Hace años, hablando con un
viejo “payes” de cerca del Prat de Llobregat me comentaba que el tiempo estaba
un poco loco. Hay años que uno ya no sabe por donde cogerlo. Aseveraba con cara
de preocupación por una helada fuera de temporada que le dejo maltrecha su
producción de alcachofas.
El año pasado, recibí un
regalo inesperado en su momento. Remei Navarro, (clic aquí) me hizo llegar un paquete con
diferentes semillas. Pero no cualquier semilla con su buena dosis de “quimioterapia”
que diría un buen amigo defensor de todo lo natural y luchador empedernido
mediante la palabra contra todo lo que sea transgénico. Recibí semillas de
diferentes productos, las cuales tienen más de una generación sin haber sido
alteradas por nada. Solo abono natural. La posta de las gallinas del campo,
aquellas que sus huevos tienen mejor color y sabor e ignoran –afortunadamente- lo
que es esa comida seca que tan buenos dividendos les da a sus fabricantes.
Entre la variedad de semillas
recibidas, había de alcachofa. Y este año, después de una buena producción a
nivel familiar, decidí “sacrificar” las últimas, para ver si podía obtener más
semillas. Sé que según dicen los expertos, la reproducción, mejor hacerla por
los brotes que le suceden a la planta y no mediante semillas ya que da una
producción de menor calidad. No lo dudo, pero las alcachofas que comí esta
primavera austral (a punto de terminar) han sido “bocato di cardinale”.
Ayer, mientras estaba
plantando acelgas, -quien me ha visto y quién me ve- la primera alcachofa que floreció,
me sorprendió gratamente. No pude evitar ir a buscar una cámara y fotografiar
ese momento tan especial, l menos para mí. Al fin y al cabo, es una sensación
inesperada y emotiva. Semillas que vinieron del viejo continente que hoy en día
dan sus frutos en este cono sur, tan lejano.
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serie completa: Anécdotas
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con copyride del autor.
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Una foto meravellosa Jan, aquesta Remei és única!
ResponderEliminarUna abraçada des del nord
Hola Jan.
ResponderEliminarL´amiga Remei, a la que tinc la sort de coneixer personalment, es una persona encantadora. i bona amiga.
Aquesta fotografía es estupenda i segur que les escarxofes serían deliciosas.
BONES FESTES! i una abraçada desde Valencia, Montserrat
Magnífica foto.
ResponderEliminarRemei es única, como una planta sin aditivos.
Me quedo con la boca abierta ante tu flor de alcachofa, estarían riquísimas, seguro.
ResponderEliminarEl solsticio ha llegado, se acabó la primavera austral y el otoño septentrional.
¡Feliz solsticio! ¡Feliz Navidad! Sigo admirando tus fotografías, obras de arte. Esta entrada la enlazaré en el Facebook, merece la pena que vean una flor así.
Bonita fotografía; preciosa flor!
ResponderEliminarQue tengas felices fiestas y solsticio de invierno.
Un abrazo.
Feliz Navidad!
Ramón
Qué bonito lo que expones!... y lo que se parece la flor del alcaucil a la del cardo borriquero, por dios....yo nunca conseguí que me germinaran (las de alcaucil) ¡bravo! (me encantan los alcauciles, aparte)
ResponderEliminarLa semillas que vinieron del viejo continente, y que dieron sus frutos en nuestra tierra mezcladas con semillas autóctonas, son la base nuestra raza. Así también son sus flores.
ResponderEliminarUn abrazo
Tan lluny i tan prop estimat amic...
ResponderEliminarJan, quin plaer llegir-te i veure que una petita part del camp del pare està ahí amb tu.
Nosaltres som gent senzilla, però agraïts...el fet que hages contat aquesta anècdota i hages fet la foto és per mi un gran regal, inesperat, enorme...
Jan, passa unes bones festes i gràcies de nou per la teua amistat.
Que gran ets amic...
Abraçades.