Cuando enfocamos abiertamente a una persona para hacer una fotografía en plena calle, sin poses ni artificios, solemos despertar diferentes reacciones.
De todas ellas, la sonrisa espontanea es el mejor pago que podemos recibir.
A veces una sonrisa también me sirvió para ironizar sobre un tema: clic aquí.
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¡Vaya! Te sonrió hasta la chica del cartel publicitario...
ResponderEliminarUn abrazo, amigo Jan.
Me encantó, por sobre todo como la imagen se divide en tres mundos, el protagonista, el cartel y la calle a la izquierda.
ResponderEliminarFelicitaciones.
Un somriure no te preu!
ResponderEliminarUna abraçada Jan
¡Maravillosa foto!
ResponderEliminary ¡qué regalo la sonrisa del señor...!