Cuando madrugo mucho, suelo estar en medio de un estado de conciencia próximo al despertar absoluto pero también cercano a los extensos brazos de Morfeo.
Suelo tener en el café, brasileiro o colombiano, mi mejor aliado para salir a la calle con los ojos avizores a todo lo que pueda encapsular dentro mi tarjeta de memoria.
La calle, a ciertas horas es una explosión de colores por definir, reflejos que parecen sacados de un sueño y encuadres que por su simplicidad nos pasan desapercibidos cuando toda la luz inunda el mismo rincón. A veces suelo pasar días y días delante de un encuadre posible pero nunca termino por ver la viabilidad de su captura. La intuición me dice que allí hay algo, pero no termino de concretarlo. Pero un amanecer cualquiera, la misma intuición me hace detenerme un rato, esperando algo que no se bien que será. De pronto aparece circulando un autobús de ruta y mi parálisis se vuelve agitación. Encuadro, retoco el enfoque, la profundidad de campo, me afianzo bien, y cuando el autobús lo tengo donde quiero, disparo. Una única toma. Me alejo sonriente. Aun tengo el día por delante para seguir captando mis emociones. Por la noche, llegaré a casa y comprobaré si lo sucedido y lo captado se funden en un solo concepto fotográfico.
Clic sobre la imagen para verla más grande
Clicar aquí para ver la serie completa:
Copyright © By Jan Puerta 2010
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com
Tienes razón amigo Jan, muchas veces uno esta levantado pero dudando en si terminar de despertatrte o seguir durmiendo, una bella explosión de colores matinal, vale la pna madrugar para sacar buenas instantaneas. Un fuerte abrazo Jan
ResponderEliminarEsos instantes y estados que describes son donde la alucinación fotográfica produce instantáneas perdurables en el recuerdo. Se respira el amanecer en esta toma Jan.
ResponderEliminarFuerte abrazo
Qué sensación tan grata sentir que uno tiene el día por delante y que con nuestra cámara podemos llenarlo de emociones
ResponderEliminarSaludos
Hola Jan:
ResponderEliminarQue maco es matinar, sentir que encare quedan hores per endavan.
Aquesta fotografía es fantástica per tot el colorit que aporta la matinada.
Com diu la cançó d´en Serrat. "I ara jo canto de matinada, la vil-la es adormidada encare.".
Una abraçada desde Valencia, Montserrat
Que linda froma de despertar... ultimamente, no madrugo mucho.
ResponderEliminarHERMOSA FOTOGRAFÍA, JAN.
ResponderEliminarAbrazos para ti.
Que amanecer tan hermoso...no cabe duda que la pròdiga naturaleza no tiene idea de paìses, latitudes, razas o colores...ella simplemente siempre està allì para deleitarnos...
ResponderEliminarcordiales saludos
Les teves fotos guanyen molt però que molt amb aquest format de blog.
ResponderEliminarMenuda profundidad tiene esa foto...
ResponderEliminarel brillo de la palabra "Santiago", marca otro punto interesante
Yo no soy madrugadora, pero me gusta trasnochar :)
abrazo, mi amigo
Es uno de los post mas intimistas y amenos que te he leido, amigo.
ResponderEliminarPreciosa la foto.
El amanecer trae tantas emociones... de joven me gustaba el amanecer, con el paso del tiempo y de los años opté por el rojo irresistible del sol del atardecer, y, ¡oph sorpresa!, ahora que estoy cumpliendo ma saños he vuelto a preferir el amanecer, quien sabe por que, aunque me lo imagino.
Un abrazo enorme.
Quizás la luz del amanecer tenga el secreto del misterio, Jan.
ResponderEliminarEsta maravillosa fotografía bien podría
ser una prueba de ello.
Viéndola, cabe pensar que tuviste un buen día.
Un abrazo.