La última vez que visite un aeropuerto, me encontré con la clásica espera por retraso. Así que me senté en la sala de espera y deje pasar el tiempo con la cámara en la mano. Limpiándola, al tiempo que de vez en cuando algún clic furtivo me permitía captar alguna imagen curiosa.
Una mujer comiendo un emparedado vegetal… no tiene mucho interés. Un niño llorando mientras su madre coquetea con otro viajero, tampoco me parecía excitante en si. Dos italianos vestidos en impecables trajes de lana fría, tocados por un sombrero calañés y unos zapatos con ribetes blancos, daban de si, pero no para esta historia. Un grupo de azafatas sonrientes a punto de embarcar rumbo a Cuba. Entendía la sonrisa casi vertical de sus labios. Nada de interés para mi blog de notas…
Me levante. Seguí caminando buscando algún personaje curioso. Pronto lo encontré. En un rincón apartado de la vista de todos, un hombre sentado con cara contrariada. Me acerque con gesto despistado. Me senté frente a él, absorto con la pantalla de su ordenador portátil que mantenía en sus rodillas. Concentrado con su tarea, parecía tener problemas con alguna cuestión…
Enfoque la cámara con disimulo y le hice una fotografía…
Balbuceaba palabras que me parecían imprecaciones a la maquina…
.-No se porque le hice caso a mi sobrino…
Mustiaba al tiempo que su mirada perdida me indicaba que tenía algún problema.
.-Disculpe caballero, puedo ayudarlo en algo?
.-Entiende usted de informática?
Me senté a su lado. Veinte minutos escasos de malabarismos con un par de virus, y un troyano. Agregué el archivo que quería enviar a su oficina de Nueva York y el hombre de semblante serio y sereno, me dio su mano, al tiempo que se levantaba y respiraba profundamente.
Curiosamente viajábamos en él mismo vuelo y para más sortilegio, nuestros asientos estaban juntos. Fueron seis horas de trayecto. Repasamos a modo de anécdota nuestras vidas. Intercambiamos tarjetas de visita.
Unos días después le envié por mail su fotografía…
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Apreciados amigos…
La gestión del tiempo es uno de mis problemas. En la medida de lo posible, contestaré vuestros comentarios.
Un abrazo