Notas dispersas ante una escena que me llamó la atención…
La vida es tan irreal como lo es una escena surrealista. Todo parece tener sentido a la vez que todo se vuelve eventual. Efímeros espejismos de una escena donde nada es fruto del azar. Ni siquiera mi presencia.
Todo tiene un porqué y descubrirlo es parte de nuestra efímera existencia.
Unos de los últimos días de verano, me encontraba delante de una casa donde suelo detenerme a esperar la presencia de alguien que le dé un poco más de vida a unos encuadres que conozco bien por haberlos vivido en más de una ocasión, aunque de una manera pasiva y casual. O sea, de espectador informal de aquello que sucediendo delante de mis ojos, me llama la atención…
En dos minutos escasos, el encuadre cobró vida, yo hice mi fotografía, ella y el perrito desaparecieron tan rápido como habían aparecido y todo volvió a ser circunstancial en una tarde calurosa que presagiaba monotonía por consejo y ausencia de todo por compañía.
Dos minutos después, afortunadamente yo ya no estaba en el mismo lugar. Creo.
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Y que somos sino meros espectadores de la presencia de los demás, y en ocasiones nosotros somos los protagonistas para los demás.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo que somos muchos los fotografos callejeros, que tenemos en nuestras ciudades lugares donde siempre nos detenemos camara en ristre en espera de una gran instantanea.
ResponderEliminarBuen momento el captado.
Saludos.
¿Tan rápido que no alcanzaste a pedirle el Nro de teléfono?
ResponderEliminarjajaja
Digo,
para darle una copia de la foto.
besos-
"Creo"?... :)
ResponderEliminarAsí es, una nimiedad es a veces fundamento para darle valor a nuestro día.
Excelente fotografía.
Me gustan tus rincones y esquinas misteriosas...
ABRAZOS MILES.