Las galeras
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Los jueves leemos el Quijote con Pedro Ojeda
Cap. 2.63
En un capitulo como el de esta semana, Cervantes nos propone por un lado acompañar a Sancho y Don Quijote en ese viaje casi iniciático dentro de una galera. Por otro lado, la segunda parte del mismo, trata de resolver el enigma que en su momento creo con el encuentro que tuvo Sancho con Ricote.
El análisis costumbrista que hace Cervantes sobre las galeras nos muestra la cruda realidad que dentro de la nave se vivía. Don Quijote al ver los azotes que reciben la chusma, no duda en pedirle a Sancho que se incorpore a recibirlos para ir descontando de los que debe.
A partir del detalle de todo lo que sucede a bordo, se desencadena la historia de donde los moriscos cobran un protagonismo necesario para no dejar de nuevo un cabo suelto en el libro. Imagina que Cervantes consciente de ello, hace hincapié en la historia en si no dejando ningún cabo suelto. Incluso hace participar a Sancho para dar fe de lo que se explicaba en todo el entuerto.
Veremos que nos depara el capitulo 64
Fotos quijotescas
La fotografía corresponde a una serie de imágenes irrepetibles en su configuración puesto que el negocio centenario que albergaba estampas y postales, dejo de funcionar hace tiempo.
Buscando en mi archivo personal encontré unas cuantas imágenes donde Sancho y Don Quijote parecen observar lo que sucede a su alrededor sin comprender mucho lo que pasa.
Aprovechando que aun están en Barcelona, esa imagen quiere recordar sus pasos por estas estrechas calles.
Grabados antiguos.
Este grabado lo realizo Manuel Rodríguez. Un excelente pintor de la época, valenciano para más señas.
Con un clic sobre las imágenes las veréis a pantalla completa.
Copyright © By Jan Puerta 2009
Texto y fotografías con copyride del autor.
HOLA JAN:
ResponderEliminarPOBRE SANCHO, JA LI VA TOCAR EL REBRER.
SON MOLT INTERESANTS AQUETS DOCUMENTS FOTOGRAFICS.
UNA ABRAÇADA, Montserrat
Me ha resultado muy curioso el artefacto ese, entre taxi y triciclo!...me gustaría dar una vuelta en él en viaje turístico!...
ResponderEliminarSobre los grabados de las antiguas publicaciones, qué decir!...cuántos artistas cuasi anónimos que han dejado su huella enriqueciendo la de otros!
Un abrazo.
P.d
muchas gracias,otra vez,por el envío!
Me encanta tu forma de transformar lo viejo con palabras nuevas. Con imágenes diferentes.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Ese artilugio turístico (el nuevo Rocinante, como lo llamas) lo he visto en Ibiza. Me he fijado en el cartel quijotesco de la pared. Los otros grabados, magníficos. Muchos besotes, M.
ResponderEliminarEse Rocinante no necesita pasto...
ResponderEliminarEl volteo de Sancho es difícil de encontrar en imágenes, esa tuya, tan antigua, es estupenda.
ResponderEliminarTus imágenes, y el texto que las acompaña, tan estupendas como siempre.
Un abrazo
El Rocinante moderno??? jaja... que bueno.
ResponderEliminarCervantes conoció muy bien las galeras por eso las trae en más de una ocasión a su novela...un abrazo
Difiero de lo que dice el profesor Ojeda. Esta Rocinante de nuestra era, sí que necesita pasto. Una alimentación oscura y maloliente, que le afea más si cabe
ResponderEliminarCervantes era gran conocedor de ese mundillo marino
ResponderEliminarBuenos días, Jan Puerta:
ResponderEliminar¡Qué estupenda fotografía del Rocinante moderno en la Estampería de Barcelona!. No ha querido desentonar, y se ha puesto al día, con el capítulo de La acequia, y las vacaciones.
Dice Merche Pallarés que lo ha visto en Ibiza... El otro día lo ví, en Ámsterdam, vestido de azul como los Cielos, del fotógrafo Francisco Martín Cobos.
Saludos. Gelu