Un desvío en Nicaragua
Atardecía rápidamente y decidí entrar en una cafetería de la interamericana…
.-Buen día. Me pondrá un café.
.-Ahora mismo, señor.
Una barra larga. Camioneros con sus Mack, sus Kenworth, Freightliner, International, Western Star y algún Peterbilt en la puerta. Tres motoristas con tres Harley. Se respiraba un ambiente americano . Observar todo lo que sucedía, era trasladarme a la ruta sesenta y ocho, cruzando Estados Unidos de costa a costa. Con la diferencia que me encontraba en algún lugar dentro de Nicaragua. Algo perdido por el mapa que me habían dado en una estación de servicio, en la misma frontera con Costa Rica. La camarera me dejó el café en la barra. La miraba de reojo. Demasiado escote para que me pasara desapercibido. Le pregunté por la dirección que buscaba. Sonrío inclinándose provocativamente, al tiempo que me marcaba en el plano, un cruce a unos veinte kilómetros antes de donde me encontraba.
.-Se ha pasado usted unos cuantos kilómetros, amigo.
Sara me recomendó que alquilara una habitación. Y continuara camino por la mañana a menos que me esperase mi mujer…
.-No estoy casado.
Se mantuvo inclinada un buen rato. Mí mirada también. Terminaba el turno en una hora, así que decidí hacer algunas fotografías al atardecer y opte por hacerle caso, en todo. Cenamos en la misma barra que momentos antes estaba concurrida. Me invitó a su habitación. No pude negarme. Cuando uno viaja tiene que ajustar siempre su presupuesto. Le seguí haciendo caso. Hablamos hasta tarde. Y lo poco que dormimos fue con las primeras luces del alba. Demasiado tiempo solo. Demasiado tiempo... sola. No se. Todo puede suceder en un momento. Todo sucedió en un momento.
De nuevo en la barra, me indicó en el mapa el desvío correcto. Una vez mas le hice caso…
.-Después de una recta larguísima. Veras que hay unas obras. Te encontraras un desvío a la derecha. Allí mismo debes de girar a la derecha. Esa carretera, te llevara a la base del volcán Cerro Negro.
.-Gracias. Subí al cuatro por cuatro y seguí sus indicaciones. Al final de la recta, estaba el desvío. Tal como me lo había explicado. Aparque al tiempo que cogía la cámara. Hice esta fotografía y pensé que cuando terminase mi trabajo, regresaría para enseñarle la imagen a Sara.
“Anécdotas”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
janpuerta@gmail.com
Si lo llegas a saber seguro que tambien te equivocas.
ResponderEliminarHa veces el destino nos depara buenas experiencias.
Un saludo.
Curiosa indicació de desviament amb un cel molt expressiu al darrera. Aquesta mena de fotos so genials perquè ens parlen d'una manera de viure i per tant de ser.
ResponderEliminarQuerido amigo la verdad es que drisfruto mucho con entradas como esta, apetece que no se acabe, creo que a ti tambien te hubiera gustado que fuera un poco más larga.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y gracias por tu dedicatoria.
Pasando a la vida real, yo hubo un tiempo en que viaje mucho solo.Algun anecdota tengo también, jeje.
ResponderEliminarCon respecto a la foto porque noi escurecer la zona que odea a las letras "Desvío"? Las haría más visibles.
Ser capaz de desviarnos del camino trazado suele traer sus recompensas. Como en la pancarta de la foto hay que aguzar la vista para verlo. O simplemente dejarse llevar por las alternativas. Pero volver sobre nuestros pasos casi siempre termina en decepción. A tu vuelta, Sara ya no estaría allí. Preguntarías por ella y nadie habría oido jamás hablar de la tal Sara. O lo que es peor, Sara ya no tendría ojos (ni escote) para ti.
ResponderEliminarEl cel es espectacular, la imatge desconsoladora i el relat...... aisssss oblida-la, no siguis rencorós.
ResponderEliminarPetonsssssss
Seria el destino que hizo que te pasaras unos cuantos kilómetros ...
ResponderEliminarpara conocer a Sara..
que te dijo de la fotografía???
le gusto???...
¿por qué yo cuando me pierdo sólo le puedo preguntar a policias de bigote grueso?????
ResponderEliminarSugerente relato, me has recordado al Sabina, ese que canta.
Un abrazo
QUE ROMANTICOOOOOOOO!!!!!!!
ResponderEliminarME ENCANTÓ( se nota:-) )
ahhh esas aventuras y caminos
dejan huella aunque los nombres se olviden y los rostros se confundan
las sensaciones vividas son semilla que es fecunda y florece a través de tu pluma
muakismuakis
bonita y cinematográfica entrada. Como punto de partida no está nada mal, creo que mejor voy a guardar el gps en la guantera ;)
ResponderEliminar...eres todo un aventurero...me encanta...¡que envidia me da!...un abrazo...
ResponderEliminarme ha encantado la historia, como la transmites, y me he quedado con ganas de mas. Me gustaria saber que depará el destino despues del desvio...
ResponderEliminarHola me han hecho una entrevista sobre fotografia, a lo mejor te interesa leerla.
ResponderEliminarlo mejor es perderse. no siempre hay una sara, pero si gente, lugares, experiencias... y muchas fotos. aventura y tiempo para contarlas. al fuego el GPS!!
ResponderEliminar:)
ResponderEliminarUna historia fantastica, tuviste la oportunidad de regresar y enseñarle la fotografía a Sara ?
ResponderEliminarAbrazos Jan
Buenísima entranda! volviste a ver a Sara, como sigue la historia? La foto del mar me parece maravillosa (la del post anterior)
ResponderEliminarBesos
Amigo me ausento un poquito y me quedo atras en las anecdotas pero esta genial, aun que no este todos los dias leere todas congusto, y sabes me entretengo mucho en tu blog, un abrazotototote.
ResponderEliminarestos son los viajes que quiero hacer las imágenes con las qeu quiero toparme
ResponderEliminarNo hace falta ni banda sonora...
ResponderEliminar