Algunas personas son tan especiales que todo lo que hacen parece anormal.
Cuando conocí a Raúl Ferrada, me sorprendió el grado de conocimiento que tenía sobre muchas aspectos, donde el tecnicismo de sus materias, no lo hacían estar al alcance de todos con los que hablaba.
Su aspecto engaña. Es algo que suele pasar, a todos aquellos que no siguen las normas establecidas por la sociedad que los acoge. Esto es motivo de burla e incomprensión por parte de muchas de las personas que lo rodean. Algunos jóvenes, y otros no tanto, han perdido algunos de los valores, que en mi generación me enseñaron como parte fundamental de la formación como persona. El respeto hacia los demás, sean del color que sean, o defiendan las ideas que defiendan es fundamental, necesario e imprescindible para entender a las personas y comprender que nadie tiene la verdad absoluta sobre nada. Toda verdad, es siempre relativa.
Raúl Ferrada sufre una enfermedad que todos podemos llegar a padecer. Raúl tiene un grado de esquizofrenia que si pudiera medicarse, bien podría hacer una vida normal. Pero no dispone de medios económicos para comprar los medicamentos que necesita a diario. El sistema de salud no establece la gratuidad de los medicamentos. Y eso, hace que su vida se convierta en poco menos que un infierno, aunque él, no sea consciente de ello cuando tiene uno de los ataques, que suele sufrir.
En su época universitaria, sus notas eran las más altas. Su grado de comprensión y capacidad de análisis era fuera de lo normal. Hoy en día mantiene esa lucidez en ciertos momentos. La gente dice entre sonrisas que estudió demasiado, y eso le provocó su estado actual.
Personalmente he hablado de muchos temas con él. Siempre me sorprenden sus preguntas. Sus intentos de llegar más allá, de donde los “normales” llegan. Pero todo esto parece que no despierta ningún tipo de interés en quienes podrían ofrecerle un tratamiento para que al menos, tuviese una vida normal. Ciertas personas, son recuperables para la sociedad. Solo hay que proponérselo.
Lo malo, es que quienes toman las decisiones terminan por ser tan mediocres que no ven más allá de sus propias supuestas virtudes.
Que lastima amigo Ferrada. Que pena me dan los que no te comprenden…
Ayer lunes, me encontré casualmente con Raúl en la calle. Me pidió que le hiciese una fotografía. Estábamos delante de una entidad bancaria, así que sacó tres monedas de cien pesos del bolsillo de sus “tejanos”. Posó, como quien entra a depositar sus ahorros. Aparentando ser la persona normal que casi todos le niegan.
Tras los cristales, el guarda de seguridad no nos quitaba el ojo de encima, mientras se acariciaba su corbata reluciente de normalidad...
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“Haciendo amigos”
Copyright © By Jan Puerta 2009
Texto y fotografías con copyright del autor.
janpuerta@gmail.com
Triste historia la del amigo Ferrada. Y muy buena fotografía.
ResponderEliminarEs desolador pensar que vivimos en una sociedad que permite este tipo de injusticias.
Hola Jan : Afortunadament ara ja hi han Associacions que es dedican a l´integració de aquestes persones, que en un bon tractamen dels medicaments adecuats terapies poden fe vida quasi normal.
ResponderEliminarMira ací Valencia tenim A.S.I.E.M que es la Asociació per l´integració de Malats Mentals. Fan activitats Culturals, Excursions, tenen el seu Club d´Oci i la Generalitat ajuda.
Ja va sen hora de que les persones desde petits s´ensenyen a respetar i a no marginar, doncs com tu dius, l ésquizofrènia, els trastorns bipolars, i també les depresions maníacas, devegades atacan a persones d´un nivell
intelectual molt alt.
Enhorabona, m´agradat molt aquesta entrada que has fet avui.
Reb una abraçada desde Valencia, Montserrat
Una tristeza infinita me provocó leerte, Jan. Cuánta impotencia, Dios mío. Ojalá que algún alma caritativa te lea y alguien pueda ayudar a este señor. Todos nos merecemos una oportunidad de vivir mejor.
ResponderEliminarSaludos desde el otro lado del charco.
STEKI.
qué triste que se abandone a su suerte a gente como tu amigo, que sin duda podrían ser muy útiles para la sociedad que los margina.
ResponderEliminarLa foto, muy acorde...
un abrazo.
Una história molt trista. M'ha encantat la teva forma de veure-la i entendre-la. Petons Jan.
ResponderEliminarUna foto genial, Jan, la vista parcial del segurata es definitiva para redondearla.
ResponderEliminarSobre tu amigo Ferrada, qué decir. Que me toca muy de cerca. La medicación es imprescindible para el bienestar de gente como tu amigo, pero esas medicinas no van a hacer que sea normal, como el segurata. Toda la gente que me he encontrado con problemas parecidos son demasiado especiales, muy sensibles, almas de las que aprender mucho, mucho. Mentes con problemas para asimilar la sociedad actual y en ésto me veo muy cercano a ellos
Ahí está dificil conseguirles las medicinas, aquí parece imposible que el resto de la sociedad (sobre todo quienes deberían encargarse de estos asuntos) les hagan caso. Parecen invisibles, salvo para sus seres queridos.
Triste y espinoso tema.
Disfruta de tus conversaciones con él que, espero, sean tan frecuentes como tu deseas.
Un abrazo.
Hola Jan: No saps el priviligiat que ets; (bueno sí que ho saps) per poder coneixer tanta gent interessant, com et trobes arreu. No sé si venen a tú etrets per el teu magnetisme personal, o es la causualitat que els porte al teu costat. Aquest Raul Ferrada, la seva vida, i la seva malatía, fan d'aquesta trobada hagi estat molt profitosa per tú i per tots els que et seguim. Ens has fet pendre consciencia, sobretot de que tenim una joventud mal educada i que no done cap valor, ni té pietat amb els més desvalguts, Les persones amb esquizofrenia, son sempre, persones molt intel-lignets, i amb la medicació corresponent poden ser uns cervell pensadors de primera línea. I amb la falta que ens en fán!
ResponderEliminarJan: Oblidava dir-te que avui fá cinq anys de la mort d'un germa meu amb 54 anys malalt d'esquizofrenia.
ResponderEliminarha sido un placer darme una vuelta por tu blog.
ResponderEliminarun saludo y muxa suerte
He sentido mucha tristeza amigo...
ResponderEliminarUn abrazo.
Una historia triste, pero por desgracia demasiada común en los tiempos que corren, bonita foto y un saludo para ti y tu amigo Ferrada. Un abrazo
ResponderEliminarEl día que publiques un libro con estos retazos de humanidad, el mundo será un lugar un poquito más llevadero, amigo mío.
ResponderEliminarUn abrazo
Tienes toda la razón, Jan. Se han perdido los valores más básicos de nuestra sociedad. Es triste ver como, especialmente los jóvenes, incluso maltratan a estas personas sin pensar que ellos pueden estar mañana en esa situación. De hecho, si siguen por el camino emprendido lo estarán.
ResponderEliminarconozco algunas personas que sufren esta terrible enfermedad y todas tienen algunos puntos en común. Son personas de una inteligencia fuera de lo normal. En sus momentos de lucidez son inquisitivos con preguntas profundas que hacen reflexionar.
Una verdadera pena que el sistema sanitario chileno no contemple ayudar a estas personas.
Que Díos les perdone.
Un abrazo.
Todos deberíamos tener algo del amigo Ferrada.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Si algún alto cargo de la sanidad tuviese un familiar directo con esquizofrenia, no tengo la menor duda de que las medicaciones adecuadas estarían más accesibles o serían incluso gratuitas...
ResponderEliminar¡pero qué dices Mariluz los poderosos no tienen que comprar medicinas!
es triste, amigo. Genial fotografía
beso
No es fácil hablar de la esquizofrenia en general porque cada esquizofrénico es un mundo y cada esquizofrénico trata de inventar un mundo más habitable para él, más o menos lo mismo que hacemos los demás. En cualquier caso, en esta imagen hay más lucidez que en toda la diaria rutina de los cuerdos.
ResponderEliminarUn abrazo, Jan.
Creo que éste amigo puede viajar a otro país donde haya mejores programas y voluntad de tratarle. Error es quedarse estático y esperar que el tiempo arregle todo por si solo.
ResponderEliminarLas más de las veces el tiempo se consume a todos, lo cual no significa que hay que rendirse a una media vida.