La fotografía de hoy muestra el trabajo de un hombre que ya no esta con nosotros. Un hombre al cual me hubiera gustado conocerlo. Cuando me hablan de el, me recuerda a mi Padre. Quizás estén juntos leyendo estas palabras.
Por cierto se llamaba Miguel “Hidalgo”.
Dicho esto... empecemos
Por cierto se llamaba Miguel “Hidalgo”.
Dicho esto... empecemos
Doscientos noventa y dos maravedís
Abrir la segunda parte del Quijote para mí es todo un reto. Una de esas metas particulares que sin parecerlo significa mucho. El volver a ser metódico con la lectura y dejar el impulso a veces compulsivo de querer terminar un libro lo antes posible. El volver a leer, tomando apuntes me rejuvenece sin duda. Gracias a estas lecturas semanales y el consiguiente comentario sobre el capitulo leído, aportado por todos los participantes de esta iniciativa, esta historia termina por convertirse en una excelente terapia, para volver a disfrutar del placer que siempre he sentido cuando he abierto un libro, esperando ser sorprendido por aquello que su autor ha sido capaz de materializar.
La segunda parte empieza con un nuevo prologo y la carta de agradecimiento al Conde de Lemos, de la cual ya hable el pasado jueves. Han pasado diez largos años pero parece ser que el ímpetu de Don Quijote sigue manteniéndose fiel a sus principios caballerescos. Don quijote, sucumbió al encanto de un libro de caballería. Yo sucumbo a sus continuas lindezas verbales que me tienen sumido a pesar de la edad en un asombro constante. Esta segunda parte, sin duda seguirá colmando mis expectativas.
Lo primero que nos encontramos nada mas abrir esta segunda parte es el enunciado que firma Hernando de Vallejo, escribano de cámara del Rey, quien da fe del pago de la cantidad total de doscientos noventa y dos maravedís. En mil seiscientos quince, las tasas ya existían. No es pues ningún invento moderno. Lo que me sorprende la fecha del mes (al menos en la edición que yo dispongo) ya que esta firmado por Hernando de Vallejo en el mes de octubre. En cambio la carta firmada en nombre del Rey, por Pedro de Contreras, esta firmada con fecha anterior. Concretamente en marzo. Parecería razonable que primero fuese la tasa y posteriormente la carta firmada en esta caso por mandato del rey.
Don Pedro… ¿nos darás un poco de luz al respecto?
En cuanto al prologo al lector, me llama la atención la búsqueda por parte de Cervantes de encontrar analogías con otras vicisitudes y la suya en aras de escribir esta segunda parte.
No puedo pasar por alto la mención que hace a Don Bernardo de Sandoval y Rojas al decirle:
… Y no le digas más, ni yo quiero decirte más a ti, sino advertirte que consideres que esta segunda parte de Don Quijote que te ofrezco es cortada del mismo artífice y del mesmo paño que la primera, y que en ella te doy a don Quijote dilatado, y, finalmente, muerto y sepultado, porque ninguno se atreva a levantarle nuevos testimonios, pues bastan los pasados y basta también que un hombre honrado haya dado noticia destas discretas locuras, sin querer de nuevo entrarse en ellas
Imagino que la alusión era clara al libro que pretendía ser la continuación del Quijote. Tal como ya hemos comentado. (Avellaneda)
También mencionar la carta que le envió poco antes de fallecer cervantes al propio Don Bernardo cuando le agradece con su última frase que la considero de una sutileza increíble: “el fin tanto arrecia, que creo que acabará conmigo, aun no con mi agradecimiento”
En este mismo prologo hay diferentes muestras de su ingenio. La edad parece ser que lo había llenado más sabiduría entre sus frases. Algunas de ellas me parecen propias de grandes filósofos o pensadores. Dignas de figurar al mismo nivel de ellos…
“La honra puédela tener el pobre, pero no el vicioso; la pobreza puede anublar a la nobleza, pero no escurecerla del todo; pero, como la virtud dé alguna luz de sí, aunque sea por los inconvenientes y resquicios de la estrecheza, viene a ser estimada de los altos y nobles espíritus, y, por el consiguiente, favorecida”.
“Quijote”
Copyright © By Jan Puerta 2009
Copyright © By Jan Puerta 2009
Texto y fotografías con copyright del autor.
Amigo Jan, con esta serie estoy aprendiendo cosas del Quijote que creo de no ser por tí, nunca llegaría a descubrir. Eres un monstruo, y ese maldito editor que no aparece.
ResponderEliminarun fuerte abrazo
Tu post, excelente. Nuestro Cervantes era al fin y al cabo, un hombre del Renacimiento: escritor, poeta, filósofo... Resumiendo, UN GENIO. Besotes, M.
ResponderEliminarEsta segunda parte del Quijote sigue siendo una cuenta pendiente para mí. La última vez que releí la primera, e intenté un nuevo abordaje de la segunda, disfruté diez veces más que la vez anterior.
ResponderEliminarComo digo sigue siendo una cuenta pendiente, pero empieza a parecerse a una necesidad cuando alguien habla del libro.
Gracias por dejarnos para el final ese delicioso bocado del Quijote, en cinco líneas se concentra la sabiduría que tarda en llegar más de cinco lustros.
Un abrazo.
Llore en una ocasion leyendo el prologo Jan...
ResponderEliminarAunque los agravios despiertan la colera en los mas humildes, en Cervantes padeció una excepción esa regla, como el mismo dice, Verdad?
Un abrazo.
Excelente relato, Jan. Con tu entusiasmo por El Quijote y tu conocimiento, enriqueces nuestra cultura y cobtribuyes a que deseemos leerlo otra vez prestando más atención, si cabe, a su contenido.
ResponderEliminarTe doy las gracias por ello.
Un abrazo.
Qué razón tienes, nada hay comparable a una lectura pausada, con subrayados y notas al margen. Hay muchas novelas modernas de usar y tirar: no aguantan una relectura.
ResponderEliminarEse dinero en aquella época era un dineral. Poco acceso tenían a la cultura impresa las clases no nobles. Además las bibliotecas ni existían.
A pesar de ser anciano sabía cómo defenderse, tenía poco que perder, desde el punto de vista material.
Saludos y buen fin de semana
Magnífico comentario, Jan. Sobre lo que me preguntas ha habido debate entre los críticos: se debe a que la fecha la puso posiblemente el impresor y no corresponde a la oficial. Hay sospechas de que Cervantes interviniera en las aprobaciones: hablaremos de esto el lunes. El que te hayas fijado en este pequeño detalle, da por cierto lo que dices: leamos con calma, tomando apuntes.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEs curioso, Jan: Si con las obras de los artistas e ilustradores que han tomado al Quijote como fuente de inspiración se puede hacer un maravilloso museo de obras de arte, con los artesanos que han intentado lo propio se puede hacer un verdadero museo de los horrores. Solo la Virgen de Lourdes o el Sagrado Corazón de Jesús tienen parangón como temática en ese desigual mundo que va a veces del más profundo "kitsch" a las más deliciosas muestras del arte popular.
ResponderEliminarLeamos con calma, Jan,aunque tengamos tentaciones de devorarlo rápidamente.A mí también me pasa eso.
ResponderEliminarUn abrazo acequiano.
Jam suscribo tus palabras, hace tiempo que se me olvidó tomar apuntes, ya que solo los doy (..a mis alumnosy alumnas me refiero)...es como un viento fresco que alegra, el boli, el papel, la nota oportuna, la búsqueda en libros, apuntes y enciclopedias el contraste de información....es una vuelta al pasado....un saludo...
ResponderEliminarPd: el comentario borrado lo hice desde el blog de mi compañera y esposa...perdón por el error...lo subsano...
Excelente entrada. Volveré a leerla una segunda vez, cuando lea el prólogo. Como sabes, voy un poco mas atrás...
ResponderEliminarUn abrazo