Llegaron las primeras lluvias. La tierra esta mañana amaneció más contenta. Según cuentan los meteorólogos este año puede no ser muy bueno en cuanto a precipitaciones. Esperemos que se equivoquen.
Al amanecer, ha salido con la luz empezando a jugar con las formas, los volúmenes y los colores otoñales que se dan dentro de un pueblo donde el plátano oriental se muestra a punto de perder todos sus hojas caducas. Un pequeño, aun manto otoñal, viste de gala el suelo.
La llegada de los primeros rayos del sol hacen eclosionar los ocres… lo demás es pura satisfacción visual, mientras me reencuentro con los primeros paseantes quienes practican instintivamente el noble arte de caminar, por placer.
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M'encanten aquets colors , molt maca la foto ...
ResponderEliminarLa tardor es la meva estació preferida de l'any. Veient aquesta sensacional imatge m'hi reafirmo, aquests colors son únics i la catifa de fulles irrepetible la resta de l'any.
ResponderEliminarUna abraçada
Bellísimos tonos. Bss.
ResponderEliminarUn verdadero placer esto de caminar entre las ojos y los ocres que pululan por el suelo.
ResponderEliminarUn abrazo
Que belleza de colores! La naturaleza que viste en tonos ocres el frio cemento de las veredas.
ResponderEliminarSaludos!
Y yo, que me derrito por esos colores de dulce y miel... :)))
ResponderEliminarBiquiños Jan!!!