A todas partes donde miraba, siempre me encontraba con alguien, con algo que me sugería las doce y cuarto. Sin duda la mejor hora para dejarse seducir por la danza de los Derviches.
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Muy bien vista la "hora", también me recuerda un ave volando, unos colores preciosos, un abrazo Jan
ResponderEliminarBon día Jan:
ResponderEliminarEs bella.
Me recuerda aquellas pelusas blancas que se ven por el campo, que cuando vuelan, que de pequeña les llamaba "angelets".
Una abraçada, Montserrat
Bona composició!
ResponderEliminarSalut!
Pura danza.
ResponderEliminarDando vueltas y vueltas sin que se mueva un sólo músculo, sin que se escape ni un solo suspiro, porque todos los necesita el alma.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mística danza floral que eleva el espíritu y nos deja absortos y extasiados.
ResponderEliminarUna maravilla querido Jan.
Querido amigo, en la correlación imagen-palabra ¡¡te superaste a ti mismo!!
ResponderEliminarabrazo
Belleza, armonía. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarAl igual que Paco, tambien veo un ave muy elegante.
ResponderEliminarBuena y original toma.
besos.
Pues yo veo a un Derviche en su ritual danza.
ResponderEliminarDelicada y exquisita fotografía.
Un abrazo
...
ResponderEliminarUna gran analogía la que has conseguido entre la imagen y la palabra.
ResponderEliminarTu imaginación sigue siendo fértil.
Un abrazo.