Hubo un tiempo que me gustaba mucho jugar al ajedrez. Se volvió una necesidad imperiosa. Aprendí pronto a jugar. Debía de tener poco más de ocho años cuando me castigaron sin recreo por una de mis muchas acciones incomprendidas por todos. A pesar de no recordar que había terminado haciendo, me imagino que debió de ser la gota que colmo otro vaso. El caso es que para no pasarme la totalidad de los recreos encerrado en la clase sin mucho por hacer, me apunte a un campeonato de ajedrez entre diferentes colegios.
Ese fue mi primer torneo, quedé segundo y mi maestro, abogó por qué me sacasen el castigo. Desde entonces, seguí jugando al ajedrez.
La vida no deja de ser una partida de ajedrez, donde unos dispone de infinidad de combinaciones para llevar a término su día a día. Circunstancias para hacernos recapacitar sobre todo lo que acontece y de lo cual jugamos un papel protagonista sin ser muy consciente a veces.
Durante años, anoté en diferentes cuadernos mis partidas de ajedrez. Crecí jugando una guerra fría entre jugadores rusos y un americano loco del cual se decía era algo más que un genio. Por cierto hace pocos días se exhumó su cadáver de un pequeño cementerio islandés, porque un supuesto descendiente de él, reclamaba su jugosa herencia en dólares. Me refiero a Bobby Fischer. Años después seguí anotando en libretas pensamientos, vivencias… anécdotas personales.
Entre unos y otros, hubo motivos profesionales, personales y de otras índoles, que me fueron alejando de la competición. El tiempo, pasa factura para quien no mantiene cierto entrenamiento. Las partidas que aun jugaba, cada vez estaban más espaciadas una de la siguiente. Hoy en día, pocas juego al año. Pero he descubierto otro factor del juego en sí. El de observar a los demás como juegan. Y de observar... a fotografiar solo hay una delgada línea que suelo traspasar siempre que puedo.
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HOLA JAN.
ResponderEliminarES UN GRAN JOC EL DELS ESCACS.
OBRA LA MENT I L´ESTRARTEGIA.
EL MEU GERMÁ SEMPRE LI AGRADAT I UN DELS MEUS N´ES MOLT AFICIONAT.
SI VOLS VEURER EL MEU GAT A SOBRE LA LLIBRERIA I A SOTA L´ENCICLOPEDIA CATALANA. HE POSAT UNA FOTOGRAFIA QUE VAREIG FER AHIR, A L´ENTRADA D´AVUI.
UNA ABRAÇADA, Montserrat
UNA ABRAÇADA
Una cosa que escuché en casa desde siempre es “A las personas se las conoce en el juego”. Es importante observar, como lo haces tú. Y en tus fotografías dices mucho más de lo que podrían expresar las palabras.
ResponderEliminarCuando yo aprendí a jugar al ajedrez creía que era un juego de personas educadas, cultas y elegantes. Luego he llegado a convencerme de que tanto al ajedrez como al rugby el juego no es decisivo; cada persona se muestra como es, o miente con mucha maestría.
Y sí, hay maestros del ajedrez que son unos soberanos cafres, envidiosos, tramposos, maleducados y engreídos.
Como siempre, una foto magnífica. En b/n, como debe ser.
Por cierto, ya hace mucho que no juego. No es lo malo el jaque mate. Lo peor de todo es la chulería con que te lo dan. No disfruto ya.
El ajedrez tiene ese componente mágico que logra engancharnos, que logra ir más allá de un evento competitivo.
ResponderEliminarEl ajedrez también forma parte importante de mi vida personal. Aprendí a jugar sólo, gracias a un libro, cuando era solo un niño. Luego hice mi proyecto final de carrera de informática basado en una base de datos de ajedrez.
Nunca he jugado bien, ni he competido, pero este año me he vuelto a enganchar al ajedrez, gracias a Internet en www.chess.com. Es como el ajedrez por correspondencia y los turnos pueden ser desde un día a 15 días cada movimiento. Si te animas, mi apodo allí es bicinauta.
Un saludo.
Una foto evocadora, buen click, como siempre :)
ResponderEliminarSiempre soñé inventar una jugada nueva. Fracasé, por supuesto.
ResponderEliminarMe gustaba jugar al ajedrez, ya hace tempo que no hecho ninguna partida, por la foto, parece que los jugadores deben de tener una gran experiencia, un abrazo amigo Jan
ResponderEliminarEn el ajedrez de la vida, lo importante es saber qué lugar ocupamos en el tablero.
ResponderEliminarAl igual que tu, he jugado mucho al ajedrez y era bueno, pero la vida, la falta de tiempo, van dejando el mejor juego inventado a un lado.
No obstante, en mi casa, sobre una mesita, hay un ajedrez expuesto constantemente. De vez en cuando juego alguna partida, pero ya no es lo que era. Pero, si me sirve para recordar que, antes de tomar decisiones, tengo que reflexionar.
La fotografía me encanta, Jan.
Un abrazo.
Nunca supe jugar al ajedrez, y confieso que lo intenté en muchas ocasiones. creo que el problema es que no tengo paciencia suficiente. abrazos!!!
ResponderEliminarjuego-ciencia que no domino pero que siempre me resultó particularmente atractivo en cuanto al despliegue de ingenio y estrategia que despliegan los que saben jugar.
ResponderEliminarHermosísima foto.
Primero que todo, ¡pero que foto más magnífica! El ángulo, la actitud de los sujetos y el movimiento presente. De catálogo.
ResponderEliminarEl ajedrez hace un tiempo me hizo reflexionar sobre muchos elementos en la vida, en especial aquello de ser peones sacrificables.
Un abrazo.
Confieso que no sé jugar al ajedrez, nunca lo he intentado. Tu foto es magnífica, ¡enhorabuena!!
ResponderEliminarUn abrazo
Qué buena, Jan, el hombre de la gorra parece estar recibiendo instrucciones directamente del Kremlin. Y esa guitarra como espectadora inesperada. Y la calidez de la luz, y el parque entrañable. Una partida de ajedrez puede ser también solo un pretexto para disfrutar de todo lo demás.
ResponderEliminarTengo pendiente hacer una serie fotográfica sobre ajedrez pero como otras partidas también esta se va retrasando.
Un abrazo, Jan.