.- Es que yo, no soy fotogénico. Siempre quedo mal en las fotografías.
Con estas palabras Juan, un simpático vigilante y aparcacoches con el cual conversé durante unos breves momentos, se excusaba para que no le hiciera una fotografía.
Este tópico, no es la primera vez que lo escucho. Siempre he mostrado mi inconformidad con esa afirmación. Todas las personas tenemos nuestro lado fotogénico. Siempre hay un gesto que nos caracteriza. Una pose en la que sin darnos cuenta nos sentimos más cómodos. Un rictus capaz de enamorar o arrancar una sonrisa…
Con estas palabras Juan, un simpático vigilante y aparcacoches con el cual conversé durante unos breves momentos, se excusaba para que no le hiciera una fotografía.
Este tópico, no es la primera vez que lo escucho. Siempre he mostrado mi inconformidad con esa afirmación. Todas las personas tenemos nuestro lado fotogénico. Siempre hay un gesto que nos caracteriza. Una pose en la que sin darnos cuenta nos sentimos más cómodos. Un rictus capaz de enamorar o arrancar una sonrisa…
Este tópico, no es la primera vez que lo escucho. Siempre he mostrado mi inconformidad con esa afirmación. Todas las personas tenemos nuestro lado fotogénico. Siempre hay un gesto que nos caracteriza. Una pose en la que sin darnos cuenta nos sentimos más cómodos. Un rictus capaz de enamorar o arrancar una sonrisa…
Otra cosa es si nos gustamos o no cuando nos enfrentamos a la imagen que nos han sacado. Esa primera impresión puede no ser del todo positiva. Entonces, es cuando la afirmación recrudece más nuestros sentidos y volvemos a la terrible afirmación de que uno no es fotogénico.
Yo, siempre que escucho estas palabras, tengo un reto por delante. He de conseguir un buen retrato. El desafío, está servido y tengo que luchar contra la negatividad atesorada por la persona de haberse visto mal en muchas fotos que le hicieron anteriormente.
Si los rasgos faciales de la persona, me atraen al momento, sé que puedo lograr un excelente resultado. Juan, por ejemplo me emplazaba a fotografiarlo el día siguiente. Así, según me decía, vendría bien afeitado. Pero le hice ver que esa barba de dos días le daba un aspecto inmejorable para la imagen que quería sacar de él.
Cuando unos días después me volví a encontrar con Juan, le entregue la fotografía mientras tomábamos un café en el bar de Carlos, un amigo suyo.
Nada más se vio, se levanto para enseñársela a su amigo que se encontraba sirviendo unos vasos de vino tinto. Carlos al ver a Juan en la fotografía me miro y me dijo…
.- Es que yo, no soy fotogénico. Siempre quedo mal en las fotografías.
Otra cosa es si nos gustamos o no cuando nos enfrentamos a la imagen que nos han sacado. Esa primera impresión puede no ser del todo positiva. Entonces, es cuando la afirmación recrudece más nuestros sentidos y volvemos a la terrible afirmación de que uno no es fotogénico.
Yo, siempre que escucho estas palabras, tengo un reto por delante. He de conseguir un buen retrato. El desafío, está servido y tengo que luchar contra la negatividad atesorada por la persona de haberse visto mal en muchas fotos que le hicieron anteriormente.
Si los rasgos faciales de la persona, me atraen al momento, sé que puedo lograr un excelente resultado. Juan, por ejemplo me emplazaba a fotografiarlo el día siguiente. Así, según me decía, vendría bien afeitado. Pero le hice ver que esa barba de dos días le daba un aspecto inmejorable para la imagen que quería sacar de él.
Cuando unos días después me volví a encontrar con Juan, le entregue la fotografía mientras tomábamos un café en el bar de Carlos, un amigo suyo.
Nada más se vio, se levanto para enseñársela a su amigo que se encontraba sirviendo unos vasos de vino tinto. Carlos al ver a Juan en la fotografía me miro y me dijo…
.- Es que yo, no soy fotogénico. Siempre quedo mal en las fotografías.
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Clicar aquí para ver la serie completa:
"Haciendo amigos"
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com
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Pues la foto es muy bonita. Oye, yo también soy de esas, siempre quedo mal en las fotos. ¿Será que nos miramos o aceptamos poco? Besos.
ResponderEliminar...y la verdad es que ha quedado muy bien!...si no es fotogénico debe ser por mérito del fotógrafo, que es más que bueno!
ResponderEliminarUn abrazo!
Me gusta su mirada. Besos
ResponderEliminarUna foto magnífica! refleja gran personalidad... diría, que es una foto con alma.
ResponderEliminarBesos!
HOLA JAN:
ResponderEliminarTanto la fotografía como la entrada tuya de hoy son simpatiquísimas
Y Juan quedo con mucha naturalidad.
¡Enhorabuena fotógrafo!
Una abraçada desde Valencia, Montserrat
¿Por qué será que normalmente no nos gustamos cómo salimos en las fotos?
ResponderEliminarMe ha recordado a una foto que le hice una vez a una mujer. Yo estaba participando en un rallye fotográfico en el que uno de los temas era "retrato". Ella venía de cortar leña para el fuego y traía el hacha sobre el hombro. Me dijo lo mismo: que ella no era fotogénica y que salía muy mal en las fotos. Con esa foto gané el premio en ese tema.
Una abrazo
Ya sabes lo que tienes que hacer, Jan.
ResponderEliminarTienes que hacer un buen retrato de Carlos, porque te lo está pidiendo a gritos.
Muy buen retrato el de Juan. Asumiendo que un retrato debe reflejar la personalidad del retratado, no cabe duda que has hecho un gran trabajo.
Un abrazo.
Curiosamente, los mejores retratos fotográficos que conozco son de gente que no es fotogénica: el que es fotogénico miente siempre en la foto.
ResponderEliminarBueno pues el reto de sacar al aparcacoches con su mejor "perfil" te ha salido muy bien. No se podrá quejar y ya no podrá decir que no es fotogénico.
ResponderEliminarUn abrazo.
tiene un aspecto de hombre duro y sabio a la vez; de hombre curtido. Me gusta mucho su aspecto. le has sacado una excelene fotografía.
ResponderEliminarabrazos!
Pues menos mal que no lo es... ¡lo has captado en plenitud!
ResponderEliminareres un poeta de la imagen, amigo
Es que a veces no es fácil encontrar nuestros mejores gestos...
ResponderEliminarCreo que el sentirse poco o nada fotogénico, es tan relativo como las mismas percepciones que tenemos de nosotros mismos y de los otros..
ResponderEliminarAsí como tus pupilas se dilataron y te susurraron que seas testigo directo de ese instante...
Como vos mismo te lo propusiste: un exelente retrato!
;)
Abrazos..
Noralí.