Uno de los sectores profesionales que me causa más admiración es la gente del mar. Los pescadores que salen a diario con sus pequeñas embarcaciones de no más de cinco metros de eslora para intentar capturar artesanalmente lo poco que va quedando en las costas.
Hace años, regresaban con capturas tres veces más grandes de lo que hoy se consiguen. Sin duda, el océano está demasiado sobreexplotado pero quienes tienen las llaves para coordinar una pesca equilibrada les sigue moviendo un afán de enriquecimiento aun a sabiendas del daño irreparable que están haciéndole al mar.
En las pequeñas caletas de pesca artesanal de la costa chilena, saben muy bien de lo que hablo. Lo padecen a diario.
Siempre que puedo, me mezclo con ellos. Escucho sus viejas aventuras y me dejo seducir por la simplicidad con que afrontan el peligro diario de salir a la mar, sin saber a ciencia cierta si van a regresar. Sus familias son conscientes del peligro que corren pero siempre han vivido así. Solo les queda tener fe en sus patrones y santos.
Algunos de los viejos pescadores de toda la vida, fieles a los cascos de madera en lugar de la fibra de vidrio y sustituyendo los modernos motores por un par de buenos remos y mejores brazos son los últimos paladines de una profesión forjada a fuerza de grandes quimeras y sacrificios constantes. Alguno de ellos, quisiera tener una vida mejor. Pero no pueden vivir alejados de su mar. De su océano que tanto les ha dado y tanto les ha quitado.
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Copyright © By Jan Puerta 2010
Texto y fotografías con copyride del autor.
la gente del mar, pequeños marineros a los que no conozco porque soy de tierra adentro. Pero los imagino consiguiendo sus pequeñas capturas al igual que los hortelanos de mi tierra recolectan pequeños cestos de verduras y hortalizas para consumo de la unidad familiar.
ResponderEliminarY ahora recuerdo el brindis que Pedro ofreció en tu memoria. Luego a solas me habló de la gran persona que eres y como te mueves con pocos recursos por los ambientes humildes de esa gran nación que es Chile.
Lo toyo es pasión y entusiasmo y lo demás es tontería.
Un fuerte y cálido abrazo
El mar, en mí, es un sueño.
ResponderEliminarUna foto como una catedral.
ResponderEliminarTu lo que quieres es beberte el mar con tu cámara.
ResponderEliminarLo mismo que yo.
Gracias por tu visita.
Con más tiempo y mucho gusto, me pasaré para gozar de tus fotografías y de tus historias.
Un abrazo.
Hola Jan:
ResponderEliminarSabes aqui en Valencia, a veces vamos a ver cuando regresan las barcas de Pesca y compramos pescado que se quedan los pescadores y lo venden en la Lonja.
Una abraçada, Montserrat
Hola Jan: Avui treus un tema que es al meu pensament fa molt temps. Com a bona ecologista que em considero, estic preocupada pel que pase amb la pesca descontrolada, i si tothom treballés com l'home de la foto, no hi hauríe cap problema, el que m'amoíne, es veure aquests grans pesquers amb radar i intruments d'altra precisió furgar per tot arreu destroçant-ho tot.
ResponderEliminarPer cert la foto, molt bona.
Com sempre, salutacions ben efusives.
Qué foto maravillosa y tu texto dice lo que hay que decir, una vez más GRACIAS
ResponderEliminarAsí es, Jan, al pesca se está convirtiendo en un modo de vida para el recuerdo por falta de objeto. Mis fotos de lanchas de madera apenas tienen 4 o 5 años y ya son documentos históricos.
ResponderEliminarEs cierto!...la entrega y el esfuerzo de esta gente es enorme!...además, las huellas del mar, el viento y los años les quedan en el rostro con una singular expresividad.
ResponderEliminarHermosa foto!
Un abrazo.
Hola Jan,estoy totalmente de acuerdo contigo en todo lo que expones referente a la pesca.Por la mala cabeza de muchos desaprensivos en pocos años nos quedaremos sin peces en nuestros mares y rios,una desgracia.
ResponderEliminarAdemás éstas personas exponen sus vidas por un precio ínfimo, siendo el intermediario el que se lleva la gran parte del pastel.
El virado de la foto muy acertado. Un abrazo
Regreso de nuevo, con más ganas que nunca de estar con vosotros...
ResponderEliminarUn abrazo!!
el mar claro, excelente imagen
ResponderEliminarque tendrá el mar que te deja anclado, la monotomía hace la vida sin que nos demos cuenta.
ResponderEliminarun abrazo