Moraleja... si das de comer a un gato callejero,
y un día no puede hacerlo, deja escondido al canario.
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valió la pena la espera!
ResponderEliminarjejeje...quiero creer que lo que se vendían eran las jaulas!
ResponderEliminar=)
Jo també ho vull creure. No em semblen tan hàbils aquests gats com per obrir les gàbies, cruspir-se l'inquilí i tornar-les a tancar, jajaja.
ResponderEliminarUna gran imatge Jan, continuant la història iniciada ahir.
¿¨Que donde esta el canario...? Mmmm, que presentimiento...
ResponderEliminarTras haber terminado por ahora con el deporte (asl menos unas semanass de descanso) vuelvo a ver a mis viejos amigos.
Un fuerte abrazo, amigo Jan.
Pobre animalillo, el susto le habrá matado de un infarto.
ResponderEliminarUn abrazo
...desde luego que si! Muy buena la moraleja...y el momento que has captado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ramón