Ayer viernes, decidí dar un paseo por Viña del Mar, aprovechando un encargo que me habían realizado. A primera hora deambulé por la Avenida Perú. Las olas, azuzadas por la fuerte brisa rompían sin contemplaciones contra el muro artificial que hace de escollera, bañando parte del malecón viñamarino, salpicando a más de un incauto paseante, quedando este completamente empapado para su desesperación. A pesar de ello, valía la pena jugársela y observar los fuertes envites del Océano Pacifico. El paseo era gratificante a pesar de la brisa, quizás demasiada fresca para los primeros días de otoño austral.
La sensación de frio se dejaba sentir. Un jersey se agradecía como prenda complementaria. La mañana había amanecido nublada como viene siendo habitual en esta época del año.
Dos horas más tarde, dejé el paseo marítimo y me adentré en las calles de la ciudad. El simpático personaje que está en el centro de la imagen, al verme con la cámara comentó sobre el hacerse una fotografía.
La sensación de frio se dejaba sentir. Un jersey se agradecía como prenda complementaria. La mañana había amanecido nublada como viene siendo habitual en esta época del año.
Dos horas más tarde, dejé el paseo marítimo y me adentré en las calles de la ciudad. El simpático personaje que está en el centro de la imagen, al verme con la cámara comentó sobre el hacerse una fotografía.
Ni por un momento dude sobre la espontaneidad del momento. En unos segundos se apuntaron cuatro más a la misma. Accedí gustoso a ello, mientras el operario que está situado a la izquierda me preguntaba si la publicaría en algún periódico o en Internet. Le contesté que no lo sabía, pero ya tenía la idea más o menos clara de hacerlo al verlos posando a través del visor de mi vieja cámara.
El único que tiene bigote y que parece ser el mayor, me dio una dirección de correo electrónico y recién acabo de enviársela. Por las prisas, las presentaciones y los nombres quedaron en un segundo plano. A ver si al recibir la imagen me los confirman.
La imagen, a juzgar por la camiseta del Real Madrid de uno de ellos y del llavero con el escudo de España que lucía otro, bien podría haberse realizado en cualquier ciudad española, pero la realidad de la misma es bien distante.
En fin, anécdotas que le pasan a uno que camina mucho, cámara en mano, por supuesto.
El único que tiene bigote y que parece ser el mayor, me dio una dirección de correo electrónico y recién acabo de enviársela. Por las prisas, las presentaciones y los nombres quedaron en un segundo plano. A ver si al recibir la imagen me los confirman.
La imagen, a juzgar por la camiseta del Real Madrid de uno de ellos y del llavero con el escudo de España que lucía otro, bien podría haberse realizado en cualquier ciudad española, pero la realidad de la misma es bien distante.
En fin, anécdotas que le pasan a uno que camina mucho, cámara en mano, por supuesto.
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Con un clic sobre la imagen las veréis a pantalla completa.
Clicar aquí para ver la serie completa:
“Anécdotas”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com
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Eso si que es la definición de fotografía...la congelación de la historia...y no es nada..saludos
ResponderEliminarHola Jan: Se les vé muy simpaticos a estos chicos. Sin duda no deben de tener encima la espada de Damocles, que tienen todos los abreros de la construccuón europeos. El paro. Como ya debes saber pro aquí las cifras de desempleo, ya superan el 20 por ciento
ResponderEliminarDisfruta del Otoño Austral y de los paseos junto al mar y de los chapuzones involuntarios de las olas rebeldes.
Saludos!
Hola Jan: Se les vé muy simpaticos a estos chicos. Sin duda no deben de tener encima la espada de Damocles, que tienen todos los abreros de la construccuón europeos. El paro. Como ya debes saber pro aquí las cifras de desempleo, ya superan el 20 por ciento
ResponderEliminarDisfruta del Otoño Austral y de los paseos junto al mar y de los chapuzones involuntarios de las olas rebeldes.
Saludos!
Todo por los quince minutos de fama.
ResponderEliminarAnécdotas que sólo pasan cuando uno va con la mirada lista.
ResponderEliminarBonita entrada, Jan.
ResponderEliminarDados mis colores futbolísticos, me veo obligado a decir que la fotografía gana mucho con el personaje de la izquierda.
¡Ja, ja, ja, ja!
Siempre he oído que Viña del Mar es un lugar muy bello. ¿Es así?
Seguro que les has hecho felices con tu fotografía.
Un abrazo.
Creo que si se ven les encantará. ha sido todo u detalle del fotógrafo, que además es una gran persona....
ResponderEliminarSaludos!
Estas en lo cierto!! wao esta genial!! visiten mis blogs por favor =)►http://det0dounp0co.blogspot.com/
ResponderEliminar►http://detodoimagenescuriosas.blogspot.com/
Se los ve contentos a los muchachos! jejeje...seguro que no sospechaban que iban a ser inmortalizados en la red!
ResponderEliminarUn abrazo!
que bonita historia...
ResponderEliminarLas casualidades esperan al fotógrafo al doblar cualquier esquina. En este caso una foto de grupo de lo más natural y, a la vez, pintoresca. Buena captura.
ResponderEliminarUn abrazo.
seguro que cada uno con una historia que contar...
ResponderEliminarUno sale buscando una cosa y nunca sabe qué es lo que va a encontrar. Siempre hay que ir atento.
ResponderEliminarBesos
Me gustó la anécdota, Jan.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo desde el otro lado de la cordillera.
Antón.
Y qué poco imaginaban todos ellos la gran cantidad de gente de todo el mundo que podría verles ahora en esa foto.
ResponderEliminarEste mundo de internet da vértigo pero me encanta!
Un abrazo
J'aime beaucoup, j'aime qu'on montre le réel, qu'on montre les gens qui sont dans la vraie vie. En plus la photo est très belle. / Me encanta, me encanta que muestra la real, lo que demuestra la gente que está en la vida real. Además de la foto es muy bonita.
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