obertura que tiene el cemento. La autentica alma del ser humano.
A este incomprendido, decidí llamarle “Atento”. Así se mostró conmigo.
“Dogs of the world”
Es triste ver ejemplares tan bonitos abandonados. Qué penita!
ResponderEliminarBonita foto!
Yo creo que atento y desconfiado...
ResponderEliminarInteresante coleccion de perros vagabundos (palabra no despectiva) que nos estas enseñando.
saludos.
La foto lo dice todo. Podría ser perfectamente portada de un anuncio contra los abandonos de mascotas. Es el lado más triste de estas series, que son reales como la vida misma. Si me tocara un buen pellizco en loterías compraría un gran campo donde recogería animales como Atento, que seguro que tienen un gran corazón. Gracias por no faltar a tu cita semanal con el humanismo hacia los perros.
ResponderEliminarMenuda cara de tristeza tiene este animal. Con su cuerpo todo recogido, protegiéndose, no dice nada bueno de su pasado, y delata la dificultad de su presente.
ResponderEliminarEl color de la toma es muy bueno.
Saludos
En las calles que cruza a paso lento,
ResponderEliminarbuscan sus ojos sin fulgor ni brillo
el rastro de un mendigo macilento
a quien piensa servir de lazarillo.
Un abrazo Jan
No entiendo como la gente puede deshacerse de los animales, por mucho que le doy vueltas no lo entiendo.
ResponderEliminarMuuuuuuacks!
Su asumir no se decanta por el desinterés... ¿Tendrá todavía esperanza?
ResponderEliminarAprenden que no pueden fiarse de nosotros y les sale el alma de lobos. Quizá, un día, nos devoren: nos lo merecemos.
ResponderEliminarHola, Jan. Además del colorido de la escena, me atrapó esa mirada. Muy buena toma. Un abrazo.
ResponderEliminarAtento, la extrañez que se percibe con su mirada, cuanta incertidumbre expresa la foto en si, momentos no exclusivos de este animalito... Desgraciadamente.
ResponderEliminarBonito el color de la foto en general. Realmente Atento está integrado en su entorno, un entorno en el que has reflejado, sin pretenderlo, el mundo animal, el vegetal y el mineral.
ResponderEliminarEnhorabuena una vez más, Jan
Primero agradecerte que tus palabras en mi pequeño rinconcito.
ResponderEliminarUna foto muy bonita. Que penita que da el pobre. se le ve tan solo, con mirada triste y... encogidito de frio. No entiendo como pueden dejar abandonados a unos animales tan nobles.
Un saludo
Dan ganas de cogerlo y llevarlo a casa sabiendo que será agradecido para toda la vida. su mirada habla por si sola. que pena.
ResponderEliminarUna foto preciosa.
Salud.
QUE BELLA ENTRADA HAYY YO SI PUDIERA HIRIA A RECOJERLOS , QUE BELLA ENTRADA UN BESO Y BUENAS NOCHESS
ResponderEliminarla mirada más infinitamente triste que he visto.
ResponderEliminarojalá un día no encuentres perros abandonados para fotografiar, y tengas que sacar fotos de perros felices acompañados de sus dueños. atento tiene una mirada tan triste...
ResponderEliminarHay animales que reflejan su tristeza de una forma prácticamente humana, si no es que la superan, los perros y los chimpancés por ejemplo.
ResponderEliminarUn abrazo
Que gran escrito como todos. ¡Que lástima me da Atento, que ojitos más tristes, desde que tengo un perro me pregunto porque otros se ven en la calle...pobrecitos.
ResponderEliminarSaludos
Una fotografía que habla sola...
ResponderEliminarSabes Jan..., me ha hecho reflexionar ésta. Pensé en los miles de perros abandonados que son recogidos y enjaulados en espacios pequeños,la mayotía de las veces carentes de recursos, esperando su suerte...No sé, una asociación con campos de concentración... ¿Dónde se sentirán más cómodos, más libres..?
Y conste que soy completamente en contra a los abandonos!!
Esta pose fetal adquirido por el perro...como reflejo, lo llevará a sentirse más protegido, más seguro.
Muy buena imágen...!
Un beso, Ilona