Los domingos por la mañana, siempre que podía me acercaba hasta el “Mercado de Sant Antoni” en Barcelona. Los libros eran mi obsesión. Lo siguen siendo pero ya no puedo comprar tan alegremente algunos ejemplares que me interesan.
Hoy en día, la distancia, marca un hándicap casi utópico entre aquello que hacía y lo que puedo hacer. Lo más, es acercarme a alguna de las muchas ferias de cachureos varios que hay desperdigadas por donde me encuentro en ese momento. Mercados callejeros que surgen un buen día sin que nadie sepa decirme ni cuándo ni e porque se eligió ese lugar y no otro. Son espacios callejeros tipo el Rastro Madrileño o el antiguo Mercado de las Glorias, antes de ser modernizado.
El caso es que ya casi no compro libros. Pero mi cámara sigue disparando intentando recoger momentos únicos y efímeros de aquellos personajes que me parecen relevantes. No necesariamente tienen o deben de serlo para la mayoría. Con que lo sean para mí, me doy por satisfecho.
El titulo de la fotografía, intenta reflejar el cómo nos adaptamos a la situación actual.
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Y de cada vez más solo observamos lo estrictamente necesario, muy bien vista esta foto Jan, en un mercado callejero a veces se pueden encontrar cosas originales y bellas, un abrazo Jan
ResponderEliminarSimplemente por el hecho de pasear mirando con detenimiento los objetos que nos rodean uno puede sentirse feliz.
ResponderEliminarMi obsesión como la tuya son los libros pero, ciertamente las cosas no están para lanzarse sin más a la adquisición de bellos ejemplares.
Una foto que como dice Paco, demuestra que hay que mirar aquello que se nos pone delante.
Abrazos
el tubo inclinado de la bici del abuelo indica que es una bici de chica como las ruedas tan anchas y otros detalles.
ResponderEliminarel Rastro madrileño tiene una larga historia y tradicion y surgió ahí y no en otro lugar debido a las necesidades de los habitantes del nuevo barrio. gente humilde y pobre que como no tenían dineros para comprar comida ni muebles comenzaron cambiando unas cosas por otras allí mismo hasta que las autoridades decidieron hace muuuuchos años ubicarlo y ordenar su espacio así como los dias en los que se podía poner. Es el unico mercadillo de Madrid que se puede instalar en domingos y debe su nombre a que en lo alto de la calle existia un matadero y la sangre de los animales corria calle abajo dejando su "rastro".
hoy dia ha cambiado mucho, es triste para mi ver como un lugar tan castizo e historico se ha llenado de puestos de moros y gentes que venden cualquier cosa y que son unos guarros al no recoger luego nada...no me lo han contado, lo he visto. hay zonas por las que no se puede ir. una pena la permisividad policial y una vez mas del alcalde.
abrazos
Y que somos todos nosotros Jan, si no simples observadores de lo que pasa a nuestro alrededor, una veces viendo cosas mas agradables y otras no tanto, me creo que esta mucho en nuestro estado de animo lo que a la vez nosotros mostramos por aquí, es como una manera de decir como estamos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pero aprovechas bien la circunstancia y sabes captar esa esencia de otros rincones, tan lejanos para nosotros, tan queridos para mi.
ResponderEliminarun abrazo Jan
Cualquier mercadillo tiene un encanto especial por la amalgama de objetos que se venden.
ResponderEliminarTambién yo visito los de libros. La Cuesta de Moyano es mi perdición.
Un abrazo.
Siempre atento tu ojo cazador!
ResponderEliminarSaludos.
Qué domingos, que recuerdos...me perdía por allí toda la mañana...
ResponderEliminarY así lo recuerdo, con tu fotografía...
Gracias Jan.
Yo también he comprado muchos libros, a mi me gustaba pasearme por la Cuesta Mollano (Madrid), pero bueno ahora yo tampoco puedo comprarme tanto, aunque ligo leyendo.
ResponderEliminarTu fotografia lo dice todo, es verdad que nos adaptamos a la situación.
Un saludo
A mi también me gustan los mercados. Hice un reportaje dels encants que esta en el blog , esta próximo a ser trasladado muy cerquita de donde se encuentra. Saludos
ResponderEliminarHola!!!!
ResponderEliminarPor aquí hay muchas de esas ferias o como se llamen, encontras lo más insólito que te puedas imaginar, ¿y qué historia tendrá el señor de la bici??, es lo que me intriga….
Un abrazo de oso.
Al menys aquest senyor no contamina amb el seu transport.
ResponderEliminarAquesta serie está molt be.
Cada personatje parla a través de l´imatge.
Una abraçada desde la calurosa Valencia, Montserrat