No os perdáis el próximo lunes las palabras de Jorge. Una conversación en la calle. En Mendoza. Entre sus perlas dialécticas me dijo:
“Todos los argentinos tenemos cara de barco”.
“Todos los argentinos tenemos cara de barco”.
Ojala pudiera encerrar aquí dentro a la intolerancia del ser humano junto con sus absurdos episodios de poder. Quizá se me perdiera la llave para siempre.
Daría más de lo que tengo para que todos se dieran un abrazo y pidieran perdón. La condición humana esconde en su interior los instintos más bajos que puede tener cualquier persona.
Si alguna vez alguno de ellos aflora de mi interior, os autorizo a encerrarme dentro de esta imagen y que perdáis la llave para siempre.
Simplemente por la vanidad del ser que se siente superior.
“Pensamientos apáticos”
Es bueno saber que estamos autorizados ;)
ResponderEliminarMuuuuacks!
No se por qué habitualmente contraponemos lo humano frente a lo animal... la condición humana es tan primitiva y tan instintiva como puede ser la animal (al fin y al cabo también somos animalitos)... lo peor y lo mejor de la condición humana es que con nuestro razocinio somos capaces de refinar, para lo mejor y para lo peor, esos instintos. Me guardo la llave, por si acaso ;-)
ResponderEliminarUn saludo
Dentro de nosotros tenemos al peor y más diabólico ser....y también al más altruista, solidario y excelente ser humano...aprendamos de los últimos y si nos asoma algo en nuestra alma del primero...seamos lúcidos e inteligentes para saber verlo y hacer que se esfume...
ResponderEliminarUn besiño
... llama al h.p. de Bush, Jan ha encontrado la armas de destrucción masiva ¡¡¡
ResponderEliminarBueno es un sitio donde tener encerrado estas cosas tan dolorosas y desagradables que nos habitan (de vez en cuando a casi todos).
ResponderEliminarBesos y feliz año nuevo
Ja tens raó ja!!... De vegades sento ràbia i fàstic de l'especie humana!!... Com pot ser que alguns siguin tan insensibles al dolor que ocasionen als altres, tot pel seu afany de poder??
ResponderEliminarM'afegeixo a aquestes ganes de voler-los tancar a tots dins d'aquesta imatge!!
Una abraçada.
¿Y cuántos quedaríamos dentro y cuántos fuera? ¿No será que el mundo es ya de por sí esa caja en la que estamos todos encerrados por tal motivo? No sé.
ResponderEliminarComo diría aquel, "el que esté libre de culpa, que sea capaz de encerrarnos".
Un saludo
Me temo que tras esa puerta se recrearía el mundo de nuevo, y al cabo del tiempo serían tan parecidos el de aquel lado y el de este que tanto daría abrir como dejar cerrado.
ResponderEliminarPero pese a todo, tira la llave, Jan.
a pesar del óxido la puerta bien, bien cerrada... un mundo para recrear e imaginar.
ResponderEliminarun saludo
La opción de los pozos no es mala.
ResponderEliminarAlgunos de lo profundos que son no necesitan cerradura...
;-)
Algo tremendamente malo debe haber ahí encerrado. Ese candado parece no haberse abierto en siglos!!
ResponderEliminarTambien los buenos instintos tendemos a esconderlos muy adentro así que habra que abrir puertas con cerraduras de plata para que estos afloren y tal como dices tu encerrar la intolerancia y todo lo negativo de nosotros.
ResponderEliminaraisssss que te veo muy filósofo este año !!!!
Un besazo... tu de momento no cambies que vas bien.
pues hombre hay de todo ¿no? lo que ocurre es que en general los malos gozan de poder y los demás no. de todos modos el "instinto" que es aquello con lo que nacemos no es ni bueno ni malo es simple supervivencia y en los primeros tiempos para eso habia que matar, mamuts por ejemplo, lo malo es que la educacion y el conocimiento no nos hallan hecho mejores y esto si es un pequeño fracaso colectivo. No veo capaz de guardar esa llave.
ResponderEliminarSí Jan, ojalá pudieras, o alguien pudiera encerrar ahí a la intolerancia. Y sí, como Ripley creo que civilización tras civilización, cultura tras cultura, el ser humano siempre fracasa en lo mismo.
ResponderEliminarSi abrieramos esa puerta cuantas sorpresas nos encontraríamos.
ResponderEliminarBuen encuadre.
Abrazos
Si se consiguiera encerrar dentro de un lugar como ese a la intolerancia y al egoismo quizas quedaria un edden.
ResponderEliminarImportantes tus palabras en esta entrada.
Un saludo.
Aún encerrados daría igual, todo volvería a ser igual.
ResponderEliminarBuen intento.
Ojalá se cumpliera tu deseo de encerrar la intolerancia y la pretendida superioridad tras ese candado y que la herrumbre no dejara nunca abrirlo.
ResponderEliminarGracias y un abrazo.
Creo que deberíamos intentar cambiar las cosas, no esconder lo malo tras una cerradura, Está demostrado que no sirve de nada.
ResponderEliminarLa vejez del candado es total. Buena fotografía
Un abrazo
Decia Ortega que; El hombre es un animal que va camino de ser racional. Nos queda un largo trecho. Con llave y sin ella.
ResponderEliminarUn abrazo
la vanidad, al igual que el ego sin medida, no se van ni por mucho encierro ni por llaves perdidas; son constantes en muchos y son como dagas hirientes ara el resto.
ResponderEliminarSi no fuiste ni vanidoso ni egoista ya no lo serás...felizmente y eso te da la claridad para entender y saber de qué se trata.
Jan, un abrazo,
El ser humano puede ser muy cruel y ruin, pero tambien puede iluminar con una luz enceguecedora, pero a pesar de todo un acto negativo puede proporcionar enseñansas positivas, las circuntancias muchas veces contribuyen a que los instintos mas bajos afloren, pero en cualquier circunstancia el ser humano tiene la libertad y la capacidad de decidir su actitud frente a lo que se le pone delante.
ResponderEliminarEn conclusión yo no encerraria a una persona que cometio un error, le daria una oportunidad y otra y otra, talves asi comprenda que la vida es corta para vivir por instinto tal cual un animal.
Un saludo de lima.
Danthe.
Es inutil, es inutil: no se le pueden poner puertas al campo.
ResponderEliminarLo siento, hoy estoy coñón, como los niños, cuando tienen sueño.
Magistral, y tienes toda la razon, es incuestionable el caracter interno del ser humano...
ResponderEliminarUna lastima pero real...
Un abrazo