Cuando llegué por primera vez a Valparaíso, quede sorprendido de muchos detalles de su estructura. En algunas ocasiones os he hablado de su luz. Una temperatura del color que hace de sus amaneceres y atardeceres cuadros imposibles de pintar a menos que el pincel sea una prolongación de tu propia alma.
Me dejé seducir por el entorno. El tiempo que paso en sus cerros parece que no tiene repercusión en mi reloj biológico. En el fondo soy ese niño con zapatos nuevos delante de un descubrimiento que cambia para siempre su existencia.
Durante el tiempo que he podido pasar entre sus calles he encontrado todo tipo de temas para capturarlos con mi cámara. Este rincón que os presento, siempre me ha atraído y aun no se el por qué. Podría ser la simbología de ese avión de papel. Quizás la mano lanzando al futuro algún deseo por cumplir. Tal vez esas ventanas que parecen no haberse abierto durante décadas…
El caso es que hoy, decidí que en este espacio de imágenes y palabras, debía de haber este soberbio “graffiti”. Más de un propietario de algún inmueble ya quisiera tener a un artista de estos pintarrajeando en sus paredes.
“Anécdotas”
Copyright © By Jan Puerta 2008
Texto y fotografías con copyride del autor.
Así es, soberbio!!!, hay algo que atrapa nada mas ver la imagen...
ResponderEliminarUna fotografía con mucho poder..el dibujo me resulta etéreo y a la vez tan terrenal...
Abrazos
He estado dos veces en Valparaiso, y recuerdo esta poesia por sus calles.
ResponderEliminarEs genial. saludos.
Fuera de simbolismos y cosas raras, la pintura en si, es genial!
ResponderEliminarUn saludo
Pues la verdad es que algunos son unos artistazos. Me ha gustado ;)
ResponderEliminarMuuuuuacks!
Dos artistas.
ResponderEliminarEl que pinto esa hermosura, y tú, con la foto y el texto.
Un abrazo y feliz domingo.
Gizz
Muy buena entrada, Jan.
ResponderEliminarUn abrazo.
Antón.
no me gustan los graffiti y creo que tampoco a los dueños de los espacios donde se asientan. me parece que si quieren pintar hay otros sitios, otros medios. es una forma como otra cualquiera de ensuciar y sí ya se que nadie estará de acuerdo conmigo, no importa solo es una opinion, esto no quita para que la pintura sea buena y tenga su aquel.
ResponderEliminarGenial el graffiti... cuanto arte desperdigado a la interperie...
ResponderEliminarSaludos!
Original desde luego que es, y que hay autenticos maestros por las calles adelante dejando huella de su arte, aunque no siempre en los lugares adecuados, es una pena, por que hay verdaderas maravillas.
ResponderEliminarSaudiños
Nunca he estado en ese lugar pero ahora y después de lo que he visto y leído.....no tengo dudas.
ResponderEliminarEse día llegará...
¿cómo? quien sabe...el destino me lo dirá.
J.
Había algo que me rechinaba en la imagen y no sabía qué. La miré; la remiré, volví a ella, y esta noche lo he descubierto: ¡el anillo! ¡el anillo del tipo! El jodido símbolo de la sumisión. La mano lanza los aviones que vuelan ingrávidos pero ella se queda en tierra, hundida con su anillo en el fondo de la imagen. Eso era.
ResponderEliminarEn la vida cotidiana hay cosas que nos atraen casi instintivamente y creo que sería interesante estudiar por qué. Una de esas cosas son los aviones de papel, algo tan relativamente simple y tan mágico, un pliego de papel con unos pliegues y es capaz de recorrer metros de sinuoso planear y todo eso sin 5 duros años de estudio de ecuaciones diferenciales y ciencia de materiales en la carrera de aeronáutica ;-)
ResponderEliminarSaludos.
Con lo fácil que sería hacernos a todos la mirada más agradable en las ciudades con cosas como ésta.
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