Miguelito es un niño de poco mas ocho años que sueña con ser un gran atleta. Su especialidad es el salto de longitud, aunque cuando llueve suele practicar el triple salto.Su ultima gran hazaña la tuvo a los pies del Pacifico.
Observó con cautela los charcos del suelo. Su mente trabajó con la calma necesaria para calcular a distancia entre las zonas secas y las húmedas. Construyó el mejor estadio del mundo en poco mas de cinco metros cuadrados. Sin gradas espectaculares ni nidos de pájaros imposibles. Las gradas estaban vacías. No había publico, ni televisiones ni contrincantes. Una inversion paupérrima. Miguelito estaba solo. Solo un fotoperiodista que pasaba por ahí de casualidad. (La vida tiene estas ocasiones y no hay que perderlas) El joven atleta preparo su carrera y su zancada. La cámara estaba lista. Todo sucedió en una fracción inferior a cuatro segundos. Era su primer intento. Pero para el, fue valido.
Su madre que todo lo observaba no opinó lo mismo.
.-Miguelito!
Gritó con la yugular henchida y el ceño fruncido…
.-Que vengas aquí inmediatamente!
Miguelito ni habló. Para que. Ya sabia la que se le venia encima.
.-Mira como te has puesto los zapatos nuevos…
Agacho la cabeza como lo hacen los grandes atletas cuando reciben su medalla y…
Fragmento de:
“retratos olímpicos”
Copyright © By Jan Puerta 2008
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Hola, Jan. No sé si reir o llorar por mi pobre tocayo. En cualquier caso un texto precioso cargado de buen humor e ironía. Mejor suerte la próxima vez, cuando no haya charcos. Un abrazo.
ResponderEliminarY a mi que me encanta estos relatos olímpicos que nos acercas...
ResponderEliminarBesitos!!!!
Me encanta esa combinación de azul y rojo.
ResponderEliminarBesos
Buena imagen con unos colores fuertes, y un desenfoque que la hacen perfectas para la representación de un sueño. Un abrazo Jan.
ResponderEliminarJejeje. La serie original y bonita, transmite todo el movimiento. Ahora, el relato buenísimo has con seguido la ternura de esos ocho años saltando.
ResponderEliminarUn saludo
Los grandes triunfos también conllevan grandes servidumbres. Miguelito obtuvo con la colleja la confirmación de su éxito.
ResponderEliminarQué oportuna la serie y que hermoso es captar estos pedazos de tiempo sin adulterar.
Me gusta, me gusta. Y tb tu manera de decirlo.
ResponderEliminarLos incomprendidos del mundo...los niños...
ResponderEliminar...buena serie de fotos...pobre miguelito...marchó caliente a casa...y es que al precio que andan los zapatos...menuda ocurrencia...no sabrá el lo que nos has hecho disfrutar con estas fotos y su historia jajaja...un abrazo...
ResponderEliminarjajaja, muy bueno si, que incomprendido el niño, mira que regañarle la madre, historias asi dan q pensar, me ha gustado, la próxima vez miguelito que vaya con botas de goma
ResponderEliminarun saludo
Lo siento por Miguelito, por la colleja que se llevo....pero los niños son niños y cuando ven un charco....!!!!
ResponderEliminarLas tres fotos son fantásticas, has sabido plasmar la historia.
Un Abrazo Jan.
jajaja...genial ...la segunda imagen es una maravilla ...y el relato magnífico...
ResponderEliminarLas imagenes son muy bellas , pero si los bellos relatos que las acompañan, ..seguirían siendo buenas pero no las mismas ...