La última vez que sentí miedo fue momentos antes de hacer esta fotografía. Caminaba detrás de una morena despampanante. Ella con paso seguro y un movimiento de caderas que hipnotizaba mis sentidos. Solo hacia unos minutos que nos habíamos cruzado. Pero mi mente quedó a su total disposición cuando ella me ofreció amor eterno a cambio de unos pocos billetes. Y yo, que suelo hablar mucho conmigo mismo, que no es lo mismo que hablar solo, me dije….-Y que son unos pocos billetes, a cambio del amor eterno.
Así que me di media vuelta decidí seguirla, al fin del mundo si fuese necesario. Pero he de reconocer que después de cruzar la calle, un escalofrío recorrió mi cuerpo. Ella, simplemente escribió unas palabras en la pared y desapareció por el agujero que podéis ver. No supe que hacer. Mire alrededor y no había nadie. Me acerqué y mire por el agujero. Negro y profundo. De dentro se oía una voz, femenina, sensual… incitadora de pasiones lujuriosas que decía mi nombre…
.-Jan…. Jan… Let’s go… Let’s go…
“Anécdotas”
Glup! Espero no encontrarme con la morena en cuestión.
ResponderEliminar¿Llevaba bolso o una guadaña al hombro?
ResponderEliminarun abrazo.
Si que da un poco de canguis.Como siempre tus fotogafías ilustran muy bien el relato.
ResponderEliminarSaludos
Hoy me parece mas vacías que nunca tus palabras..o mas bien inexistentes
ResponderEliminarYa no quieres tomar café en mi ático..:(
Pues menuda morena, eso si que es peligro.
ResponderEliminarCreo que hiciste bien en no seguirla.
Tentacion y lujuria con nombre de mujer. Menos mal que no la has seguido!!!
ResponderEliminar:)
Eres genial. sencilla y llanamente esto.
ResponderEliminarun abrazo.
vv
ResponderEliminar¡Uf! ¡que misteriosa! jajaja...
ResponderEliminarbuenisimo. Igual era la conciencia, igual...no se, tiene algo que ver con el arbol de 2046 de Wong Kar Wai.
ResponderEliminarSea lo que sea, muy buena entrada.
Un abrazo.
Amigo Jan, seguro que la morena no era como Jennifer López; si no, hubieras ido por el agujero de cabeza. Además, ¡qué coño! el principio y el final de la existencia giran siempre alrededor de un agujero negro. ¡Esperame, que voy contigo!
ResponderEliminarJoer yo habría ido de cabeza al agujero
ResponderEliminarjejeje
saludos brujos Jan
Joer yo habría ido de cabeza al agujero
ResponderEliminarjejeje
saludos brujos Jan
:s... ¿y fuiste?
ResponderEliminarYa me gustaría que me pasasen a mí estas cosas para poder saber qué decisión tomaría.
ResponderEliminarPor cierto, también muy buenos los posts sobre Miguel y sobre Hugh Everett, me los acabo de leer y me han encantado ( el Hugh Everett me parece una caña, genial con su idea de multiples universos).
Saludos
Una cañería. Bonita metáfora del amor de pago.
ResponderEliminaresto también fue en el puerto???
ResponderEliminardespués de dejar a Miguel:-)
Un abracito , con muchas energías:)
Con los agujeros no se juega...
ResponderEliminaruuuiiinnnsss
;-)
Está vez te salvaste por los pelos, Jan, pero habrá una próxima y entonces...
ResponderEliminarDices que hablas a menudo contigo mismo, pero sobre todo hablas con las paredes y ellas te contestan.
La seguiste? eh?
ResponderEliminarYa lo dijeron los Ramones "Hey ho, let's go"
ResponderEliminarUmmm lo mismo yo hubiera ardido en el infierno.
Un saludo
Y fuiste??, me muero de la curiosidad?????
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