Miradas y posturas

Hacía tiempo que tenía abandonada la sección de “miradas, miradas”. No es por falta de material, así que vamos con una nueva entrada bajo esta etiqueta… 

Miradas y posturas. 

Las iglesias siempre han sido un buen refugio para mí. Os confesaré que he llegado a dormir en un confesionario, de esos de antes, en una iglesia enclavada en una roca. No os doy más pistas de momento aunque no descarto hacerlo en otra entrada. El rincón elegido, no era cómodo. Nada cómodo. A duras penas pude dormir aunque lo intenté de todas las maneras posibles. Agudice mi ingenio hasta que encontré una posición que me permitió dejarme llevar por Morfeo durante un par de horas. Desperté al escuchar un ruido que identifiqué como una vieja puerta abriéndose. Y así era. Unos visitantes inoportunos, visitaban el templo. No tenía claro que hacer, pero opté por salir disimulando del confesionario, les saludé con un escueto buen día y proseguí mi camino. Sin mucho esfuerzo, aun recuerdo sus caras de sorpresa.

La anécdota, me permite entrar de lleno en la imagen de hoy. Un juego de miradas de esas que siempre busco y no siempre encuentro. Con el mayor de los respetos posibles ante lo captado, mi interpretación de la fotografía, subjetivamente hablando es la siguiente… 

Jesús, mira al joven que parece querer imitarlo sentado en el banco en una posición un tanto irreverente, mientras la señora parece decir al propio Jesús… “perdónalo señor, que no sabe lo que hace”. Al mismo tiempo otra persona, busca consuelo en la prerrogativa hacia un santo. 

Todos miran sin mirarse. Incluido yo. 

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Miradas miradas 

Copyright © By Jan Puerta 2012. 

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