Un buen día, te levantas como cualquier otro. Preparas el café. Te lavas la cara mientras el agua corre libremente hacia, vete a saber dónde. Te vistes como siempre y sin quererlo ni proponerlo… empiezas a cuestionarte todo.
Levantas la vista y buscas en el espejo la frescura que un día tuviste y hoy has cambiado por la experiencia, según dicen algunos.
Sales del cuarto de baño, le das dos sorbos al café que siempre te reanimó y sigues sumido en esos pensamientos reales que hacen de tu presente, un mar de dudas. Incuestionables a estas alturas de la vida de uno.
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Así es la vida compadre…
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Al final amigo Jan me vas a tomar por una persona pesimista, y nada mas lejos de la realidad, lo que pasa es que muchos días me siento como ese compadre que expones, pero tengo cincuenta y dos años y no debería de ser así, pero las cosas están como están.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues si así es la vida. Así que lo mejor es procurar vivirla al máximo y tratar de dejar las preocuapciones, enfados, y envidias a un lado, que total son dos días. Un abrazo.
ResponderEliminarYo por eso, ya no me miro en el espejo.
ResponderEliminarsaludos
Francisco:
ResponderEliminarTengo un par más, y no me considero pesimista para nada. Pero, como bien dices, las cosas son como son.
Un abrazo
Japy:
¡Vivámoslas sin más!
Un abrazo
Dámaso:
Haces bien. Aunque si lo haces después de mucho tiempo… el impacto será mayor.
Un abrazo
Yo no sé muy bien si por las mañanas me veo de verdad en el espejo, porque estoy tan dormido cuando voy al cuarto de baño que ni el agua en la cara me despierta.
ResponderEliminarAunque como el cerebro no está todavía al 100% es cuando te surgen pensamientos de todo tipo y, sobre todo, la incertidumbre que te traerá el nuevo día, porque sabes como lo empiezas pero lo del acabar... ¡ay! no puedes estar nunca seguro.
En fin que pasan los días, los años... y yo, con mis cuarenta y siete, pienso que tengo que vivir el día a día, no planificar demasiado a medio y largo plazo, y tratar de seguir adelante. Así es la vida... compadre.
En la foto parece que te lo está explicando con todo lujo de detalles, con cierto rictus resignado.
Un abrazo.
La foto
Excelente captura. Esa expresión...
ResponderEliminarVeo los rojos de la cara y manos algo subidos. Habrá sido el café.
Un abrazo
És una sort poder tindre aquest pensament, almenys estem encara ací...a mi m'agrada viure Jan i encara que les coses no vagen massa bé o com voldríem, mirar-te a l'espill i veure't distint és una gran sort compare!
ResponderEliminarBesos.
No pienso yo que la vida sea de ninguna forma en definitiva o concreta. La vida es moldeable, en lo que se refiera a lo personal, en cuanto a lo más externo, lo más lejano, tal vez intenten moldearnosla a su antojo aquellos que quieren tenernos en su puño. No lo consintamos jamás.
ResponderEliminarUn abrazo
así es la vida 'huellas de la experiencia'.
ResponderEliminarYo empapele mi reflejo.
Buena foto como siempre.
Una forta abraçada
Tal vez volver a otra forma de vida, lejos de fuegos artificiales, nos permita por fin encontrar sentido a nuestra existencia.
ResponderEliminarLlevo tiempo planteándomelo, ¿quién sabe?
Y me quedo con la reflexión de Luís
Un abrazo Jan
De repente puede cambiar nuestra perspectiva frente a la realidad, es muy cierto. Esa imagen tienen mucha fuerza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Juan Carlos:
ResponderEliminarUn amigo siempre me decía que prefería romper el espejo y padecer siete años de infortunio que ver durante siete años como uno a diario vive el propi “infortunio”.
Buen aporte el tuyo.
Un abrazo
Alfredo:
Pues no sé. Quizás sí, aunque la imagen está prácticamente igual que el original en RAW. La pasé a JPG con el adobe cámara RAW.
Un abrazo
Remei:
Tens rao.
Una abraçada
Luis:
Sabias palabras amigo. Una reflexión más que acertada.
Un abrazo
Esmeralda:
Si lo empapelaste con periódico, léelo de aquí unos años y veras que aun están hablando de lo mismo.
Un abrazo
Ángel:
Quizás no encontremos un sentido muy lógico, pero al menos buscamos y eso ya es mucho.
Un abrazo
Neo:
La realidad siempre moldea nuestra manera de pensar.
Un abrazo