Oteando el horizonte

Ayer miércoles día 8 de agosto, volvieron las convocatorias de los estudiantes a diferentes ciudades país. Curiosamente se sustituyo Valparaíso por Viña del Mar. Dos conceptos de ciudad muy diferentes la una de la otra. 

La consigna de la misma seguía siendo el “no al lucro”. Una continuidad de lo sucedido durante las muchas marchas que hubo en 2011. Estas manifestaciones, tienen por un lado el factor reivindicativo de aquello por lo que no se está de acuerdo y por otro lado el aspecto de festividad que se vive dentro de la propia marcha. La batucada que preside la marcha es buena prueba de ello. Por mi parte, divido el trabajo de la misma es generar imágenes dentro de la manifestación, de las personas que la miran desde las veredas y por supuesto, la parte final, que suele ser la más desagradable cuando unas decenas de encapuchados, suelen cobrar protagonismo con todos sus desmanes en contra los carabineros y los negocios que ven impunemente como se les destroza parte de sus bienes, intentando saquear su contenido. Este jueves, inicio una serie de cinco entradas dedicadas a esta manifestación y lo que desde mi óptica me pareció más relevante de contar gráficamente.

La imagen con la que abrimos la serie, aparentemente no tiene nada que ver con la misma pero sucedió en medio de la manifestación. Son esos instantes que suceden en un abrir o cerrar de ojos. Dos jóvenes, que caminaban dentro de la misma, alzan su mano para acotar por un lado el contraluz del fuerte sol reinante y la otra, para centrar quizás, más si cabe, su visión. Ya sabéis que todo lo que me parece curioso, lo intento detener en mis fotografías de calle. Y una manifestación como esta, es un marco incomparable para ello. 

Mañana viernes la segunda entrada estará dedicada a una de las pancartas más ocurrentes (bajo mi criterio) que se pudieron leer en la marcha. 

Clic aquí para ver la serie completa: 

Anécdotas 

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