Confiar es una palabra que de siempre me gustó. Un verbo lleno de matices donde la necesidad de la propia confianza me hace seguir confiando en el ser humano como razonable en sus acciones. Pero viendo ciertas actitudes, no es fácil creer en palabras tan hermosas como la confianza.
Conjugar el verbo confiar en todas sus formas es un ejercicio, el cual deberíamos de realizar con más frecuencia, a ver si después de recitarlo, vemos pequeños defectos atribuibles a nuestra manera de ser o pensar que puedan hacer un mal –por pequeño e insignificante que parezca- a los demás. Si somos capaces de analizar y sacar las conclusiones de sus diferentes formas, seguramente nos hará ser mejores personas de lo que ya podamos ser.
Yo confío
Tú confías
El confía
Nosotros confiamos
Vosotros confiáis
Ellos confían.
A veces me pregunto… ¿Si hay tanta confianza, donde está el error?
Uno con el tiempo se vuelve más escéptico sobre todo, pero siempre queda un ápice de confianza.
A este perro abandonado, decidí llamarlo confiar. Su rostro aun confiaba. Su calma también. Solo era cuestión de esperar.
Con un clic sobre la imagen las veréis más grandes.
Copyright © By Jan Puerta 2010
Texto y fotografías con copyride del autor.
Quiero que sepas, mi querido Jan que te sigo, te leo y admiro tus fotos, Googlereader mediante.
ResponderEliminarUn beso.
Vya mundo el tuyo, foto y letra de la buena. Qué de suerte ver lo que ves.
ResponderEliminarabrazo desde acá.
criss
Muy triste, los animales son tan puros...
ResponderEliminarSaludos
Los perros son tan maravillosos, tan leales, tan cariñosos, que este bello ejemplar sigue confiando en un mundo mejor.
ResponderEliminarEl problema está en nosotros. Creo que no merecemos su confianza y a las pruebas me remito.
Un abrazo, Jan.
Tienes razón en llamarlo así. Por eso esta tumbado. Porque confía y espera. Seguirá esperando. Saludos.
ResponderEliminarPareciera que te guiña un ojo diciendo "venga dispara".
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