Que bonito es correr. Rápidos como el viento. Sutiles como la sonrisa inocente de un niño…Cuando cae la tarde en agosto, todo puede suceder. A un par de centenares de metros, un barco propiedad de un armador sin escrúpulos, destroza el fondo marino saltándose las leyes y reglas practicando la noble arte de la pesca de arrastre.
Curiosamente todo lo pescado en lugar de alimentar la precariedad de los habitantes del país centroamericano, se exporta a Japón. Al pueblo, con música y ron les basta. Eso, creen al menos.
En la orilla, una niña juega a correr. Pequeñas carreras improvisadas para ganar la subida de la marea entre sonrisas. Todo es alegría. A pocos metros, su madre, armada con una red artesanal, intenta pescar algunos pequeños pargos amarillos. Con ellos, acompañaran el arroz, dándole un estatus de plato de domingo.
Ella sigue corriendo. Sigue ganando carreras. Es la chica mas rápida de la playa. Sus ganas de vivir se aferran a su sonrisa. Disfruta con algo tan sencillo como dejar que sus pies desnudo sean acariciados por el alma del Pacifico.
Ella merece el reconociendo de una medalla olímpica. Quizás la que tiene mas repercusión mediática. Los cien metros lisos. Se la merece.
"Olimpiadas"
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com
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Que bueno lo que he leido, ademas tiene una srie de sentires que se me acercan.
ResponderEliminarSi lo habremos vivido pro aca la pesca de arrastre, no nos dejaron nada, hay un pescado de costa riquisimo que practicamente desapareció.
Por suerte nos sacamos el balde y ahora estan más protegidas nuestras aguas.
Aunque cada tanto algun tanquecito se le ocurre tomarnos de basural, y como somos nosotros no salimos en prensa internacional aireada por el desastre ecológico.
Los niños, me haces llorar, que poco se piensa en ellos, mañana es el Dia del niño por aca, como si comprando cosas se solucionara el problema!!!!
Recibe mi cariño.
Hola, Jan. El poder que da el dinero del comercio parece que da derecho al saqueo indiscriminado. Vienen, saquean y cuando agotan los recursos se van a saquear a otro sitio. ¿No se dan cuenta de semejante necedad, que a ese paso acabarán con todo? Supongo que mientras puedan llevar a la Universidad a sus hijos a costa de los recursos de los demás, poco o nada les importa. Como le entendí a la Abuela Ciber, hay que mirar por el conservacionismo y proteger los recursos propios de los explotadores oportunistas. Un abrazo.
ResponderEliminarApreciado Jan,
ResponderEliminarMe repasé todos tus artículos de las Medallas Olimpicas, y te aseguro que jamás ninguna Medalla de Oro u Olimpica me emocionó más que las que otorgasta tú a tus Campeones Olímpicos!
Un abrazo muy fuerte,
Ilona
Me gusta el contraste de imagenes en la foto y la descripcion de tu idea en el texto
ResponderEliminarjan...me encanta lo que escribes...y la foto me ha dejado embelesada...¡que preciosidad!...tus campeones olímpicos son los mejores de toda la historia...¿se habrá enterado el comite olimpico internacional de los artistas del deporte que nos has presentado tu aquí?...lo mismo no han tenido la suerte que tenemos nosotros de habernos topado contigo... un abrazo...
ResponderEliminarQue bonito es correr hacia ninguna parte.
ResponderEliminarSaludos.
La foto es estupenda, con una intensidad especial en los colores y los tonos, dándole fuerza a la foto y al motivo de ella. El texto, una protesta mas de lo que el capitalismo ha traído a nuestras vidas, el interés ante la necesidad.
ResponderEliminarGenial la manera de enfocarlo. Saludos.
Y otra para su madre en pesca deportiva, y seguro que también en esgrima culinaria.
ResponderEliminarEsa niña que compite con la marea y con el barco ¿será capaz de vencer la fuerza del arrastre? Al menos en ese instante, sí.
La inocencia de los niños y la energía que desbordan nos dejan momentos como estos.
ResponderEliminar¿Seremos capaces de llegar al corazón de los destrozadores de vida? Me empeño en ello, haciendo todo lo posible por encender luces donde hay oscuridad, y corriendo ante las olas como esa niña, y dejando de comer peces para que el lujo del domingo sean las alubias y rompan con el sufrimiento, de esa madre por alimentar a sus hijos... la subjetividad tan rica en unos y tan pobre en otros... el mundo se cambia comenzando por uno mismo... me niego a ser un número en la agenda de nadie...
ResponderEliminarEstoy de revolución que se le va a hacer :)
Excelente post amigo
ResponderEliminarabraço
A pesar de lo que le rodea, ella deja sus huellas en la arena tal vez queriendo escapar.
ResponderEliminarMuy tierno como lo has escrito.
juan no sé por qué no salen mis comentarios ..podias ponerlo de forma que a quienes entre una vez los reconozca en el sitema ...
ResponderEliminardespués miraré a ver si ha salido el primero, que era largo...y si no lo vuelvo a escribir...
ResponderEliminarJan cada vez me gusta más el complejo enlazado de fotos y textos..
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