Suena el teléfono de la habitación y el conserje, un hombre parco en palabras me recuerda que son las cinco y media de la mañana. Sin encender la luz, acomodo mis ojos a la penumbra. En la pared de enfrente hay un reloj marcando las seis. Parece que siempre marca la misma hora. Desde que llegué, estoy anclado en el tiempo.
Salgo a la calle con mi exiguo equipaje. El sol, escondido en los cerros del sur empieza a iluminar las gruesas nubes que no dejan de amenazar lluvia. Antes de que me deslumbre, hago una fotografía y anoto el nombre del pueblo. Los años pasan y a veces uno termina olvidando lugares donde ha estado simplemente por no haber vivido nada fuera de lo normal.
Me gusta el encuadre que veo a través de Nikon. Enfoco y disparo justo antes de que el contraluz ennegrezca todo el entorno.
Sigo mi camino iniciado en algún momento. Como siempre.
Con un clic sobre la imagen la veréis más grande
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Copyright © By Jan Puerta 2010
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Una estupenda fotografía de alguno de estos lugares tan lejanos que tu visitas, y que resultan muchas veces misteriosos. Puestos a poner nombres, como en la serie de perros abandonados
ResponderEliminara ésta foto la llamaria "luces y sombras australes". Te gusta?
que tengas un feliz domingo. Saludos.
Esta imagen encierra la forma misma del despertar.
ResponderEliminarExtraordinaria composicion, Jan.
un casi contraluz es el más dificil de todos, la indecisión puede equivocarnos, no en tu caso.
ResponderEliminarun abrazo
Me gusta cómo andas y por dónde andas.
ResponderEliminarMuy sugerente es b/n.
Besos
Comenzar lijero de equipaje es una buena opción
ResponderEliminarHermosa y perfecta foto. Pero no solo me gusta la foto, sino tambien las palabras, el relato que la acompaña.
ResponderEliminarAbrazo