"¡Malum signum!"
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Los jueves leemos el Quijote con Pedro Ojeda
Algunos capítulos, están repletos de símbolos, simbología e interpretaciones varias sobre lo sucedido. Estos últimos capítulos no podían ser diferentes. Don Quijote siempre que puede busca a Dulcinea en cualquier circunstancia por absurda que esta pueda parecer. Es como si todo, en el fondo fuera posible.
Por otro lado, el bueno de Sancho, y más cerca de su aldea, se gasta cuatro cuartos con tal de contentar a Don Quijote.
En el capitulo, la importancia de ambos, queda reflejada en sus acciones y sus posteriores actitudes frente a las mismas. Don Quijote, abatido, vencido y con pocas fuerzas, quiere mantener el tipo y la compostura aunque sea creando una nueva aventura, esta vez pastoral. Sancho se enfrenta con dinero en la faltriquera a su esposa quien no lo esperaba con la misma apariencia y más después de haber sido gobernador de una ínsula.
La aldea parece no haber cambiado nada. Todo y todos están en el mismo lugar. Solo Don Quijote y Sancho parecen haber iniciado un nuevo camino. Desgraciadamente lo camino no son los elegidos por ellos, sino adjudicados por el propio infortunio que a veces, trae el camino.
Nos acercamos al final y en el próximo capítulo, las consideraciones de lo sucedido, lo escrito y lo vivido nos acercaran más si cabe a la grandeza de la obra cervantina.
Pero todo esto será la próxima semana dentro del capítulo 74.
La imagen quijotesca del día de hoy, creo que habla por sí sola.
Triste este penúltimo capítulo que has resumido excelentemente. Y las imágenes, como siempre, geniales (especialmente la del coche me ha hecho mucha gracia). Alucino con tu capacidad de observación para encontrar a Quijo, Sancho o Cervan ¡en cualquier lugar! Besotes, M.
ResponderEliminarMe gusta como analizas El Quijote en esta serie, este capítulo ya roza la tristeza, nos haces disfrutar más sicabe.
ResponderEliminarPero vuelvo ha decirte lo mismo. ¡¡¡cómo c...o consigues ilustrar cada entrada con una fotografía relacionada con el tema?, siempre distinta, siempre peculiar, siempre oportuna!!!!
Me sorprendes.
Un fuerte abrazo Jan
La imagen de don Quijote en su regreso a la aldea es por si sola suficientemente expresiva.
ResponderEliminarLos malos signos auguran un final no muy feliz, la derrota del hombre viene reflejado al final de la obra...era algo que comenzaba a anunciarse. un abrazo
ResponderEliminar¡¡¡Madre mía que diseño el del Rosinante de la primera foto!!!
ResponderEliminarQuiero subrayar la excelente mirada tuya sobre este capítulo. Me ha llamado mucho la atención tu forma de comprender que el tiempo en la aldea ha pasado de forma distinta al de los viajeros: toda una metáfora que explica muchas cosas.
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