Una mañana del pasado mes de noviembre, a punto de oscurecer, un impresionante tronco de algo más de tres metros de madera retorcida quedó atrapado por las arenas negras de la playa que hay cerca de casa.. Una de esas olas con las que siempre sueñan los surfistas, la dejo varada en la arena. Tiene un origen incierto. Enigmático. Misterioso con pequeños toques mágicos.
No se de donde viene, aunque eso, poco importa.
Cada mañana, solía sentarme a su lado. Es de poca conversación, pero no le molesta que hable cerca de el. Le cuento mis cosas y no todas son grises. Hoy recordé cosas de mi niñez, al tiempo que creí verlo mas cerca de las olas de lo habitual. De hecho sin darme cuenta, una de esas crestas traviesas, me mojó los pies de improviso. La marea, subió casi un metro por encima de su nivel. Retrocedí unos pasos para evitar su segundo envite. El viejo tronco, que parecía triste por haberse quedado sin viaje, lo aprovecho. Volviendo a encontrar los pasos a su destino. Se alejo con rapidez, como lo hace un pez, cuando intuye algún peligro. Me pareció por un momento verlo sonreír, -aunque eso, algunos me dicen que no es posible- pero al no llevar las gafas de lejos… no lo podría asegurar.
Minutos después, mi nieta me pregunto por el.
.-Ha proseguido su camino… el camino.
No se de donde viene, aunque eso, poco importa.
Cada mañana, solía sentarme a su lado. Es de poca conversación, pero no le molesta que hable cerca de el. Le cuento mis cosas y no todas son grises. Hoy recordé cosas de mi niñez, al tiempo que creí verlo mas cerca de las olas de lo habitual. De hecho sin darme cuenta, una de esas crestas traviesas, me mojó los pies de improviso. La marea, subió casi un metro por encima de su nivel. Retrocedí unos pasos para evitar su segundo envite. El viejo tronco, que parecía triste por haberse quedado sin viaje, lo aprovecho. Volviendo a encontrar los pasos a su destino. Se alejo con rapidez, como lo hace un pez, cuando intuye algún peligro. Me pareció por un momento verlo sonreír, -aunque eso, algunos me dicen que no es posible- pero al no llevar las gafas de lejos… no lo podría asegurar.
Minutos después, mi nieta me pregunto por el.
.-Ha proseguido su camino… el camino.
Fragmento de:
“Diálogos entre un abuelo y la nieta que nunca tuvo”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com
Muy bonita....eres buen captador de instantes....sabes esperar el momento.
ResponderEliminarEl primer golpe de vista, una mujer, ¿sirena? que estaba tumbada herida, ahí en la playa...mi kinesia...me gusta la luz que acrecienta el efecto...
ResponderEliminarY cuál será el camino de cada uno de nosotros, no? Lo estaremos siguiendo también?
ResponderEliminarAmo ver cómo las olas rompen sobre cualquier superficie.
...desde el primer golpe de vista...te atrapa el alma...bonita foto y muy bien hecha...el agua...alucinante...un abrazo...
ResponderEliminarHas sabut captar el moment precís, la onada removent la sorra i esquitxant sobre el tronc...Enhorabona per la toma Jan.
ResponderEliminarUna abraçada
me encanto la foto
ResponderEliminares increiblemente linda
La foto es preciosa... es enigmática porque por un momento te quedas embelesado observándola...
ResponderEliminarBesitos
Es curioso, pero durante el primer golpe de vista, no he visto un tronco de árbol, he visto un cuerpo de un hombre varado en la arena.
ResponderEliminarInstantaneamente me he acordado de García Marquéz y de "El ahogado más hermoso del mundo".
Quizás no te equivocabas al ver sonreir a tu tronco, quizás era un cuerpo de ahogado que reposó unos días en tu playa, esperándote, para que lo vieras, para que te sirviera de inspiración...para partir después a conocer nuevos mares, nuevos fondos...
Me he quedado durante un buen rato enganchada a tu historia.
ResponderEliminarEstoy segura de que aquel tronco te sonrió...
Bonita experiencia
Un abrazo
M.José
Qué extraña solidaridad sentimos con ese miembro amputado ¿de nosotros mismos?.
ResponderEliminar¡Qué toma para captar la atención de uno...! Mágicamente bella la fotografía, y tu relato reafirma la mágia enseñada de la toma.
ResponderEliminarYo también estoy segura de su sonrisa...
Una abraçada, Jan
Ilona
No sé si quedarme con la foto o el relato...lo pònes difícil..
ResponderEliminarUn cuento muy lindo...es precioso ...me ha encantado Jan
ResponderEliminarbesos