No conozco yo a nadie que sea capaz
de discernir entre un sueño y la propia realidad. Al fin y al cabo, el hacerlo,
nos daría un poder que no necesariamente necesitamos y mucho menos merecemos.
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...sin lugar a dudas esta es una "subjetiva" toma.
ResponderEliminarMe gusta la atmósfera oscura que le has dado.
Un abrazo y buena semana.
Ramón
Que chinadura ¿no?.. Buen lunes
ResponderEliminarLes teves fotos de carrer son impecables sempre!
ResponderEliminarUna abraçada
M'agrada
ResponderEliminarCiertamente es difícil discernir dónde acaba la realidad y dónde comienza el sueño reflejado en esa plancha de vidrio que transportan esos dos hombres; claro que, quien garantiza que los dos transportistas no son a su vez fantasmas... Un excelente blanco y negro jugando con esos fuertes contrastes de luz y sombra. Un abrazo,
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