“La ingratitud es hija de la soberbia”
Si no quieres quedar atrapado por Don Quijote no hagas clic en este enlace:
Los jueves leemos el Quijote con Pedro Ojeda
Cap. 2.51
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Los jueves leemos el Quijote con Pedro Ojeda
Cap. 2.51
En el capítulo de hoy, a pesar de empezar con una nueva consulta para discernir sobre un complejo caso, esconde las bases del reencuentro de Don Quijote y Sancho, a traves de las cartas que se envían.
Por su lado, Pedro Recio de Agüero, el médico vuelve a las andadas con la necesidad del régimen impuesto a Sancho. Avala su tesis con una nueva perla culinaria… “Los manjares, pocos y delicados, avivan el ingenio”. Y con el estomago engañado a base de un poco de pan y unas uvas, Sancho se enfrenta a un caso complejo. Bien estudiado por su difícil resolución. Mientras lo escucha una y otro vez, recuerda uno de los preceptos de Don Quijote, quien se lo había aconsejado la noche anterior del nombramiento. En este le decía… “Cuando la justicia estuviese en duda había de decantarme y acogerme a la misericordia”.
Ahí estaba la clave del misterio, su resolución y la admiración de quienes lo rodeaban ante la locuacidad de quien consideraban sin duda un pobre hombre, diana de las burlas desmedidas por parte de los duques. Ante esto, el mayordomo decidió darle de comer, desoyendo las órdenes del galeno, y mas, sabiendo la última burla a la cual debía de someterlo por orden explicita de los duques. Parecía ser la última cena del condenado.
En esto, llego un correo quien traía una carta del mismísimo Don Quijote. El secretario, después de leerla para sí, aconsejo a Sancho su lectura pública… “Bien se puede leer en voz alta; que lo que el señor Don Quijote escribe a vuesa merced merece estar estampado en letras y escrito en letras de oro”.
Don Quijote, se asombra de los rumores que sobre Sancho se cuentan. Por un lado le confirma su admiración a pesar de la humildad de su condición y origen. Le recuerda sus preceptos que por escrito le dio. Y le sigue aconsejando sobre aquello que debe de hacer para mantener su cargo teniendo al pueblo contento y no cayendo en las debilidades que bien podrían poner en peligro su gobierno… “No seas codicioso, mujeriego ni glotón”. De todos los consejos que recibe en la carta hago mención a este por que Don Quijote le confirma que a pesar de serlo, el en el fondo, no lo cree.
La carta, ciertamente no tiene ningún desperdicio y debería de ser leída despacio. Saboreando cada párrafo por lo que esconde, lo que sugiere y lo que quiere decir. Una carta extraordinaria.
Se despide de la misma, hablándole del despacho por parte de la duquesa hacia su mujer de su vestido y otro presente. Así mismo, le comenta “cierto gateamiento” que lo tuvo indispuesto así como se muestra interesado en saber su opinión al respecto del mayordomo, quien según el propio Sancho le recordaba a la Trifaldi. También le confirma su deseo de dejar esa “vida ociosa” a expensas de los duques. Le habla de su pronta partida hacia cierto negocio que se la ofrecido. Don Quijote lanza de nuevo el anzuelo a Sancho, como lo hiciera en su momento, al inicio de esta segunda parte. Se despide en latín, recordándole que como gobernador, debe de haberlo aprendido. Sus últimas palabras en la misiva son… “Y a Dios, el cual te guarde de que ninguno te tenga lastima”.
Cervantes tiene la elocuencia de hacernos ver que la respuesta de Sancho, está escrita con las mismas palabras que pronuncia al secretario, condición esta indispensable, para comprender por un lado la propia respuesta y por otro, la intención de Sancho de demostrar su total dedicación a su cargo. Con un ejemplo simple sobre un vendedor de avellanas, hace ver a su señor que es un gobernador justo en sus decisiones y hábil en ver el engaño a que someten los más listos, a los menos favorecidos. Con esto disimula sobre lo que le dice y aconseja Don Quijote. Si recordamos capítulos pasados, Sancho se enfrenta a la opinión de Don Quijote a base de refranes y sentencias sobre actuaciones en concreto. Pero en la respuesta de esta carta, se muestra muy comedido, quizás por ser consciente que solo hay una persona a quien no puede engañar. Al mismísimo Don Quijote.
Sancho a pesar de su cargo, se despide con un esclarecedor y resignado… “Criado de vuestra merced, Sancho Panza, el gobernador”.
Al termino de la misma, empezó a ejercer como tal, a través de unas ordenanzas que según parece fueron muy bien acogidas, según las propias palabras de Cervantes, quien no duda en decirnos que hasta la fecha son recordadas y se nombran como: “las continuaciones del gran gobernador Sancho Panza”.
Y con estas palabras, quedamos a la espera de adentrarnos la próxima semana en el capitulo LII.
Por su lado, Pedro Recio de Agüero, el médico vuelve a las andadas con la necesidad del régimen impuesto a Sancho. Avala su tesis con una nueva perla culinaria… “Los manjares, pocos y delicados, avivan el ingenio”. Y con el estomago engañado a base de un poco de pan y unas uvas, Sancho se enfrenta a un caso complejo. Bien estudiado por su difícil resolución. Mientras lo escucha una y otro vez, recuerda uno de los preceptos de Don Quijote, quien se lo había aconsejado la noche anterior del nombramiento. En este le decía… “Cuando la justicia estuviese en duda había de decantarme y acogerme a la misericordia”.
Ahí estaba la clave del misterio, su resolución y la admiración de quienes lo rodeaban ante la locuacidad de quien consideraban sin duda un pobre hombre, diana de las burlas desmedidas por parte de los duques. Ante esto, el mayordomo decidió darle de comer, desoyendo las órdenes del galeno, y mas, sabiendo la última burla a la cual debía de someterlo por orden explicita de los duques. Parecía ser la última cena del condenado.
En esto, llego un correo quien traía una carta del mismísimo Don Quijote. El secretario, después de leerla para sí, aconsejo a Sancho su lectura pública… “Bien se puede leer en voz alta; que lo que el señor Don Quijote escribe a vuesa merced merece estar estampado en letras y escrito en letras de oro”.
Don Quijote, se asombra de los rumores que sobre Sancho se cuentan. Por un lado le confirma su admiración a pesar de la humildad de su condición y origen. Le recuerda sus preceptos que por escrito le dio. Y le sigue aconsejando sobre aquello que debe de hacer para mantener su cargo teniendo al pueblo contento y no cayendo en las debilidades que bien podrían poner en peligro su gobierno… “No seas codicioso, mujeriego ni glotón”. De todos los consejos que recibe en la carta hago mención a este por que Don Quijote le confirma que a pesar de serlo, el en el fondo, no lo cree.
La carta, ciertamente no tiene ningún desperdicio y debería de ser leída despacio. Saboreando cada párrafo por lo que esconde, lo que sugiere y lo que quiere decir. Una carta extraordinaria.
Se despide de la misma, hablándole del despacho por parte de la duquesa hacia su mujer de su vestido y otro presente. Así mismo, le comenta “cierto gateamiento” que lo tuvo indispuesto así como se muestra interesado en saber su opinión al respecto del mayordomo, quien según el propio Sancho le recordaba a la Trifaldi. También le confirma su deseo de dejar esa “vida ociosa” a expensas de los duques. Le habla de su pronta partida hacia cierto negocio que se la ofrecido. Don Quijote lanza de nuevo el anzuelo a Sancho, como lo hiciera en su momento, al inicio de esta segunda parte. Se despide en latín, recordándole que como gobernador, debe de haberlo aprendido. Sus últimas palabras en la misiva son… “Y a Dios, el cual te guarde de que ninguno te tenga lastima”.
Cervantes tiene la elocuencia de hacernos ver que la respuesta de Sancho, está escrita con las mismas palabras que pronuncia al secretario, condición esta indispensable, para comprender por un lado la propia respuesta y por otro, la intención de Sancho de demostrar su total dedicación a su cargo. Con un ejemplo simple sobre un vendedor de avellanas, hace ver a su señor que es un gobernador justo en sus decisiones y hábil en ver el engaño a que someten los más listos, a los menos favorecidos. Con esto disimula sobre lo que le dice y aconseja Don Quijote. Si recordamos capítulos pasados, Sancho se enfrenta a la opinión de Don Quijote a base de refranes y sentencias sobre actuaciones en concreto. Pero en la respuesta de esta carta, se muestra muy comedido, quizás por ser consciente que solo hay una persona a quien no puede engañar. Al mismísimo Don Quijote.
Sancho a pesar de su cargo, se despide con un esclarecedor y resignado… “Criado de vuestra merced, Sancho Panza, el gobernador”.
Al termino de la misma, empezó a ejercer como tal, a través de unas ordenanzas que según parece fueron muy bien acogidas, según las propias palabras de Cervantes, quien no duda en decirnos que hasta la fecha son recordadas y se nombran como: “las continuaciones del gran gobernador Sancho Panza”.
Y con estas palabras, quedamos a la espera de adentrarnos la próxima semana en el capitulo LII.
En la foto quijotesca de hoy de hoy os presento a Richard, un trabajador del molino Don Quijote, de Curicó en Chile. En mi visita a la harinera pude conversar brevemente con él.
Camiseta y gorra rotuladas con el logotipo de la empresa son parte de la indumentaria oficial de trabajo.
Su sonrisa y simpatía quedaron plasmadas en la imagen.
Camiseta y gorra rotuladas con el logotipo de la empresa son parte de la indumentaria oficial de trabajo.
Su sonrisa y simpatía quedaron plasmadas en la imagen.
Sobre los grabados quijotescos de hoy
En 1950, en Burgos salió a la luz una edición de Don Quijote la cual imagino que fue destinada más que libro de lectura y reposo en las estanterías de una biblioteca, como ejemplar de uso y análisis para el estudio de la obra en sí.
Los grabados quijotescos de hoy, pertenecen a esa edición. Los mismos están firmados por Manuel Huete.
Como complemento de su lectura encontramos el vocabulario y fraseología. Una manera sencilla, didáctica y bien ilustrada para comprender aquellas dudas que puedan generar la lectura de la obra de Cervantes. La riqueza de su vocabulario, podría generar la desazón en la lectura por la falta de comprensión. Bajar el listón para un mozalbete es sinónimo de facilitarle el camino a la lectura completa de la obra. Por eso imaginé que el uso de esta edición perseguía el fin educacional.
Los grabados quijotescos de hoy, pertenecen a esa edición. Los mismos están firmados por Manuel Huete.
Como complemento de su lectura encontramos el vocabulario y fraseología. Una manera sencilla, didáctica y bien ilustrada para comprender aquellas dudas que puedan generar la lectura de la obra de Cervantes. La riqueza de su vocabulario, podría generar la desazón en la lectura por la falta de comprensión. Bajar el listón para un mozalbete es sinónimo de facilitarle el camino a la lectura completa de la obra. Por eso imaginé que el uso de esta edición perseguía el fin educacional.
Enlaces de hoy
Interesante libreto sobre las andanzas de nuestro gobernador predilecto de la ínsula Barataria.http://www.tablasalarcos.cult.cu/libretos/lib_65.htm
En Youtube encontré este video sobre las andanzas de gobernador del bueno de sancho. Son poco más de seis minutos. Pero… hay que verlos.
http://www.youtube.com/watch?v=rm3jO8P8vbg&feature=player_embedded
El tercer enlace es una fuente inagotable (no tantas) de PDF sobre Sancho Panza. Os dejo el general y que el tiempo empleado os sea útil y leve. Y los que tenéis poco tiempo, dedicarle un poquito.
http://www.librospdf.net/sancho-panza-en-la-insula/1/
Y por hoy… eso es todo, amigos.
Clic en las imágenes para verlas mejor
“Quijote”
Copyright© By Jan Puerta 2009
Texto y fotografías con copyright del autor
janpuerta@gmail.com
janpuerta@gmail.com
“Quijote”
Copyright© By Jan Puerta 2009
Texto y fotografías con copyright del autor
janpuerta@gmail.com
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simplemente buenisimo. saludos
ResponderEliminarLo del mayordomo y la Trifaldi que Quijo le pregunta a Sancho da a entender que nuestro Caballero de los Leones ya se olía algo sobre las "bromitas" ¿no crees? A mi así me lo ha parecido.
ResponderEliminarSimpática la foto de Richard y, como siempre, el grabado y los links que visitaré con calma. Muchos besotes, querido Jan, M.
A mi como a Merche, me parece que DQ ni está tan loco como lo pintan ni Sancho tan pardillo como parece...van a la aventura...un abrazo
ResponderEliminarBuen comentario, amigo.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de semana.
Como dices queda sabor de "última cena", algo suena a despedida en el ambiente.
ResponderEliminarGracias por los enlaces.
En efecto, se trata de una edición destinada al uso escolar... de cuando se leía el Quijote, claro.
ResponderEliminarExcelente perspectiva de análisis: en este capítulo se anuncia ya el giro.