Una cosa es lo que pueda parecer y otra muy distinta lo que es. Una imagen, al igual que la vida, también tiene sus misterios y sus respuestas a veces son más simples de lo que puedan parecer.
Dicen, que el simple hecho de no estar en un sitio, ya te hace invisible a los ojos de quienes te buscan.
Este es un pequeño homenaje a uno de mis héroes preferidos en mi alocada e imaginativa infancia. “El hombre invisible”
Clicar aquí para ver la serie completa:
Copyright © By Jan Puerta 2012.
Texto y fotografías con copyride del autor.
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Me acabas de recordar lo que le dije el otro día a mi mujer.......le comente que estoy tan mal, que hasta mi amigo invisible me ha retirado la palabra.
ResponderEliminarUn abrazo.
Invisible però en bicicleta.
ResponderEliminarMolt ben trobada, si senyor!
Una abraçada
Buena elección del momento para disparar y un grato recuerdo.
ResponderEliminarExcelente blog, mejores imágenes y unos textos muy íntimos y personales. Me gusta quedarme aquí.
ResponderEliminarSaludos
...y por qué no la mujer???...jejeje
ResponderEliminarUn abrazo
(me ha hecho gracia eso de:
"el simple hecho de no estar en un sitio, ya te hace invisible a los ojos de quien te buscan" jeje)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola Jan, pero invisible de verdad. Al leer el título pensé que era porque le cubría el hombre del primer plano, pero veo que en realidad ha desaparecido, dejando que le lleve la bici.
ResponderEliminarUn abrazo
A mi, más que la invisibilidad, me sugiere el duro trabajo cotidiano, que tiene mil misterios y otros mil esfuerzos. Por qué carretea este pobre hombre con dos bicis? ¿Dónde va? O lo más temible, ¿de dónde viene?
ResponderEliminarBuen ojo, muy bueno, para captar esa sensación.
ResponderEliminarUn abrazo.
De hacerse invisible saben mucho los fotográfos callejeros, esos que como tu, deambula por las calles para mostrarnos retazos de vida como este.
ResponderEliminarBuen trabajo.
Saludos.
¡jajajaja muy buena!
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